Gracias. Pastor durante 17 años nunca me enseñaron el evangelio. Pasé toca mi juventud acusado, condenado. Y en inseguridad de mi salvación porque las iglesias de hoy en día. No predican la verdad. Y la verdad nos hace verdaderamente libres. Gracias.
Doy gracias a Dios por poner en mi camino siervos como el pastor Sugel. No conocía sus prédicas, pero ha sido de muchísima edificación en mi vida espiritual para conocer cada día más a mi Dios. Pido al Señor Jesús que bendiga grandemente su ministerio y su vida. Amén.
Gracias Señor, por mostrarnos el pecado que habita en nosotros, y reconocer que necesitamos tanto a nuestro Salvador Jesucristo, que nos ayuda a caminar bajo su Gracia y en su Espíritu Santo. Bendiga Señor a sus siervos que nos instruyen en tu Palabra. Bendiciones Pastor Sugel
Amén, la ley no es mala, es santa , ella es ese espejo donde nos vemos reflejados tal y como somos pecadores , incapaces de cumplirla , pero Gloria a Dios por su gracia, Cristo, que cumplió toda la ley. Nuestra lucha no es contra la ley, sino contra el pecado, porque ahora somos nuevas criaturas en Cristo . Doy gracias a Dios por siervos de Dios como el pastor sugel por esta y otras muchas enseñanzas , Dios lo ha utilizado para abrir mis ojos y mis oídos espirituales 🙏
Gracias pastor Sugel, es un regalo de Dios para mí el poder escucharlo. El diamante del Evangelio sólo puede brillar en la obscuridad de nuestro pecado; recuerdo ésa frase: "acepta a Cristo en tu corazón" y no entendía ni lo O por lo redondo ¿porqué? ¿qué significa". Hasta que el E.S. me mostró quien era.
Nunca entendia el porque estabamos bajo la gracia, pensaba que Jesus contradecia los mandamientos. Ahora entiendo todo ,gracias por enseñarnos y abrir nuestra mente. Dios los bendiga a todos y nos de mas sabiduria y que Jesus tenga misericordia de nuestras almas
Doy gracias a nuestro Dios por el pastor Sugel y por la predicas de Romano la cual me están dando mucho entendímiento y me esta alumbrando de su palabra Gloria Dios por el libro de Romanos al cual amo y me lleva a Jesús
Padre bendito gracias por tus siervos que usas para predicar tu Palabra y a través de tu Santo Espíritu aquellos que escuchan las buenas nuevas les abras el entendimiento y cambies su corazón de piedra y les des un corazón de carne sensible a tu Palabra.
“La ley nos manda lo que debemos hacer, pero no nos ayuda a hacer lo que nos manda” ...excelente sermón, como los que usted nos ha enseñado, en esta serie...Dios siga dándole sabiduría, muchas gracias y saludos desde 🇲🇽.
Díos bendiga pastor sugel su vida y familia que Dios lo siga usando mucho en la palabra con toda fortaleza y realidad que los hijos de Dios debemos saber tal cuál dice Dios
Ese pecado* que mora en nosotros (Ro. 7:20,21.es)se manifiesta cuando por la propia concupiscencia* es atraido y seducido, entonces se concibe y da a luz el pecado. Stg.1:14,15. Tenemos dos naturalezas. Por lo cual se nos exorta; Haced morir, lo terrenal en vosotros: fornicacion, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatria. Col.3:5. Pues el viejo hombre está viciado conforme a los deseos engañosos. Ef.4:22. Ro. 8:2... Un tema más extenso. Buen mensaje.
excelente mensaje y me gusto mucho porque la ley no salva ni santifica sólo con el sacrificio de nuestro señor Jesucristo y la ley es para. útil para que renovación de la persona
😊. la ley no es castigo es lo que cosechamos del mal porque los magistrados no están para infundir temor a l que hace el bien sino al malo quieres pues no temer las autoridad haz lo bueno y tendrás alabanza de ella Romanos 13:3
Soy lo peor de la Iglesia de Dios y de Cristo, pero como dijo creo que Pedro en el libro de los hechos: "Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos"
Salvos por fe ,juzgados por las obras,la norma por la cuál seremos juzgados es la ley,antes de la cruz la ley no salva,después de la cruz debemos observar y obedecer la norma,cómo respuesta de amor a nuestro amado Salvador Jesucristo "si me amais guardad mis mandamientos"
Gloria a Dios por su Santa Palabra. HOLA hermanos y hnas. Me quede sin boleto para ARRAIGADAS 2020!😞😓😞😓! Por favor si alguien sabe de alguna mujer que no pueda asistir, por favor, yo quiero, YO COMPRO EL BOLETO! Soy de Monterrey. Gracias.
