Trastornos alimenticios

Los trastornos alimenticios son afecciones mentales graves que afectan la forma en que las personas se relacionan con la comida y su cuerpo. Estos se caracterizan por comportamientos anormales de alimentación y una preocupación excesiva por el peso y la imagen corporal. Mismos síntomas que son más comunes en mujeres jóvenes, aunque también pueden afectar a hombres.
Existen varios tipos de trastornos alimenticios, pero los tres más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón.
La anorexia nerviosa se caracteriza en que las personas tienen una obsesión con perder peso y se restringen severamente en la cantidad de comida que consumen. A menudo, tienen una percepción distorsionada de su cuerpo, pensando que su peso es superior de lo que realmente es. Los síntomas incluyen una pérdida significativa de peso, comportamientos disfuncionales de alimentación y ejercicio excesivo. La anorexia puede llevar a complicaciones médicas graves, como desequilibrios físicos , problemas del corazón y daño renal.
La bulimia es un trastorno alimenticio en el que las personas tienen episodios recurrentes de atracones de comida seguidos por comportamientos compensatorios, como el vómito autoinducido, el uso de laxantes o el ejercicio excesivo. Las personas con bulimia nerviosa también tienen una preocupación extrema por su peso y su imagen corporal. La bulimia puede causar problemas de salud graves, como desequilibrios electrolíticos, inflamación del esófago y caries dentales.
El trastorno por atracón es un trastorno alimentario en el que las personas tienen episodios recurrentes de ingesta alimentaria descontrolada, durante los cuales comen grandes cantidades de comida en poco tiempo y se sienten impotentes para detenerse. A menudo, estos episodios se producen en secreto y son seguidos por sentimientos de vergüenza y culpa. El trastorno por atracón puede llevar a la obesidad, problemas de salud física y problemas de salud mental.
Los trastornos alimentarios pueden tener consecuencias físicas y mentales graves a largo plazo, como problemas de salud, depresión, ansiedad y dificultades en las relaciones interpersonales. Es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental si usted o alguien que conoce está luchando contra un trastorno alimentario. La recuperación es posible con la ayuda adecuada.