Don Carlos Di Fulvio, hace mas de cincuenta años que escucho sus canciones y el sonido magistral de su guitarra. Uno de los pocos poetas que le canta al Norte cordobés!
Me gusta andar por el monte ese de una sola pieza, hacer noche por el río y taparme con estrellas. De mañana campear rastros por senderos que descubren pesuñas de cabras ariscas, cimarronas hasta el cruce. Hincar diente en los duraznos guachitos de las orillas y por voltear camoatices cuerpearme con las avispas. Me gusta andar por las sierras entre piedras corajudas donde se prenden los soles y se resbalan las lunas. Donde recogen los brujos la luz de su medicina a fuerza de costurearse el cuero con las espinas; Donde desflecan los vientos rasguñados por garabatos y el barro duerme su siesta bajo una sombra de matos. Me gusta andar por el monte me gusta andar por las sierras ocasiones soy de barro ocasiones de piedra. Cielo abierto nunca visto tiempo abajo hecho cardón cuatro abuelos guitarreros que entierra tu corazón. Sobre tu siesta el coyuyo le da su copla a Zupay que duerme en la Salamanca soñando en el carnaval. De noche muelen los grillos tu sueño en la oscuridad mineritos del camino martillando en soledad. Sobre el cerro Salamanca el sol de enero emplumó pichones de águila blanca y el canto que canto yo. De mañana cuando el monte cuenta a todos su soñar el pasto moja la sombra del hachero y el zorzal. De noche cuando en el monte larga su llanto el llorón el miedo de algún paisano le trepa hoooo... Cuando canta el río Suncho Tulumba sabe temblar vaquita que encuentra a mano seguro no vuelve más. Sobre el cerro Salamanca el sol de enero emplumó pichones de aguila blanca y el canto que canto yo.
Hace unos días pasé por su tierra tulumbeña... Madre santa!!! Qué maestro!!!
Don Carlos Di Fulvio, amo y señor del Folclore del Norte de la Provincia de Córdoba, es un lujo poder escuchar sus interpretaciones!!
Don Carlos Di Fulvio, hace mas de cincuenta años que escucho sus canciones y el sonido magistral de su guitarra. Uno de los pocos poetas que le canta al Norte cordobés!
Tuve la suerte de conocerlo y conservo partituras que me obsequió, unos de los patriarcas del folklore
Admirable, Maestro.
Hace temblar la tierra con su tono y su rasguido......imperdible ¡¡¡¡
Maestro ... Maestro !!
Que genio!!! Y el guitarrero que lo acompaña es espectacular!
Silencio de Misa para escuchar a un MAESTRO...
Coincido
Quiero comentar como Alberto Anselmi, Director de "La Voz de Mina Clavero"
Argentino autentico
Impecable!! Cuanto talento!!! Gracias por subir este material tan bello!!
increíble!
Me gusta andar por las sierras, entre piedras corajudas..
Me gusta andar por el monte
ese de una sola pieza,
hacer noche por el río
y taparme con estrellas.
De mañana campear rastros
por senderos que descubren
pesuñas de cabras ariscas,
cimarronas hasta el cruce.
Hincar diente en los duraznos
guachitos de las orillas
y por voltear camoatices
cuerpearme con las avispas.
Me gusta andar por las sierras
entre piedras corajudas
donde se prenden los soles
y se resbalan las lunas.
Donde recogen los brujos
la luz de su medicina
a fuerza de costurearse
el cuero con las espinas;
Donde desflecan los vientos
rasguñados por garabatos
y el barro duerme su siesta
bajo una sombra de matos.
Me gusta andar por el monte
me gusta andar por las sierras
ocasiones soy de barro
ocasiones de piedra.
Cielo abierto nunca visto
tiempo abajo hecho cardón
cuatro abuelos guitarreros
que entierra tu corazón.
Sobre tu siesta el coyuyo
le da su copla a Zupay
que duerme en la Salamanca
soñando en el carnaval.
De noche muelen los grillos
tu sueño en la oscuridad
mineritos del camino
martillando en soledad.
Sobre el cerro Salamanca
el sol de enero emplumó
pichones de águila blanca
y el canto que canto yo.
De mañana cuando el monte
cuenta a todos su soñar
el pasto moja la sombra
del hachero y el zorzal.
De noche cuando en el monte
larga su llanto el llorón
el miedo de algún paisano
le trepa hoooo...
Cuando canta el río Suncho
Tulumba sabe temblar
vaquita que encuentra a mano
seguro no vuelve más.
Sobre el cerro Salamanca
el sol de enero emplumó
pichones de aguila blanca
y el canto que canto yo.