Grazie a Javé (Salmo 135 [136]) - Cammino Neocatecumenale

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  • เผยแพร่เมื่อ 5 ต.ค. 2024
  • Gracias a Yhvh - Salmo 135 (136)
    En este salmo bellamente interpretado en italiano, vemos como el poeta, librado por Dios de grave peligro, canta el poder y la misericordia de Dios para con él, y muestra firme confianza en su protección. O tal vez: himno de acción de gracias por una victoria sobre los enemigos de Israel. Estilo procesional, con intervención de sacerdotes, laicos y prosélitos.--
    Con ocasión de una gran solemnidad pública, el salmista entona un himno de acción de gracias por una victoria recientemente obtenida contra los enemigos de Israel. La distribución estrófica tiene un aire procesional, y parece que intervienen todos los estamentos de la sociedad israelita: los sacerdotes, los laicos y aun los prosélitos o adheridos al culto del pueblo escogido. Desde el punto de vista literario se debe notar el aire antifonal del salmo: una voz recita un verso, y el coro responde con una letanía de frases rimadas en consonancia con la idea principal expuesta por el solista que dirige el coro.
    Este salmo es el último del grupo aleluyático («Gran Hallel») y rezuma un profundo sentido eucarístico, de acción de gracias. El salmista habla en nombre de la nación: Yahvé ha liberado milagrosamente al pueblo de un gran peligro nacional, y el poeta, recogiendo el sentir colectivo, expresa, durante una procesión al templo para ofrecer las víctimas eucarísticas, los sentimientos de gratitud hacia el Dios nacional.
    Organizada la procesión, un salmista invita a todos los componentes del pueblo elegido a cantar los beneficios de su Dios. El pueblo responde: «porque es eterna su misericordia». Después el director de coro se dirige a cada uno de los estamentos de la sociedad israelita: a la casa de Israel, es decir, la representación del elemento laico de la teocracia israelita. El pueblo contesta con el estribillo anterior. A continuación se dirige el salmista a la clase sacerdotal -la casa de Aarón-, y el coro general contesta con el mismo estribillo. Finalmente, el salmista se dirige a los temerosos de Yahvé -los espíritus religiosos más selectos o quizá los «prosélitos» adheridos al culto yahvista, aunque de procedencia gentílica-, y el coro sigue repitiendo el refrán que ensalza la misericordia de su Dios.
    A continuación el salmista declara cómo Yahvé ha mostrado su misericordia con él -habla en nombre de la colectividad nacional-, pues le ha liberado de una situación angustiosa. En realidad, teniendo a su favor a Yahvé, nada puede temer de sus enemigos. Los auxilios humanos son insuficientes y aun falaces; por eso, sólo debe confiarse en Yahvé, que no engaña y es omnipotente.
    Después de la victoria sobre los obstinados enemigos, los israelitas, agradecidos, entonan himnos jubilosos de triunfo, pues se ha manifestado la diestra poderosa de Yahvé como en los tiempos antiguos. La estructura procesional parece mantenerse en la repetición del estribillo: «la diestra del Señor es poderosa». El pueblo entra solemnemente en el templo de Jerusalén y canta las nuevas gestas de su Dios, no inferiores a las del Éxodo.
    Una vez llegados al umbral del recinto sagrado, una voz pide que se abran las puertas del templo, que representan la justicia; ellas guardan al Dios justo, y en su morada santa se muestra su espíritu de justicia para con su pueblo. Los guardianes del templo declaran que ésta es la puerta del Señor. Por eso, por ella deben entrar sólo los justos, que conforman su vida a las exigencias de la ley divina. De nuevo una voz declara el motivo de la actual exultación colectiva: el pueblo de Dios, minúsculo en apariencia, ha sido despreciado por los grandes imperios, pero ahora se ha convertido, según los planes divinos, en piedra angular del edificio de todas las naciones. Israel es, en efecto, la piedra angular en el edificio de la salvación de la humanidad, pues es el vehículo de transmisión de los designios salvadores de Dios en la historia. Jesucristo se aplicó este texto a sí mismo, pues las clases dirigentes de Israel no le han querido reconocer como Mesías, cuando es la piedra angular del mesianismo (Mt 21,42). En efecto, Cristo es el punto de conjunción del Israel de las promesas y el de las realizaciones mesiánicas universalistas. El salmista, entusiasmado ante los destinos de Israel, dice: Es el Señor quien lo ha hecho. Este día de la liberación de Israel es el día en que actuó el Señor.
    Se agradece la colaboración de varios hermanos italianos por la colaboración en la interpretación de este bellísimo salmo.
    ¡La Paz del Señor, Rey del Universo, esté con todos ustedes!

ความคิดเห็น • 1

  • @davidepiofaraci755
    @davidepiofaraci755 ปีที่แล้ว

    Lodate in eterno il nome di Javè pace fratelli