Joder , que envidia sana , llevo años viendo videos de este tipo y siempre me digo que me gustaria intentarlo , pero no se que experiencia hay que tener para hacer un curso , y que edad , pero ver esas imagenes y saber que estan gravadas por vosotros , y que vosotros estais experimentando eso , tiene que ser increible , esa sensacion de libertad . Podrias darme informacion de donde sacarme de dudas , aunque solo fuese eso , ya voy a seguir el canal , porque solo las imagenes me ayudan a sentirme mejor , y solo imaginarme ahi arriba , buah , tremendo placer ... Gracias amigo , y seguir sacando esos videos .
VIENTO EN COLA 2024 Navarra. Crónica de Victornillo. Eran las 8 y pico de la mañana, cerca de Uceda, entra las provincias de Madrid y Guadalajara, con la Sierra Norte de Madrid y su pico estrella, El Ocejón nevado, adornando el horizonte. Teníamos que dejarlo a nuestra izquierda rumbo a Atienza, primer punto de paso a donde nos llevaba el viento. Despues de los pertinentes saludos, llegar todos puntuales fue un buen presagio para que se cumpliera lo dicho de que no despegue nadie hasta que los demás no estén, como mínimo, enganchando las bandas a los mosquetones. Se cumplió. Despegaron por éste orden Richi, Patricio, Rafa, servidor (Víctor (Victornillo)) y Romina por ese orden. Todos a la primera con la brisilla perfecta del amanecer orientada al contrario de lo que necesitábamos, pero fue subir 20 metros y ya lo teníamos de cola. Orientación perfecta y sin un giro. Apuntamos la majestuosa proa de nuestras naves (botas embarradas) hacia las últimas montañas de la sierra, lo que nos obliga a ir ya cogiendo altura sin prisa. Según vamos subiendo, va aumentando la velocidad en una relación matemática. Tras dejar atrás el embalse de Beleña y sus bosques con pocos aterrizajes posibles, las pasamos, al menos yo, con buen margen de seguridad a unos 1800 m. de altitud, que son unos 900 respecto al despegue y nada menos que a 80 km/h. Casi tengo que frenar para ver a gusto el castillo de Atienza! A partir de ahí se suaviza el paisaje y se puede volar tranquilo, con muchos aterrizajes disponibles en busca del Duero y Almazán, primer repostaje previsto, donde llegamos en menos de 2 horas y sobrados de gasolina. Todos menos Rafa, que iba un poco justo de autonomía. La asistencia en tierra, formada por Jose con la furgo-gadget de Romina y Nuria con otro coche, llega puntual. Un poco de alimento para los humanos y mucho para los motores y en 50 minutos volvemos a estar en el aire. 50 minutos? Pues sí que nos lo tomamos con calma.Ya íbamos de sobrados. Despegamos casi todos a la primera y dirigimos nuestras mojadas botas a Soria con nuestros GPS indicando más de 60 km/h. A nuestra derecha el Moncayo nevado destacando de las llanuras, bajo nuestros pies el Duero que nos acompaña un buen tramo de ruta y pueblos todos con el apellido "de Duero". En uno de ellos hago un 360 bien amplio tratando de ver a los compañeros que vuelan por detrás. No les veo, pero gracias a la localización en tiempo real que llevamos en los móviles veo por donde andan y, esto queda muy de peli: establezco contacto visual. Uno, dos, tres... falta uno, Pat, que anda jugando con todo lo que ve con su Warp rápida y va un poco a su bola grabando con su cámara 360. El punto de paso cercano a Soria pasa como un rayo al igual que Soria que la vemos a 10 kms a nuestra izquierda. Tenemos por delante las montañas del Sistema Ibérico que sobrevolaremos entre el Moncayo y la Sierra de la Demanda. Así que vamos para arriba poco a poco desde los 1300 m. viendo girar ráido los aerogeneradores de las cumbres. Lo pasamos con buen margen de altura todos, menos Richi que le gustan las turbulencias y ver de cerca el número de serie de los molinitos. Casi me da un infarto cunado me dí la vuelta y le ví directo a las aspas de uno... Le avisé por radio justo cuando me dí cuenta que la