Historias que abrigan | Casas bioclimáticas en Puno

A más de 4, 000 m.s.n.m. en Puno, se encuentran los Wasiymi (mi casa, en quechua), casitas bioclimáticas que protegen de las heladas y el friaje a las familias más vulnerables de nuestras localidades altoandinas que se encuentran en situación de pobreza y pobreza extrema.
𝐄𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨, 𝐀𝐧𝐭𝐨𝐧𝐢𝐚 𝐲 𝐅𝐥𝐚𝐯𝐢𝐚.❤️🏠
Hace 48 años, Florencio y Antonia se dieron el sí. Jóvenes y enamorados, iniciaron su vida en el distrito de Orurillo (Melgar, #Puno).
Vivir a cerca de los 4000 m.s.n.m. y con temperaturas bajo cero siempre fue un reto, pero Florencio, Antonia y sus cuatro hijos encontraban cómo llenar su hogar de calidez. Ya sea abrazados los 6 en la misma cama, junto a sus animalitos o alrededor de la leña, su familia siempre fue más fuerte que el frío.
Sus hijos crecieron y tomaron sus propios caminos en otras ciudades, pero Florencio y Antonia no querían dejar su amado Orurillo; sin embargo, el tiempo pasaba y los años pesaban, y con ellos, la salud empezaba a alertar.
"Nos vamos a Lima", dijo Florencio en algún momento, cuando el frío se volvió aun más inclemente y vio que ni él ni Antonia tenían la misma fuerza para combatirla.
En esa incertidumbre aparecieron las #Wasiymi, unos módulos bioclimáticos capaces de conservar el calor para protegerlos a ellos frente al frío.
Es así que colaborando con la mano de obra, Florencio, Antonia y su comunidad son ahora beneficiarios de estas "viviendas calientes", ubicadas al lado de su hogar de siempre, dándoles la oportunidad de seguir construyendo nuevas memorias, ahora abrigados del frío.