Resumen - Documental "Las Bananeras"

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  • เผยแพร่เมื่อ 28 มิ.ย. 2016
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ความคิดเห็น • 8

  • @cecilitadelsuopapa9396
    @cecilitadelsuopapa9396 6 ปีที่แล้ว +3

    Sí Verónica. Ocurrió y no se debe olvidar! y eso, precisamente eso, es lo que se pretende: inducir al olvido!

  • @awizanatan7080
    @awizanatan7080 4 ปีที่แล้ว +1

    LA
    MASACRE DE LAS BANANERAS!
    Esta afirmación es problemática,
    pues sugiere que muchos de los hechos históricos de los que
    tenemos memoria no se constituyen más que a partir de aquello que
    voluntariamente se dice sobre ellos.
    ¿qué ocurre con los acontecimientos en las ocasiones en las
    que no hay más que testimonios subjetivos, hablados o escritos, para dar fe de
    ellos, y se tomen como "hechos históricos ciertos"?
    Quienes nos preocupamos por saber qué y por qué ocurrió lo
    que ocurrió en Ciénaga la noche del 5 de diciembre de 1928 nos encontramos en
    una suerte de desamparo entre testimonios enfrentados.
    Los primeros testigos de aquello que conocemos hoy como
    *"la matanza de las bananeras",*
    pudieron negarse a dar fe de *"las
    cosas tal como ellas fueron";* a partir de lo que vieron; o bien
    pudieron ejercer su libertad de construir una historia *que no era fiel lo que realmente ocurrió.*
    Pudo ocurrir, también, que un segundo testigo haya estado
    dispuesto a negar los aspectos más relevantes de lo que decía el primero y *haya construido, con ello, un nuevo relato.*
    (Por ejemplo, hubo una ansiana que hablaba de manera delirante de más de 60 mil
    muertos!).
    Estas son, justamente, las características de los primeros
    testimonios sobre *"la matanza de las bananeras"*
    Mientras uno de los testimonios de lo ocurrido en Ciénaga esa
    noche afirmó que no hubo más de 13 muertos (Cortés Vargas, 1979: 91), un
    segundo testimonio, con base en rumores, negó esa cifra para afirmar que fueron
    miles (Gaitán, 1998: 24); mientras uno de ellos afirmó que la razón que llevó
    al ejército a disparar contra una multitud reunida en la estación del
    ferrocarril de Ciénaga era el cumplimiento de una imperante orden que se emitía
    para evitar una verdadera matanza (Cortés Vargas, 1979: 75-83), un segundo
    testimonio negó esa explicación y la reconstruyó apelando a razones mezquinas y
    perversas (Gaitán, 1998: 117-132).
    Es así como el resultado de las versiones encontradas puede
    llevar, a quienes queremos saber lo que ocurrió realmente en la Zona Bananera
    en 1928, hasta una suerte de perplejidad impotente,
    aprovechado unos años después del episodio de las bananeras,
    por la imaginación desbordada de García Márquez en CIEN AÑOS DE SOLEDAD.
    A pesar de los esfuerzos que, según Cortes Vargas, hizo para
    ofrecer la alternativa de renunciar, los huelguistas insistieron no sólo en sus
    peticiones, sino en la forma peligrosa como quisieron imponer su voluntad.
    Esta insistencia fue, en últimas, el origen tanto del decreto
    de Estado de Sitio, como del decreto según el cual se declaraba "cuadrilla
    de malhechores" a los obreros violentos de la compañía.
    Alguien genuinamente interesado en conocer la verdad sobre lo
    que REALMENTE ocurrió, difícilmente va a encontrar en las afirmaciones de
    Gaitán o de Cortés Vargas testimonios que pueda calificar como pruebas fieles a
    favor de los hechos.
    Si estos dos testimonios y los testimonios derivados de ellos
    son lo único con que se cuenta, no podrá más que admitir, impotente, que la
    verdad sobre lo que ocurrió no está consignada en fuente oficial alguna.
    Por eso, la unica fuente confiable es la cotidiana visión de
    los observadores (trabajadores) imparciales.
    Según Eduardo Posada Carbó, los eventos de las bananeras,
    desde los años 30, proveyeron a la izquierda colombiana de los símbolos y de
    los mártires necesarios para construir la narrativa *de un mito fundacional* al servicio de un proyecto político.
    Este mito parece inaugurarse con el discurso de Gaitán ante
    la Cámara.
    Cito a Gaitán:
    "Toda esta tragedia no tenía sino un fin: los obreros
    debían quedar esclavizados económicamente en nombre del gobierno […] La
    Compañía no quería elevar los salarios ni cumplir los requisitos de la ley. […]
    No importa que [eso] cueste mil y más muertos, mil y más crímenes. Lo
    importante era que la Compañía quedaba complacida" (Gaitán, 1998: 132).
    A Gaitán no le faltaron, al parecer, razones para exagerar en
    sus explicaciones. El modo vehemente y exacerbado como ellas se exponen ante la
    audiencia en la Cámara parece ocultar claros interese políticos.
    Gaitan, como buen abogado, estaba al servicio de un cliente,
    y ese cliente, por lo menos en esta ocación, ciertamente …NO era la LA VERDAD!.

  • @darling1018
    @darling1018 6 ปีที่แล้ว +2

    En Colombia existió, (sin excluir al resto de América Latina)existe y existirá injusticia social!!!! Que triste. Este documental refleja con veracidad lo ocurrido!!! Gracias por compartirlo. Felicidades!!!!

  • @byselk-juegostutorialesyma4449
    @byselk-juegostutorialesyma4449 7 ปีที่แล้ว +1

    Muy lindos los señores