En los capítulos anteriores, Pablo expuso los resultados de la muerte y resurrección de Jesús. Consideró los dos grandes temas de la justificación y la santificación. Aquí, enfoca otro tema singularmente importante: En otro tiempo Dios había dado Sus mandamientos al hombre. Eran inviolables y se aplicaban a todos, aunque estaban destinados, en primer lugar, a Israel. Pero implicaban las justas exigencias de Dios a Su criatura, al hombre en su estado natural. Quien los conociera estaba obligado a obedecerlos, y aun hoy ellos mantienen toda su fuerza para el hombre (1 Ti. 1:8-11). El Dios santo no puede reducir Sus exigencias, ni disminuir Sus derechos. ¿QUÉ ES LA LEY AQUÍ? El apóstol acababa de decir que los creyentes no estaban "bajo la ley, sino bajo la gracia". Ahora tenía que explicar esa contradicción, en apariencia insoluble. Les demostró que ellos no estaban "sin ley" (no podían hacer su propia voluntad ni obedecer sus inclinaciones ni concupiscencias). Pero, ¿Cómo habían sido liberados de la maldición de la ley y de su yugo? Muy sencillo: por la MUERTE. Al igual que en los cap. 5 y 6. "¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley) que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que este vive?" Cuando un homicida condenado a muerte ha sido ejecutado, no tiene nada más que ver con la ley que le condenó a morir, pues ella fue satisfecha y cumplida su justicia. ¿Qué podría hacer la ley con un hombre muerto? El creyente está muerto con Aquel que fue hecho pecado por él en la cruz y que por él llevó la maldición de una ley violada. Así que está muerto a la ley, y posee una nueva vida en Cristo, el Resucitado, y en esta vida puede, por medio de la fe, tener por juzgada la carne, siempre dispuesta a pecar, y tenerse a sí mismo por muerto al pecado. En este capítulo (7) la palabra "ley" la encontramos con varios significados. El v. 2 habla, por ejemplo, de "la ley del marido". En 21 y 23, de otra ley: "la ley del pecado", que está en oposición a la "ley de la mente" (entendimiento) en aquel que nace de nuevo. En el v. 1 dice: "Hablo con los que conocen la ley". No de la del Sinaí, sino de la ley en general. En otras palabas: "Hablo a personas que saben lo que significa la palabra ley". La ley, en sentido general, en una regla invariable, un principio firme al cual están sometidos los hombres y las cosas. Conocemos la expresión, "la ley de la Naturaleza". Y hay muchas otras que tienen relación con el hombre: le imponen obligaciones a las cuales no puede sustraerse. LOS DOS MARIDOS: Cualquiera que sabe lo que es la ley, sabe que un hombre muerto está fuera del imperio de cualquier ley. La ley del Sinaí solo puede tener autoridad sobre él durante su vida. La muerte suprime toda obligación de su parte. Y explica eso valiéndose de la ley del marido: "Porque la mujer casada está sujeta por la ley del marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que, si se uniere a otro marido, no será adúltera". Es tan sencillo y comprensible, que no necesita explicación. Y uno se pregunta: ¿Cómo es posible, y lo es aún, que ya en tiempos del apóstol Pablo se haya intentado colocar al cristiano de nuevo bajo la ley o mezclar a Cristo con la ley, es decir, exigir, junto con la justificación por Cristo, otra justificación legal? Tener dos maridos al mismo tiempo es cometer adulterio. Asimismo, contraer otra relación fuera de Cristo es serle infiel. Si en otro tiempo la ley era mi marido, ese no es el caso para mí ahora que soy cristiano. La muerte abolió para siempre la antigua relación de modo que puedo pertenecer a otro marido: Cristo. En la medida en que, bajo la antigua relación, me sentí miserable y pobre, pues cuanto más intentaba hacer lo que podía, tanto más el primer marido me condenaba y castigaba, me siento bien y rico en la nueva relación, en Cristo, el segundo marido. Esta nueva relación se caracteriza, en el cap. 8, por dos cosas preciosas: "ninguna condenación hay" (v.1) y toda "separación" es imposible (v. 35-39). "Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo [primera naturaleza con la que vino a este mundo] de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios" (v.4). La gracia retira así al cristiano, incluso si hubiese sido judío, de su antiguo estado de cosas y lo lleva a una nueva relación, fundada sobre la MUERTE de Cristo, en la cual él puede llevar fruto para Dios, lo que antes le era absolutamente imposible. Pero el apóstol, al aplicar el ejemplo invierte los papeles, ya que quien muere no es el antiguo marido (la ley), lo que de todas maneras sería imposible, sino los cristianos, quienes en otro tiempo vivíamos en la carne, los que hemos MUERTO a la ley mediante el cuerpo de Cristo, es decir, en Su MUERTE. Al morir con Él somos liberados de nuestra pasada obligación, para pertenecerle a Él solo, y ello no nuevamente con un espíritu legal cualquiera, sino siéndole totalmente sumisos, como si Él fuera nuestro marido legítimo, contemplándole a Él solo y aprendiendo de Él. El cristiano no puede servir a dos señores, sea a Cristo o al pecado (cap.6), sea Cristo y la ley (cap.7). Para el apóstol, vivir es Cristo (Fil. 1:21), y únicamente así puede realmente dar fruto para Dios. Al andar, no según la carne, (lo cual implica estar en la ley), sino según el Espíritu (estar en Cristo, por la fe), hace más que lo exigido por la ley (cap. 8:4). Pero podríamos preguntarnos (cap. 3:27) si, de ese modo, la ley no es debilitada o destruida su autoridad. De ningún modo. Las exigencias de la ley están plenamente satisfechas, pues el pecado fue castigado en la persona de Cristo, EN LA CRUZ, y yo, el culpable, estoy MUERTO con él. El juicio de la ley fue así ejecutado. El creyente por la ley está muerto a la ley (Gá. 2:19). Dios mismo preparó este medio legítimo para liberar al cristiano de la ley; un medio que nos saca enteramente, y para siempre, del dominio de ella. Por supuesto, la ley subsiste, tanto ahora como antes, en su santidad y justicia inviolables, pero los creyentes no tienen nada que ver con ella. Esa es la posición en la que ha sido colocado el creyente.