vista me engañó y ya los había dejado atrás. Romi, Rafa y Yo los pasamos a unos 1800 metros donde el viento subía y subía hasta hacernos ver en el GPS más de 100 Km/h. Una viento en cola es para eso!! Al frente se adivinaba el valle del Ebro. Y fue aquí cuando vivmos el momento mágico de la ruta. Romi me dijo por radio que teníamos que esperar a Richi que se estaba quedando demasiado atrás, así que giro de 180 grados y... a hacer el helicóptero. La sensación era de estar totalmente parado sobre un mapa gigante de la geografía de España. Al frente la sierra y los campos de Soria, a mis lados todo el Sistema Ibérico con las cumbres nevadas a la vista y cuatro puntitos debajo de un trapo acercándose a toda velocidad. Cuando se pusieron a mi par, un poco de minimando derecho, giro tipo dron y todo empieza a moverse de nuevo. Qué giro más inolvidable. Aparecen delante de mí los Pirineos nevados en el horizonte y ya más claramente el mencionado valle del Ebro, que tan buenos recuerdos me trae de otras rutas y donde los vientos siempre cambian. Pocos saben que el río no viaja solo, sobre su corriente de agua ,va otra de aire, el Cierzo, que une Mediterráneo con Cantábrico y cruzarlo es a veces complicado, pero ésta vez debía estar de vacaciones. Allá abajo los aerogeneradores estaban parados y el humo de una fábrica subía recto hasta la capa de inversión, donde desaparecía. Mejor imposible. Ventarrón laminar al servicio de los señores voladores "apoyándose" sobre una capa más fría y densa. Entre ambas la esperada cizalladura, pero suavita, perfectamente soportable. Si querías correr, había que volar por encima de 1000m.; si querías cobrar y correr menos, entre 1000 y 700, si querías ver cuanto corre tu vela con viento cero y sentir el frío Riojano, por debajo de 700. Capas de libro. A 1000 m se veía el mar de neblina y como la temperatura era de unos 14 grados (contra los 7 o así de abajo) podías sacar un Daikiri con pajita, ponerte las gafas de sol y ligar bronce junto al mar. Abajo, entre la neblina, imaginaba a los pobres terrícolas hablando del frío y húmedad sin sol del día, ajenos a lo que ocurría en nuestro paraíso. Volábamos hacia Valverde, próximo aterrizaje teórico y pueblo donde empieza la bajada al valle y que está situado en el encuentro de las provincas de Soria, La Rioja, Zaragoza y Navarra. Estaba claro que nos sobraba tiempo y gasolina por lo que abrimos un debate por la radio. El viento nos pedía seguir recto en rumbo nordeste, pero nos metíamos de lleno en las zona LED50 de las Bárdenas. Al ser Sábado parece que se podía, pero al consultar los NOTAM veo que está activo por lo que imposible seguir en esa dirección. Decidimos apuntar al sigunete punto de paso a pesar de que nos iba a ralentizar mucho. Ponemos Rumbo 020 hacia Tafalla y para no ir derivando bajamos todos de la relativamente cálida capa de inversión al frío Navarro-Riojano. A unos 50 km/h vemos preciosos pueblos como Citruénigo, Tudela, Alfaro... También comentamos que desde Tafalla podíamos volver a rumbo nordeste y tratar de llegar al embalse de Yesa en Huesca o incluso a Jaca si nos favoreciera el viento. Comentando por la radio la gasolina que nos quedaba para llegar a Tafalla vemos que llegamos muy justo y que como los aterrizaese empiezan a complicarse pasado Funes, decidimos ir a lo seguro y aterrizar entre éste, Marcilla y Villafranca. Había tantos campos qu no sabíamos cual elegir... y elegimos el peor. Lejos de las malditas lineas elecricas, pero resultó estar embarrado. De ese barro que se pega a las botas y no te suelta. Una vez todos fuera de esa trampa de la que salimos andando penosamente con la cruz, digo, paramotor y vela a cuestas. Nos abrazamos de alegría por lo conseguido y abrimos nuevo debate miestras llegaba el equipo de tierra. Decidimos que es imposible despegar de allí, así que estudiamos campos cercanos y todos estaban igual