'Instantáneas del tiempo. 1978 - 1979', de Ignacio Gómez de Liaño

El filósofo y escritor Ignacio Gómez de Liaño nos habla sobre el último volumen de sus diarios, 'Instantáneas del tiempo. 1978 - 1979', el cual es una literaria vía de acceso al mundo cultural de la España de la Transición. Años vividos con gran intensidad en las amistades, las artes y las letras. La transición de una dictadura a un régimen que aspiraba a la excelencia democrática.

[@hanooshanoos271]

Gracias por compartir este video sobre la obra del gran filósofo y pensador y mejor persona Ignacio Gómez de Liaño.

[@emilianopascuallozoya3747]

Reciba mi reconocimiento anticipado por el ofrecimiento de esta nueva obra.
Me encuentro en plena lectura de su libro. Con entusiasmo, dedico una franja de la mañana para leer esos textos diarios que van componiendo su vida. Salidas continuas, vonversaciones, visitas, exposiciones, viajes, reuniones con amigos...; rica vida social, laboral, artística: familia, universidad, amistades con artistas y autores de ese Madrid en ebullición y de grandes cambios sociales y políticos...; comentarios y descripciones: galerías, museos, personas, paisajes, entornos, viajes, sueños...; ¡y pensamiento!, frecuentes cuñas de excelente pensamiento filosófico con referencias personales y colectivas.
Efectivamente, como usted comenta, la narrativa del diario torna a ser una novela, una gran novela compuesta día a día, con la frescura y realismo que ello conlleva. En mi opinión, si no existe, como en el mundo pictórico, el estilo de novela hiperrealista, esta obra lo puede inaugurar. Porque para mí es hiperrealismo escribir una novela con la pincelada precisa del relato que nos ofrece el vivir diario: la fotografía del vivir.
Y además, la narración se convierte en ese diario que nosotros nunca escribimos y que ahora sentimos no haberlo hecho. Pero con ese recuerdo del tiempo, de lugares, de personas, de noticias..., también avanzamos en la memoria de nuestras vivencias personales.
Su diario, don Ignacio, transita así en el mejor fulcro para nuestro propio recuerdo, para ordenar en nuestra memoria las vivencias de esos años.
Muchas gracias por ese regalo literario tan personal.