😱 Ahora entiendo porqué cuando era adolescente, una amiga y yo, en los días cercanos al día de los reyes, salíamos a pasear por el barrio, habían muchos kioscos vendiendo jugutes, estaban colgados alrededor, y pasamos con astutasia y malicia y robabamos, y así hacíamos un recorrido, luego llegamos a nuestras casas con juguetes que no sabíamos qué íbamos a hacer con ellos, ya no teníamos edad para jugar con ese tipo de juegos, ni teníamos hermanitos pequeños, y terminábamos dándoselos a cualquier niño y si no quedaban rodando por mucho tiempo hasta que se dañaban. Gracias Jesús, por libertarme de la esclavitud del pecado, y de toda la maldad de mi corazón..
Para librarse del pecado, hay que dejar de adorar a Jehová. No se puede adorar a un Dios que habita en la oscuridad , 1 Reyes 8:12 . No sé puede adorar a un Dios que mate, que destruya, que incite a la guerra, que maldiga, que sea vengativo, que pida rituales de sacrificios de animales , que odie, Esa forma de actuar es la misma de Satanás. . Dios es amor, así lo dice 1 Juan 4:8, Y alguien que mate, no es de Dios, ni es Dios, porque Dios es amor. Y cuando hay amor en un ser no hay venganzas, mala intención, odio, ira rencor, maldición hacia los demás.. . La biblia habla del verdadero Dios, 1 JUAN 5:20
La ley es un instrumento de Gobernalidad a una sociedad o pueblo, la Ley es una promulgacion de mandamientos y disposicion que dirige o rige, nos exije o nos prohibe y senala nuestro pecado o nuestras infracciones.
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (10/15) (10 y 11). Muy interesante la conclusión y la admonición (fuerte advertencia) que se les hace a los partidarios de obedecer la Ley (en alguna etapa del proceso de la salvación, o la recepción de ésta): En vista de lo que Dios mismo ha hecho (dar el Espíritu Santo a quienes no han tenido, ni tienen, relación alguna con la Ley mosaica), “¿Por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?”. No es que fueran meramente tropiezo a los discípulos gentiles (lo cual ya era grave: “¡Ojalá se mutilaran (cortaran sus genitales) los que os perturban [incitándoos a obedecer la Ley]!”, Gá. 5:12); es que hacían algo aún más grave, al pedir a los cristianos que obedeciesen la Ley de Moisés: ¡estaban tentando a Dios! Hablando de las diferencias de nivel en la madurez cristiana, y los roces que esto puede producir con los que aún están en etapas inferiores (normalmente, los que provienen de un trasfondo judío y legalista), el apóstol dice: “No seáis tropiezo ni a judíos ni a gentiles ni a la iglesia de Dios” (1 Co. 10:32). Aquí vemos las tres divisiones que Dios hace actualmente de la humanidad: (1) Israel, (2) los no israelitas, y (3) la Iglesia. La Iglesia no ha sustituido o subsumido (absorbido o incorporado) a Israel en ella, al punto de borrar la identidad nacional de Israel. Pablo sentía “gran tristeza y continuo dolor” por la dureza de corazón de “sus parientes en la carne” (no los descendientes “espirituales” de Abraham, los herederos de la promesa (Ro. 9:6-9). No por el remanente que Dios siempre se ha reservado, entre los israelitas (Ro. 11:5), sino por los descendientes físicos de Abraham), que se habían negado a creer en Cristo como su Mesías. ¿Por qué? Porque Dios les había prometido a éstos bendiciones sin parangón entre el resto de la humanidad. La principal de ellas: conocerlo y amarlo de todo su corazón (cuando llegara el tiempo). Pero en los planes de Dios estaba el endurecer temporalmente el corazón de la nación de Israel, y cegarles, para que no se convirtieran “en masa” (como nación), hasta que no viniera el tiempo preparado por Dios (Mt. 13: 10-17; Ro. 11:25-29). En Lc. 21:24 está escrito: “Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles (lo cual será cumplido de forma cabal cuando llegue “el día de apretura para Jacob”, la “gran tribulación” que le aguarda a Israel como nación (Jer. 30:7; Mt.24: 21)], hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”. Y de eso habla el apóstol Pablo en Ro. 11:25-29.
La ley de los miembros de la carne nos lleva al pecado y a la muerte, inducido por satanás. La Ley de Dios no lleva al Señor Jesucristo, quien por Su Gracia nos conduce al Padre Dios para Vida, mediante Redención Eterna. Alabado sea nuestro Dios. Amén amén
Buenas tardes!! La serie romanos está hasta que capitulo??? Sucede que fácilmente y se encuentran visibles desde el capítulo 1 hasta el 6. Y este capítulo 7 lo estoy escuchando gracias a qué solito me llegó por notificación. Es posible que revisen la aplicación para poder visualizar fácilmente la serie completa. Muchas gracias Dios los bendiga al ministro y todo su equipo de audio. :)
Conforme estas viendo este vídeo, pulsa el anagrama de IBSJ redondo, al lado pone iglesia. Te saldrá el canal de la iglesia. Hay 3 opciones: inicio, vídeos, lista de reproducción, pulsa esta última y aparece en segundo lugar serie romanos 19 vídeos, pulsa y aparecen todos y hay tres opciones unas flechas cruzadas una tilde en el centro pulsala y se añade en tu biblioteca y conforme la iglesia los vayan colgando te iran llegando solo. Un saludo desde el sur de España.