o peor. Otra opción era cargar todos los equipos y volverlos a montar... un lío, y otra tratar de despegar en un camino con una acequia a un lado y un terraplén con matojos al otro... sin opción a corrección, es decir, jugártela a todo o nada. Opción descartada por todos menso por Patricio, que estaba torero con su motor nuevo y su vela que infla sin motor. En esas estábamos cuando llegó el avituallamiento y ya nos perdió con croquetitas, bebidas, sandwiches, etc. etc. Somo débiles antes los placeres mundanos y estábamos ya eufóricos, así que la decisión de la mayoría fue quedarnos a saborear lo ya conseguido y a hacer puestas de cuantos cordinos iba a romper Pat... Y perdimos todos. Ganó Pat y sus coj... consiguiendolo a la segunda con viento cero. La primera acabó por suerte en el lado bueno: Terraplén con matojos y barrizal, pero sin romper nada. Decidió volar 30 kms hasta Lerín, bonito pueblo cerca de Logroño. Una vez recogido, tuvimos que meterle en la furgo a empujones porque no le cabía la sonrisa. jaja! Colorín colorado ésta pedazo de ruta se ha acabado. Según mi GPS un poco menos de 4 horas de vuelo, 240 kms recorridos, altitud máxima 1987m. y velocidad máxima 102 km/h. Buenos vuelos.
Que pasada yo quiero croquetas dale cana Patricio que esa es la vida, pura terapia hermano.
Joder , que envidia sana , llevo años viendo videos de este tipo y siempre me digo que me gustaria intentarlo , pero no se que experiencia hay que tener para hacer un curso , y que edad , pero ver esas imagenes y saber que estan gravadas por vosotros , y que vosotros estais experimentando eso , tiene que ser increible , esa sensacion de libertad . Podrias darme informacion de donde sacarme de dudas , aunque solo fuese eso , ya voy a seguir el canal , porque solo las imagenes me ayudan a sentirme mejor , y solo imaginarme ahi arriba , buah , tremendo placer ... Gracias amigo , y seguir sacando esos videos .
VIENTO EN COLA 2024 Navarra. Crónica de Victornillo.
Eran las 8 y pico de la mañana, cerca de Uceda, entra las provincias de Madrid y Guadalajara, con la Sierra Norte de Madrid y su pico estrella, El Ocejón nevado, adornando el horizonte. Teníamos que dejarlo a nuestra izquierda rumbo a Atienza, primer punto de paso a donde nos llevaba el viento.
Despues de los pertinentes saludos, llegar todos puntuales fue un buen presagio para que se cumpliera lo dicho de que no despegue nadie hasta que los demás no estén, como mínimo, enganchando las bandas a los mosquetones. Se cumplió.
Despegaron por éste orden Richi, Patricio, Rafa, servidor (Víctor (Victornillo)) y Romina por ese orden. Todos a la primera con la brisilla perfecta del amanecer orientada al contrario de lo que necesitábamos, pero fue subir 20 metros y ya lo teníamos de cola. Orientación perfecta y sin un giro. Apuntamos la majestuosa proa de nuestras naves (botas embarradas) hacia las últimas montañas de la sierra, lo que nos obliga a ir ya cogiendo altura sin prisa. Según vamos subiendo, va aumentando la velocidad en una relación matemática. Tras dejar atrás el embalse de Beleña y sus bosques con pocos aterrizajes posibles, las pasamos, al menos yo, con buen margen de seguridad a unos 1800 m. de altitud, que son unos 900 respecto al despegue y nada menos que a 80 km/h. Casi tengo que frenar para ver a gusto el castillo de Atienza! A partir de ahí se suaviza el paisaje y se puede volar tranquilo, con muchos aterrizajes disponibles en busca del Duero y Almazán, primer repostaje previsto, donde llegamos en menos de 2 horas y sobrados de gasolina. Todos menos Rafa, que iba un poco justo de autonomía. La asistencia en tierra, formada por Jose con la furgo-gadget de Romina y Nuria con otro coche, llega puntual. Un poco de alimento para los humanos y mucho para los motores y en 50 minutos volvemos a estar en el aire. 50 minutos? Pues sí que nos lo tomamos con calma.Ya íbamos de sobrados.
