Javier Ruiz López

Javier Ruiz nació el "7 del 7" de 1949 en Reinosa, donde creció con sus padres y sus abuelos maternos. A los dos años de edad, se mudaron a Torrelavega al barrio La Inmobiliaria, ya que su padre comenzó a trabajar como tornero en Solvay. Javier creció con sus dos hermanas, siendo el hermano mayor. Estudió en diferentes centros educativos locales: la escuela nacional José María Pereda, la academia Montes de Neira y el Colegio Francés, donde comenzó el bachillerato que continuó en el Instituto Marqués de Santillana de Torrelavega. En 1963 ingresó en la recién inaugurada Escuela de Maestría Industrial, donde se graduó como maestro industrial en la especialidad de mecánica.
A finales de los años 60, en pleno tardofranquismo, Javier tomó conciencia de clase. Torrelavega y su comarca fueron escenario de constantes conflictos debido a las demandas obreras para obtener mejoras laborales, en las cuales Javier se involucró de manera activa. Además, participó en las reuniones del incipiente y clandestino surgimiento del sindicalismo, y finalmente contribuyó a la creación del Sindicato Unitario.
En cuanto a su trayectoria laboral, Javier comenzó a trabajar como mecánico a los 18 años en la empresa Montajes Landaluce, que trabajaba en Funditubo (actual Saint-Gobain PAM España). Después de año y medio, pasó a la sede de Torrelavega, siendo cedido a Solvay. Tras cumplir el servicio militar en Bilbao durante 18 meses. A los 22 años inició su vínculo laboral con Solvay como oficial de Tercera, mecánico-ajustador y, tras desempeñar diferentes funciones, terminó siendo contramaestre en el sector B. Desde las primeras elecciones sindicales en democracia, a finales de los 70, hasta mediados de los 90, fue representante sindical con el Sindicato Unitario. Y a la edad de 59 años, se prejubiló. Colaboró aportando su experiencia vivida en el libro "El Movimiento Obrero en Cantabria (1955-1977)" de J.C. Argos Villar y J.E. Gómez Díaz, en el apartado de la Huelga de 40 días en Solvay.
Javier contrajo matrimonio a los 21 años de edad, y de este matrimonio tuvo dos hijas y un hijo, antes de divorciarse con 33 años. En 2003 estableció una relación y convivió en pareja en Solares durante quince años. En la actualidad reside en Torrelavega cultivando sus grandes pasiones, los viajes "cámara en mano para ser testigo de otros modos de vida" de los que conserva unas 10000 diapositivas, la cerámica y la fotografía.
A lo largo de más de veinte años, Javier ha dedicado su tiempo a la cerámica artística y funcional, explorando diferentes estilos y centrando su interés en los esmaltes cerámicos. En sus inicios, alquiló un local en la calle Camino Real del pueblo de Cartes, donde estableció su taller. A mediados de los años 90, Javier inició la escuela de cerámica, la cual tuvo su sede en distintos locales cedidos por el ayuntamiento de Cartes. Durante más de una década, impartió clases como actividad extraescolar tanto al alumnado del colegio Manuel Lledias como a la vecindad de Cartes. Esta experiencia la consideró "la labor más gratificante". En la actualidad, la "Escuela de Cerámica Cartes" continúa su legado, ahora dirigida por su hijo, ubicada en la antigua casa de los maestros, cerca del actual Centro Cultural. Además de su labor docente, desde inicios de los años 90 hasta pasado el año 2010, Javier formó parte del Colectivo de Ceramistas de Cantabria, participando en numerosos cursos de formación, ferias y exposiciones.
Entre 2011 y 2023, participó en el proyecto de un libro sobre etnografía de Cantabria junto al etnógrafo Gustavo Cotera. Javier fotografió escenas tradicionales cántabras, con indumentaria y acicalamiento de finales del siglo XIX y principios del XX, recreadas por la vecindad de Fresnedo, Rudagüera y San Pedro de Rudagüera. A sus 74 años (en 2023), su historia refleja la importancia de seguir nuestras pasiones y participar activamente en la sociedad en la que vivimos.
Legado Cantabria es una producción de Fundación PEM

[@anacristinasanchez6151]

Buenos días desde Oviedo.
Qué relato tan especial y sereno.
Javier,es usted un persona especial.
Me siento identificada con sus vivencias.
Su cerámica es guapísima!!!
Gracias por enseñarme un poquito de vida.

[@tpv1996]

👏👏👏👏👏👏❤️