YA NO ESTAMOS SOMETIDOS AL DOMINIO DE LA CARNE (1) “Mientras estábamos/vivíamos en la carne” (Ro.7:5). Estar en la carne es estar ante Dios en el terreno/posición del primer Adán (Cristo no es “el segundo” Adán, sino el “último”; y esto es importante tenerlo en cuenta), y según esta posición, ser responsables ante Él. No se trata de la mayor o menor culpabilidad personal, sino del estado de pecado en el que todos nos encontrábamos por naturaleza, del yugo del pecado bajo el cual estamos todos. En otro tiempo estábamos unidos maritalmente a la ley y, la ley prohíbe el pecado y lo imputa al transgresor, pero no da fuerza ninguna para observar los mandamientos. Al contrario, da ocasión para que el pecado actúe en nosotros. Y esto ocurre siempre, aún después de convertidos (1 Jn. 1: 8; Ro. 7:5; 8:6-8, 13; 13:14; 2 Co. 1:17; 11:18; Gal. 3:3; 5:13, 16-17; 6:8, 12; Fil 3:3,4; 1 P. 4:2; 2 P. 2: 10, 18). El (pretendido) cumplimiento de la ley (ninguna parte de la ley, pues hay un vínculo orgánico en toda ella, Mt. 22:40; gá. 5:3, 14; Stg. 2:10), no tiene valor alguno contra los apetitos de la carne; ésta sigue igual de activa -sino más que antes, porque conoce más la voluntad de Dios- en el creyente (Col. 2:23). Los cristianos, para serlo en verdad, han de crucificar su carne (el pecado que está en ellos), en el sentido de “mortificar” la carne. Crucificar no significa extinguir, o aniquilar. ¿Cómo puede hacerlo? Conociendo y creyendo el Evangelio, que enseña que Cristo murió soportando la maldición de la ley violada (la separación de Dios, sobre los que violan Su ley), estando en Su primera naturaleza humana (Su cuerpo), representando la naturaleza adámica/pecadora de los pecadores elegidos. ¿Cómo ha de hacerlo, repito? Considerándose él mismo muerto, en Cristo (Ro. 6:11,13), a esa naturaleza pecadora, que recibió del primer Adán, y que fue castigada y apartada de delante de Dios en el postrer Adán (donde, para Dios, acabó la “serie” de ese primer Adán), cuando colgaba de la cruz. Eso es amortiguar los reclamos de esa carne (pecado en nuestra anterior naturaleza, Ro. 13:14; Gá. 5:16; 1 P. 2:11). Y, alimentándose de Cristo. De todo lo que tiene que ver con Él (lo cual, se halla en Su palabra, y en la luz que Él mismo arroja sobre los que le siguen, para entender los acontecimientos y circunstancias de la vida, Jn. 1:4; 8:12, a la luz del conocimiento de Él, conocimiento en el cual debe crecer, así como en la gracia, no en la obediencia a la ley, ni siquiera "por gratitud" a Dios, 2 P. 3:18). De la misma manera que creyó inicialmente en Cristo, para ser justificado, ha de seguir creyendo en Él, en medio de las circunstancias diarias de su vida (Col. 2:6; Ro.1:17). La primera, es una fe justificadora; la segunda, una fe santificadora. Pues el cristiano no ha de hacerse santo a sí mismo (por ejemplo, obedeciendo la Ley de Moisés, o alguna otra cosa), eso es algo que ya tiene en Cristo (1 Co. 1:30; 2 Co. 3:18; 1 Jn. 3:3). Es la fe, y únicamente la fe, lo que agrada a Dios (Ro.1:17). Y, si el que un día aceptó (intelectualmente) su justificación de parte de Dios, en Cristo, solo por la fe, ahora se vuelve (retrocede) al cumplimiento de alguna obra, para "agradecer" a Dios por ello, ya no Le agradará (He.10:38). "Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago" (Gá.2:18).
8 Acuérdate del día de reposo[a] para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó. Solo hay un día de reposo y es el séptimo día Sábado. Recuérdenlo!!! Fue cambiado a Domingo(día del sol) por el hombre y no por Dios. Por eso es que nos deleitamos haciendo los que se nos venga en gana el día Sábado. Ayúdanos Jesús porque somos rebeldes y olvidamos Santificar tu día.