Despegamos casi todos a la primera y dirigimos nuestras mojadas botas a Soria con nuestros GPS indicando más de 60 km/h. A nuestra derecha el Moncayo nevado destacando de las llanuras, bajo nuestros pies el Duero que nos acompaña un buen tramo de ruta y pueblos todos con el apellido "de Duero". En uno de ellos hago un 360 bien amplio tratando de ver a los compañeros que vuelan por detrás. No les veo, pero gracias a la localización en tiempo real que llevamos en los móviles veo por donde andan y, esto queda muy de peli: establezco contacto visual. Uno, dos, tres... falta uno, Pat, que anda jugando con todo lo que ve con su Warp rápida y va un poco a su bola grabando con su cámara 360.
El punto de paso cercano a Soria pasa como un rayo al igual que Soria que la vemos a 10 kms a nuestra izquierda. Tenemos por delante las montañas del Sistema Ibérico que sobrevolaremos entre el Moncayo y la Sierra de la Demanda. Así que vamos para arriba poco a poco desde los 1300 m. viendo girar ráido los aerogeneradores de las cumbres. Lo pasamos con buen margen de altura todos, menos Richi que le gustan las turbulencias y ver de cerca el número de serie de los molinitos. Casi me da un infarto cunado me dí la vuelta y le ví directo a las aspas de uno... Le avisé por radio justo cuando me dí cuenta que la vista me engañó y ya los había dejado atrás. Romi, Rafa y Yo los pasamos a unos 1800 metros donde el viento subía y subía hasta hacernos ver en el GPS más de 100 Km/h. Una viento en cola es para eso!!
Al frente se adivinaba el valle del Ebro. Y fue aquí cuando vivmos el momento mágico de la ruta. Romi me dijo por radio que teníamos que esperar a Richi que se estaba quedando demasiado atrás, así que giro de 180 grados y... a hacer el helicóptero. La sensación era de estar totalmente parado sobre un mapa gigante de la geografía de España. Al frente la sierra y los campos de Soria, a mis lados todo el Sistema Ibérico con las cumbres nevadas a la vista y cuatro puntitos debajo de un trapo acercándose a toda velocidad. Cuando se pusieron a mi par, un poco de minimando derecho, giro tipo dron y todo empieza a moverse de nuevo. Qué giro más inolvidable. Aparecen delante de mí los Pirineos nevados en el horizonte y ya más claramente el mencionado valle del Ebro, que tan buenos recuerdos me trae de otras rutas y donde los vientos siempre cambian. Pocos saben que el río no viaja solo, sobre su corriente de agua ,va otra de aire, el Cierzo, que une Mediterráneo con Cantábrico y cruzarlo es a veces complicado, pero ésta vez debía estar de vacaciones. Allá abajo los aerogeneradores estaban parados y el humo de una fábrica subía recto hasta la capa de inversión, donde desaparecía. Mejor imposible. Ventarrón laminar al servicio de los señores voladores "apoyándose" sobre una capa más fría y densa. Entre ambas la esperada cizalladura, pero suavita, perfectamente soportable. Si querías correr, había que volar por encima de 1000m.; si querías cobrar y correr menos, entre 1000 y 700, si querías ver cuanto corre tu vela con viento cero y sentir el frío Riojano, por debajo de 700. Capas de libro.
