DANZA D'AS BRUIXAS (4/4). BIELLA NUEI

DANZA D’AS BRUIXAS
¿Quiénes eran las famosas “bruixas” de Tella? Fadas, bruixas, moras… son algunos de los nombres con los que se conocen en el Pirineo aragonés ¿Qué poderes tenían para que su recuerdo haya llegado hasta nuestros días? “Teixidoras de suenios” (tejedoras de sueños), herbolarias, anudadoras que “cantaban a l’aire os secretos de l’amor”… Nadie dudaba de que tenían poderes y, todavía hoy, quien más quien menos en la Val de Tella sigue contando viejas historias sobre las famosas brujas de este pueblo. Anécdotas increíbles que navegan entre la fantasía y la realidad.
Pero ¿y si en verdad fueran mujeres “empoderadas” que solo ejercían su libertad, herederas de unos saberes antiguos que unían magia y curanderismo? O quizás sólo mujeres que mantenían una relación especial con el bosque y la naturaleza y que, acompañadas de músicos, se reunían al atardecer o en las noches de luna llena para bailar y cantar. Muchos estudiosos del caso opinan que, más allá de la leyenda negra, con la danza y la ayuda de alguna droga estas mujeres entraban en trance y se liberaban por unas horas de su dura vida cotidiana.
Este asunto de las brujas sigue siendo un enigma muy sugerente. Por eso decidimos hacer un experimento para comprobar qué emociones sentirían aquellas mujeres en esos momentos de desenfreno: ¿y si convocamos a las mujeres de Tella y su valle para celebrar una reunión de “brujas” en la que bailen y griten con nuestra música, liberando demonios y malos rollos? La verdad es que después de dos años de pandemia apetecía intentarlo. La única droga sería la música y ese ambiente misterioso que rodea al dolmen de Tella, uno de los espacios más mágicos de todo el Pirineo ¡Dicho y hecho!
Así que, después de hacer un llamamiento para participar en la aventura, se presentaron varias ”brujas” pirenaicas con raíces en Tella pero llegadas desde distintos puntos para celebrar nuestro particular “aquelarre”.
El resultado fue impresionante: la tarde resultó hermosa y apacible y, tras unos breves momentos de reconocimiento en torno al dolmen, la música empezó a sonar y se hizo la magia: lideradas por la “sacerdotisa” Inma comenzaron a bailar con sus pies descalzos, sintiendo el frescor de la hierba y el aire del atardecer, liberando poco a poco sus movimientos y sus gargantas hasta convertir el encuentro en una danza vertiginosa acompañada por gritos de satisfacción. Después de más de una hora bailando, nuestras “brujas” terminaron cansadas pero intensamente felices y liberadas, con una sonrisa amplia y la convicción de que habían vivido un acontecimiento de resurrección emocional y de recarga energética que no dudarían en volver a repetir. Objetivo superado: la música, la danza y el encuentro festivo de cuerpos, emociones y almas habían logrado recuperar, aunque fuera en parte, la intensa experiencia de esas misteriosas reuniones de mujeres.
Todo hubiera sido imposible sin la ayuda de Beli Sesé y otros vecinos de la Val de Tella, de Álex Baicus y Joaquín Baldellou que actuaron como "mirones" y, por supuesto, todas las “bruixas” que nos acompañaron en esta danza: María Jesús Cazcarra, Alegría Comps, Pili Pueyo, Tere Sesé, Lola Fernández, Luisa Matilde Sánchez, Fina Bosque, Mari Carmen Quintilla, Montse Isar y Loreto Peirón ¡Gracias a todas! Los músicos de Biella Nuei son en esta ocasión Eduardo García (acordeón), Jorge Álvarez (gaita aragonesa y albogue), Inma Carné (voz), Pilar Almalé (viola da gamba), Daniel Martínez Aguaviva (violín) y Luismi Bajén (flauta travesera). La música y la letra son composiciones de Luismi Bajén y Biella Nuei.
Este videoclip forma parte de ORDESA, EL ÁRBOL VOLADOR, la nueva obra musical de Biella Nuei, que busca el reencuentro de la gente del Pirineo con su música y su cultura. Después de varios años investigando la cultura popular de los valles del Parque Nacional de Ordesa (Broto, Vio, Puértolas-Tella y Bielsa), con la colaboración de muchos de sus vecinos, devolvemos las viejas melodías renovadas en nuestras voces e instrumentos o, como en esta ocasión, componemos nuevos temas inspirados en la tradición. Son 12 videoclips grabados a lo largo de los dos últimos años, muchos de ellos con la colaboración de hombres, mujeres y niños de estos valles que han convertido estas grabaciones en un verdadero acontecimiento festivo. El reconocimiento y valor del tesoro cultural del Pirineo aragonés, su música y su lengua, tantas veces maltratadas, se convierten en orgullo, energía y motor para recuperar la vida en estas montañas. Son nuestro apoyo musical a los Roldes de Resistenzia Rural de todo el país, los pueblos que se resisten a la emigración y el abandono.
Si quieres seguir en directo las aventuras de Biella Nuei en “Ordesa, el árbol volador” visita:
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