alimenten el espíritu en oración y con la palabra, y el espíritu sometera la carne y no viviremos en pecados del viejo hombre, si no alimentamos el espíritu entonces saldra esa naturaleza pecaminosa y estaremos en pecado, recuerden la "Gracia" no es licencia para pecar y después me arrepiento xq estoy bajo la gracia, no es asi
Un ebanista es el que se encarga de hacer muebles. En Latinoamérica es muy común solicitar un trabajo para una fecha específica, pero la mayoría de veces terminan excusándose y entregándolo tiempo después
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (15/15) (24). Ahí vemos que algunos judíos “convertidos al Evangelio” eran tan celosos (fanáticos) de la Ley de Moisés (es decir no entendían su propósito y cómo manejarse con Ella, 1 Ti. 1:8; Ro. 9:30-10:4), pero pretendían que obedecerla era necesario para la salvación, habían inquietado a los recién convertidos (aún inmaduros en las doctrinas cristianas), mandándoles que se circuncidaran y guardaran la Ley de Moisés (no sólo sugiriéndoles: los legalistas siempre tratan de imponer: no conciben la vida de otra manera). (25 a 27). Y vemos que se hizo necesario escoger hombres que habían expuesto su vida por el nombre del Señor Jesucristo (NO por la defensa de la Ley, y la necesidad de obedecerla los cristianos) que llevasen el resultado de sus deliberaciones, por escrito, y también de palabra. (28 y 29). La conclusión a que habían llegado no era meramente humana, sino que primeramente “ha parecido bien al Espíritu Santo”. Y la directriz de Dios y de los apóstoles, ancianos y la iglesia primitiva, cuyo núcleo se hallaba en Jerusalén, fue altamente instructiva para todos los tiempos: “No imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias”. No les indicaron la obediencia a ningún mandamiento del Decálogo. Ni siquiera a uno: Colocar un solo mandamiento de la Ley sobre ellos, hubiera equivalido a colocarles bajo la responsabilidad de obedecer toda la Ley (Gá. 5:3; Stg. 2:10); lo cual hubiera sido un peso inaguantable (v.10). Por otro lado, hubiera sido contraindicado (inapropiado): hubiera implicado desconectarse de Cristo, y salirse de la esfera de la gracia (Gá. 5:4). Esas cosas “necesarias”, que les indican por la vía de la recomendación, (no de la imposición o mandato) son: “abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis”. ¿Por qué? Porque la convivencia eclesial con recién convertidos de trasfondo judío, habituados a considerar esas prácticas como abominables a Dios bajo la ley judaica, les hubiera hecho muy difícil a los últimos entender que los que aún las realizaban ocasionalmente hubieran sido convertidos a Cristo. Y, de considerarlos cristianos, hubiesen tenido en ellos un estímulo (un tropiezo) a transgredir toda obediencia a Dios.
La ley de Moisés no, Moisés no hizo la ley. La ley la hizo jehová. Entonces debemos estar pendiente para que cada vez que aparezca la frase: la ley de Moisés, sustituirla por la ley de Jehová. Así será mejor para la interpretación
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (8/15) Pero Dios colocó aquellos Diez Mandamientos que forman parte de la Ley de Moisés, sobre piedra, para que los israelitas vieran su condición moral endurecida y depravada, pues la Ley no les pedía hacer el bien, sino “tratar de NO hacer el mal”. Y las tablas de piedra simbolizaban dos cosas: (a) era una ley escrita “fuera de ellos mismos” (lo que conllevaba que, al ser depravados pecadores, sólo podrían acceder a su “cáscara”, no a su contenido, Ez. 20:25); y por otro lado, (b) la piedra representaba la dureza de los corazones de los súbditos a los que se dirigía la Ley (los cuales, son una muestra poblacional de toda la humanidad). Es fundamental ver que la Ley de Moisés no demandaba hacer bien alguno (excepto honrar al padre y madre), sino debatirse constantemente con la inclinación y esclavitud de la naturaleza humana al mal, al pecado (Jn. 8: 31-36). La Ley mosaica es una pieza más de las instrucciones dramatizadas que Dios dio a Israel en el Viejo Pacto. (6 y7). El debate no fue cosa sencilla. El trasfondo de los apóstoles y los ancianos era judío, con lo cual tenían en sus frentes la palabra “Ley de Moisés” grabada con cincel. Pero, aún peor, también estaba el grupo de los fariseos con su fama de ortodoxia, pietismo y religiosidad, que ejercía gran presión hacia la obediencia a la Ley sinaítica “por encima de todo” (de forma equivocada y fanática). Los fariseos se caracterizaban, al igual que los modernos legalistas, por una mentalidad apegada “a la letra” de las normas, y los deberes en general (2 Co. 3:6). Ignoraban realmente el espíritu de las Escrituras, por lo que solo se quedaban con “la cáscara” de Éstas, lo cual acarrea muerte. Lo que subyacía en sus mentes era el orgullo, mezclado con la hipocresía. Orgullo, porque se creían capaces de obrar el bien (Lc. 18:11-12), y en eso, pensaban ser diferentes y superiores a los demás. De hecho, la palabra fariseo significa “separado”. En su autoconcepto, ellos creían ser “la última coca-cola del desierto” en lo tocante a obedecer y honrar a Dios. En íntima asociación con los doctores de la Ley o escribas. Pero honraban a Dios solo de labios, que es lo único que la Ley puede lograr de un pecador (Mr. 7:6). Eran unos auténticos hipócritas, pues eran capaces de entender los hechos de la vida ordinaria, que eran paralelos o equivalentes a las enseñanzas espirituales del Señor, pero “se tapaban voluntariamente los ojos”, para no entenderlas (2 P. 3:5). NOTA 1: La hipocresía puede venir del deseo de esconder de los demás motivos reales o sentimientos. En muchos idiomas, incluido el francés, un hipócrita es alguien que esconde sus intenciones y verdadera personalidad. NOTA 2: Como en todos los hechos que el hombre ejecuta, hay dos realidades presentes: una invisible, y otra visible. En la primera, actúa la soberana voluntad de Dios. En la segunda, la responsabilidad humana. Así, Dios había cegado sus ojos y tapado sus oídos (Is. 6:9-10; Mt. 13:10-17). No obstante, eso no invalidaba su responsabilidad de prestar atención a las palabras de Dios, y del Señor, y a pedir Su ayuda para entenderlas. Pero, a los religiosos, en realidad lo que les interesa es “la propia gloria” (Jn. 5:44). Y, para ello, nada mejor que la pretensión de obedecer la Ley de Moisés (Ro. 10:5; 9:30-10:5; Fil. 3:9). Una combinación explosiva: ser religioso (alguien que trata de unirse por su cuenta a Dios: “re-ligare”, volver a ligar, a atar, a unir; es decir, de alcanzar a Dios por sus propios esfuerzos) y ser legalista (alguien cuya mente descansa en la “letra” de las normas, y no puede penetrar en el sentido de las mismas). Si a éstos les pones una Ley dada por Dios sobre conducta humana, rápidamente van a decir “obedeceremos y haremos todas las cosas que Jehová ha dicho” (Ex. 24:7). O bien: “haremos lo que podamos”. O, aún más sibilino y demoníaco (sutil y mortal): “Jesucristo obedecerá por nosotros esa Ley”.