A 1000 m se veía el mar de neblina y como la temperatura era de unos 14 grados (contra los 7 o así de abajo) podías sacar un Daikiri con pajita, ponerte las gafas de sol y ligar bronce junto al mar. Abajo, entre la neblina, imaginaba a los pobres terrícolas hablando del frío y húmedad sin sol del día, ajenos a lo que ocurría en nuestro paraíso.
Volábamos hacia Valverde, próximo aterrizaje teórico y pueblo donde empieza la bajada al valle y que está situado en el encuentro de las provincas de Soria, La Rioja, Zaragoza y Navarra. Estaba claro que nos sobraba tiempo y gasolina por lo que abrimos un debate por la radio. El viento nos pedía seguir recto en rumbo nordeste, pero nos metíamos de lleno en las zona LED50 de las Bárdenas. Al ser Sábado parece que se podía, pero al consultar los NOTAM veo que está activo por lo que imposible seguir en esa dirección. Decidimos apuntar al sigunete punto de paso a pesar de que nos iba a ralentizar mucho. Ponemos Rumbo 020 hacia Tafalla y para no ir derivando bajamos todos de la relativamente cálida capa de inversión al frío Navarro-Riojano. A unos 50 km/h vemos preciosos pueblos como Citruénigo, Tudela, Alfaro... También comentamos que desde Tafalla podíamos volver a rumbo nordeste y tratar de llegar al embalse de Yesa en Huesca o incluso a Jaca si nos favoreciera el viento.
Comentando por la radio la gasolina que nos quedaba para llegar a Tafalla vemos que llegamos muy justo y que como los aterrizaese empiezan a complicarse pasado Funes, decidimos ir a lo seguro y aterrizar entre éste, Marcilla y Villafranca. Había tantos campos qu no sabíamos cual elegir... y elegimos el peor. Lejos de las malditas lineas elecricas, pero resultó estar embarrado. De ese barro que se pega a las botas y no te suelta.
Una vez todos fuera de esa trampa de la que salimos andando penosamente con la cruz, digo, paramotor y vela a cuestas. Nos abrazamos de alegría por lo conseguido y abrimos nuevo debate miestras llegaba el equipo de tierra. Decidimos que es imposible despegar de allí, así que estudiamos campos cercanos y todos estaban igual o peor. Otra opción era cargar todos los equipos y volverlos a montar... un lío, y otra tratar de despegar en un camino con una acequia a un lado y un terraplén con matojos al otro... sin opción a corrección, es decir, jugártela a todo o nada. Opción descartada por todos menso por Patricio, que estaba torero con su motor nuevo y su vela que infla sin motor. En esas estábamos cuando llegó el avituallamiento y ya nos perdió con croquetitas, bebidas, sandwiches, etc. etc. Somo débiles antes los placeres mundanos y estábamos ya eufóricos, así que la decisión de la mayoría fue quedarnos a saborear lo ya conseguido y a hacer puestas de cuantos cordinos iba a romper Pat... Y perdimos todos. Ganó Pat y sus coj... consiguiendolo a la segunda con viento cero. La primera acabó por suerte en el lado bueno: Terraplén con matojos y barrizal, pero sin romper nada. Decidió volar 30 kms hasta Lerín, bonito pueblo cerca de Logroño. Una vez recogido, tuvimos que meterle en la furgo a empujones porque no le cabía la sonrisa. jaja! Colorín colorado ésta pedazo de ruta se ha acabado. Según mi GPS un poco menos de 4 horas de vuelo, 240 kms recorridos, altitud máxima 1987m. y velocidad máxima 102 km/h. Buenos vuelos.
que pasada... sois unos cracks
yo no aguanto mas de una hora ahi arriba
un saludo... espero algun día volemos juntos
Cuando quieras!
que bueno! si pasai la próxima por Zaragoza avisad que me apunto!
Asi será. Este finde hicimos otra, pero para Portugal