El Intermedio Tardío - La Cultura Lambayeque (Reino Sicán)

La cultura Lambayeque, también denominada reino Sicán, es una cultura del Antiguo Perú que se manifestó entre los siglos 8 y 14 de nuestra era, en el territorio costeño del departamento de Lambayeque, llegando a su apogeo entre los siglos 10 y 11. La cultura Lambayeque tuvo su núcleo de desarrollo entre los valles de Motupe por el norte y Jequetepeque por el sur.
En su desarrollo se distinguen tres etapas:
Fase temprana (700 al 900). Surge cuando las cultura wari y tiahuanaco se hallaban en auge; Lambayeque añadió a la herencia cultural moche los aportes de ambas civilizaciones, además de influencia de la cultura Cajamarca. Las evidencias indican que en esta etapa, Lambayeque estaba todavía en plena formación y muy susceptible a las influencias externas.
Fase intermedia (900 al 1100). En esta etapa Lambayeque se unificó y fue adquiriendo una identidad cultural propia. Se estableció la capital en el complejo Batán Grande, liderada por reyes-sacerdotes que difundieron el culto al dios Sicán (Luna). La leyenda de Naylamp explicaría esta etapa. Es un período de apogeo, de donde provienen suntuosos enterramientos. Durante este periodo se desarrolla el comercio y construye el sistema de irrigación que conectó los valles lambayecanos. La caída de la cultura Wari brindó el momento para la emergencia de la identidad y autonomía de Sicán. Durante los años 900 y 950 se establecen las bases que aseguraron el crecimiento del poder político y económico, así como el prestigio social y religioso. A esta etapa la denominamos Sicán Medio. Hacia el año 1000, Sicán Medio había establecido sus dominios desde el valle de Piura en el norte, hasta el valle de Chicama, al sur. Ejerció fuerte influencia artística, religiosa y tal vez económica sobre un área extensa, por el norte hasta el valle de Tumbes, y hasta el valle de Ica, por el sur. En muchas áreas de esta zona de influencia vemos cerámica y textiles importados del núcleo Sicán, e imitaciones locales. El poder y la riqueza de la época temprana del periodo Sicán Medio disminuyeron rápidamente al enfrentar los primeros golpes de una sequía de tres décadas que empezó alrededor del 1020, seguida de un megafenómeno de El Niño, con lluvias torrenciales e inundaciones entre los años 1050 y 1100. La poca habilidad de los líderes de minimizar o revertir los efectos adversos de los desastres puede haber culminado eventualmente en la destrucción del templo. Entre la sequía y la inundación, toda la arquitectura importante que simbolizaba el liderazgo de Sicán Medio en la capital de Sicán fue sistemáticamente incendiada.
Fase tardía (1100 al 1375). Etapa de decadencia y final. Alrededor del 1100, la destrucción y abandono de la capital de Sicán estuvo acompañada por abruptos e importantes cambios en el arte; los íconos que habían simbolizado la religión y élite de Sicán, básicamente desaparecieron. Batán Grande sufrió un gran incendio que coincidió con un periodo de sequías; la capital se trasladaría a la ciudad de Túcume, renegando del culto al dios Naylamp. En Túcume, capital de Sicán Tardío, se observan sucesivas fases de frisos de barro en la Huaca Las Balsas, cuya ocupación abarca desde Sicán Tardío hasta el periodo inca, y muestran olas estilizadas, botes de caña con estilizadas aves y ‘hombres-ave’, así como otros motivos relacionados con el océano y las aves. Los Lambyeque serían finalmente conquistados por el rey chimú (Chimú Cápac), quien los convirtió en provincia de su reino en el año 1375. La parte final de la leyenda de Naylamp trataría de explicar esta última etapa.