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (12/15) Pero, los legalistas (que no tienen el Espíritu de Dios) propugnan que Jesús se equivocó cuando dijo la famosa “regla de oro”: “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también HACED vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mt. 7:12). Según su modo de pensar (su cosmovisión, su filosofía), debió decir: “NO hagáis a los demás, lo que no queráis que os hagan a vosotros”. Porque, la Ley de Moisés, a la cual “queman incienso” (2 R. 18:4), se limita a eso. Este último es el lema de prácticamente todos los religiosos del mundo. Y es el núcleo mismo de los pseudo cristianos, (cristianos profesantes, o nominales) que militan en el campo legalista. La Ley dice, “no matarás”, y cuando uno NO mata a su prójimo, para la Ley el asunto ya está cumplido. No entra en las intenciones del corazón, como el predicador, dice. Pero, para quien tiene una nueva naturaleza (la vida de resurrección de Cristo, Ef. 2:5-6; Col. 3:1-4; 1 Jn. 5:11-12), la Ley de Moisés es una norma insuficiente (Mt. 5:21-48). Es algo rudimentario; de bajo nivel moral. Inviable para un ciudadano del cielo. Solo los que son “guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios” (Ro. 8:14). Y “si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Ro. 8:9). Y el Espíritu de Dios no guía a nadie a obedecer la Ley sinaítica, sino que, los que “son guiados por el Espíritu de Dios, no están bajo la ley” (Gá. 5:18). No puede estarse en dos posiciones antagónicas a la vez. ¡Es blasfemo atribuir al Espíritu de Dios semejante vileza y herejía! Y las blasfemias contra el Espíritu Santo no serán perdonadas (ni en esta edad, ni en el milenio. Mt. 12:31-32). (13 a 18). Jacobo toma la palabra, y les dice que Dios había anunciado (profetizado) desde la antigüedad que no sólo iba a salvar a los israelitas, sino a gente de todas las naciones de la tierra. Pero que no lo hará de forma “independiente” de Israel, sino “por medio” de Israel (por eso es a ellos que se les llama primeramente por medio del Evangelio. Cfr. Hch. 13:46; Ro. 1:16; 2:10). Entre las naciones (de la tierra), Israel es el testigo de Dios, no solo en el pasado, sino en el futuro (2 S. 22:50; Sal. 18:49; 22:27; 47:3; 98:2-3; 108:3; 111:6; Is. 2:2-4; 54:3; 55:4; 60:3, 5, 11; 66:18-19; Jer. 3:17; 30:11; 31:10; 46:28; Ez. 28:25; 37:28; 39:23, 28; Hag. 2:7; Zac. 2:8; 8:23; 12:9; 14:16; Mt. 24:14; Mr. 14:16). Dios usará a Israel como instrumento (plataforma) para salvar a personas de fuera de esa nación; es decir, de entre todas las naciones. Así que, Su proyecto trascendía Israel, y abarca a la tierra por completo. Por eso, les recuerda este pasaje bíblico: “Después de esto [los juicios finales que vendrán sobre Israel, la “gran tribulación” que aún les aguarda, Mt. 24:21] volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar [el Señor, en Su segunda venida, revertirá la situación en que ahora está Israel, y serán restauradas todas las cosas (Mt. 19: 28; Hch. 3:21)]” “Para que el resto de los hombres [los gentiles, que no hayan entrado a formar parte de la Iglesia en el período anterior, la cual ya habrá sido arrebatada (Jn. 14: 2-3; 1 Ts. 4:17, Ap. 4:1), por lo que en ese momento ya no estará en el escenario terrenal] busque al Señor, y los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre”. Por eso, “el evangelio del reino” (no de la gracia) será predicado al resto de Israel, y también a los gentiles que hayan sobrevivido de los juicios apocalípticos (Mt. 10: 24:14; Mr. 14:16; Zac. 14:16-19; Ap. 11:1-14, etc.).
