Supurando tras mi Craneotomia, noche tras noche. Desde mi atalaya os escucho y me dais mucha paz. Desde mi ser persona os lo agradezco por calmar mis dolores con vuestra música divina. Un abrazo muy fuerte desde la Residencia de Zafra. Vuestro siempre Juan Lorenzo Amador Montaño.
Supurando tras mi Craneotomia, noche tras noche. Desde mi atalaya os escucho y me dais mucha paz. Desde mi ser persona os lo agradezco por calmar mis dolores con vuestra música divina. Un abrazo muy fuerte desde la Residencia de Zafra. Vuestro siempre Juan Lorenzo Amador Montaño.