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (7/15) Ellos, se dirigían a personas ya convertidas a Cristo, a quienes solamente se les había predicado lo tocante a la persona, y obra de Cristo, sobre la cruz, que perdona pecados, y también maldice al viejo hombre, dándole una nueva vida (eterna), poseyendo así ya la naturaleza Divina (2 P. 1:4; Col. 3:1-4; 1 Jn. 5: 11-12, etc.); y por tanto reviste al cristiano, aún en este tiempo de peregrinación, y con un cuerpo sin redimir (Ro. 8: 23), de la Justicia y Santidad de Dios, Mt. 26:28; Lc. 24:47; Hch. 2:38; 5:31; 10:43; 13:38; 26;18; Col. 1:14; 2 Co. 2:51; Gá. 3:13; Ef. 2:1, 5-6; etc. ). Pero, según los fariseos (que no entendían el Evangelio), a estos cristianos aún les faltaba algo: “la santidad y la justicia que se derivaría de la obediencia a Ley de Moisés (si fuese obedecida perfecta e íntegramente)”. Ellos deseaban establecer su propia justicia (de algún modo), lo cual les llevaba a malentender la Ley de Moisés, y magnificarla (como otrora ocurrió con la serpiente de bronce, a la cual los israelitas le quemaban incienso, 2 R. 18:4). La Ley de Moisés era para ellos el medio de obtener la justicia de Dios, por medio de la justicia propia. Pero la Ley no fue diseñada para alcanzar la justicia de Dios, sino para facilitar el reconocimiento de la maldad inveterada en la naturaleza humana, y de ahí, poder arrepentirse. Pero, la pretensión farisaica de obedecerla, puede proporcionar cierto “brillo” (gloria) al hombre religioso. De modo que los fariseos, de todas las épocas, la usan ilegítimamente (1 Ti. 1:8), solo con la finalidad de engrosar su “curriculum vitae” (su pedigrí), Ro. 9:30-10:4; Fil. 3:9. Pues la Ley de Moisés NO PIDE HACER EL BIEN, sino NO HACER ALGUNAS COSAS MALAS (y esto, a un nivel muy básico o rudimentario, Gá. 4:9; Col. 2:20). Así que, si alguien la obedeciera perfectamente, sólo demostraría que “evitó hacer aquellas cosas que ella prohíbe”. Pero no que vivió una vida a la altura de la nueva naturaleza que recibió de Dios, en Cristo (que hace que allí el cristiano “esté sentado” en los lugares celestiales, y no bajo un pacto de obras, obedeciendo la Ley sinaítica, Ef. 2:5,6), y de su ciudadanía celestial (Col. 3:1-4). Lo cual sólo puede lograrse en la energía que proviene de la vida eterna, y con la capacitación y poder del Espíritu de Dios (Ro. 8:3, 7-15; Gá. 5:16-26). Pero los modernos fariseos, tuercen así la Palabra de Dios: Donde dice “ya que por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la Ley es el conocimiento del pecado” (Ro. 3:20), los virtuosos del engaño dicen: ya que los pecadores, por las obras de la Ley, no pueden ser justificados por sí mismos, porque su vieja naturaleza les impide obedecerla (es débil, Ro. 8:3), no obstante, sí pueden alcanzar la Justicia Divina (no como una naturaleza justa y santa, sino como una cobertura exterior, una apariencia) por medio de la Ley, usando un “artificio”. Para ello, Jesucristo ha de obedecer esa Ley de Moisés en lugar de ellos. Porque la Ley no es meramente para que el hombre se pueda reconocer más fácilmente pecador -dicen ellos- sino que su función principal es obtener la Justicia Divina, al ser obedecida por Cristo, en lugar del pecador”. Ellos no le dan tanta importancia al arrepentimiento como le da Dios, y Sus ángeles (Lc. 15:10). Con una instrucción académica en algún Seminario o Instituto bíblico, o en el propio local de la Iglesia de que se trate, y luego un bautismo (físico) con agua (1 Co. 1:17; 1 P. 3:21), el asunto queda zanjado.
No porque toda la ley la cumplió Jesús.Ahora sólo los que mando Jesús en Mateo 22:36-40..Aparentemente los redujo a 2 pero no.En ellos está toda la ley. Lo que ya no hacemos son sacrificios de animales ni nada ritual.Todo lo moral si. CRISTO fue el último y perfecto sacrificio por el pecado.Ninguna obra nos salva.
@@mariaduran3214 los dos mandamientos que redujo Jesús en realidad abarcan los 10 mandamientos no ??? Porque si amas a Dios no tendrás dioses ajenos, si amas a tu prójimo como a ti mismo no matarás,y así con los demás.
A la ley y al testimonio, si no dijeron conforme esto es porque no les ha amanecido. Jesús dijo "Si me amais, guardad mis mandamientos", el salmo 119 habla del deleite de guardar la ley de Jehová...
OS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (9/15) (8 y 9). Y Dios, que conoce si las personas están de verdad arrepentidas y confiando en Jesucristo para salvación, dio el Espíritu Santo a los gentiles cuando sinceramente se convirtieron al Evangelio de la gracia, sin que jamás hubiesen estado bajo la Ley de Moisés, ni la hubieran conocido siquiera; y, por tanto, no tenían noción alguna de que “la Justicia de Dios podía alcanzarse obedeciendo su sección moral (los Diez Mandamientos)”. Todo lo cual era lógico, pues la Ley (de Moisés) fue dada únicamente a Israel, y no a los gentiles. Y si la obediencia a dicha Ley fuese un requisito vital para alcanzar la Justicia de Dios, aunque fuese por Otro (vicariamente), y así poder entrar al cielo, ¿No se lo hubiesen dicho? El pensamiento de que “la Justicia de Dios puede alcanzarse obedeciendo los Diez Mandamientos” es justo lo que caracteriza a los legalistas (los que malentienden la función de la Ley, a la vez que tienen un alto concepto de sí mismos). Y, en este caso, todos los salvos no judíos tendrían que cumplir el pre-requisito de estar bajo la Ley de Moisés; es decir, ser israelitas, o judaizarse, a fin de que Cristo hubiese tomado la responsabilidad de obedecerla en lugar de ellos. Pero, los que informaban sobre la conversión de los no judíos, que habían venido a Jerusalén a consultar sobre la necesidad que los legalistas propugnaban (exigían) de guardar dicha Ley para ser salvos (ahora dicen que “lo hizo Cristo por ellos”) NO hicieron referencia alguna a que eso se les hubiese predicado (enseñado). Precisamente, se levantó la discusión grande, porque la Ley no les había sido ni mencionada, hasta que los legalistas irrumpieron en su magnífica libertad en Cristo, y quisieron esclavizarles. Y allí dice: “Y [al momento de convertirlos, recibirlos, aceptarlos en Cristo y salvarlos] ninguna diferencia hizo entre nosotros (los judíos) y ellos (los gentiles)”. Es decir: Dios NO les dijo: “como la Ley no fue dada a vosotros en el pasado, ni ha formado parte de vuestra cultura (religión, o creencias), ni ahora se os ha enseñado, vosotros tendréis un derecho minorado a entrar en mi gloria”. Y añade: “purificando por la fe sus corazones”. Es decir, la fe en la persona y obra de Cristo en la cruz (sin tener ninguna relación con el asunto de la Ley, Ro. 3:21; 1 Co. 2: 2), fue suficiente para atribuirles la Justicia Divina (“purificar sus corazones”), tal como si ellos mismos hubiesen sido justos. Y, no meramente, como si ellos “tuviesen la deuda de sus pecados pagada (saldada, cancelada), por medio de la fe en la sangre de Cristo”.
Sr Sugel quien dijo que se salvan por guardar la Ley. La ley te conduce a Cristo solo Cristo salva. La ley es el conocimiento del pecado. Pero sabiendo hacer lo bueno no lo hace “peca”
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (11/15) (11). “Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos (los judíos), de igual modo que ellos (los gentiles)”. Aquí no cabe inferir que “la gracia del Señor Jesús” incluya una obediencia de Su parte a La Ley mosaica, en lugar de los pecadores. Es exactamente lo opuesto de lo que está tratando el contexto. Si no fuera así, aquel era el momento más apropiado para decir: “antes creemos que por la obediencia del Señor Jesús a la Ley de Moisés, seremos salvos”. O bien: “creemos que, por la gracia del Señor Jesús, obedeciendo la Ley por nosotros, seremos salvos”. Eso hubiera dado suficiente claridad al asunto. Y zanjado la controversia. (12). El asombro y la alegría por el modo de obrar de Dios, salvando a los gentiles, provenía del hecho de que todo eso lo hizo “aparte del yugo que ellos habían tenido sobre su cerviz por siglos”, cifr. Ro. 3:21 (lo que les había hecho a algunos “estar trabajados y cargados”, Mt. 11:28). Y que, en modo alguno, Dios demandaba a los nuevos convertidos (en este caso, entre los no judíos) que guardasen dicha Ley. Que se colocasen bajo ese yugo insoportable. El Espíritu Santo no impulsa a nadie a colocarse bajo la Ley (o los Diez Mandamientos de esa Ley). No puede. Es contrario a eso (Ro. 8:1-15; 2 Co. 3:17; Gá. 2:4; 5:1, 18; Stg. 1:25; 2: 12; 1 P.2:16). En la Escritura se habla de una libertad en Cristo que tienen los cristianos, que los legalistas no pueden ni soñar. Ellos, si se menciona “libertad”, siempre se imaginan “tentación, debilidad y pecado”. En Ro. 13:8-10, está escrito: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la Ley. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley [de Moisés] es el amor. Porque NO adulterarás, NO matarás, NO hurtarás, NO dirás falso testimonio, NO codiciarás, y cualquier otro mandamiento [de esa Ley] en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No dice: “el que ama al prójimo, ha llegado al cumplimiento de la Ley”, sino, “la ha rebasado”. “Ha superado abundantemente, con creces, la obediencia a la Ley” (Cfr. Mt. 5:21-48). Vuela muy por encima de Ella. Cualquier mandamiento de la Ley está fundado en el amor al prójimo. Si bien, es cierto que el amor que la Ley demanda es “de muy baja calidad”: se conforma con “NO adulterar, NO matar, NO hurtar, NO decir falso testimonio, NO codiciar, etc.” (Cfr. Mt. 5:21-48).
¿Porque Pablo no le recitó la ley a carcelero de filipos?, si revisamos el libro de Hechos no encontramos ningún ejemplo donde sea Pedro, sea Pablo, o Felipe, o Ananias usando la ley para presentar el evagelio, Ni Espíritu Santo no usa la ley para convencer al pecador, sino el evangelio pues convese al mundo de pecado, ¿pero cual pecado ? no el quebrantar la ley, sino de no creer en Cristo . Juan 16 : 8-9 El mundo no va ser juzgado por la ley sino las palabras de Cristo . Juan 12 : 47 -50; Hechos 3 : 22 La Palabra de fe no va acompañada de la ley, y está la Palabra de fe que predicamos que creyeres en tu corazón y confesares con boca que Jesús es Señor seras salvó Romanos 10.
La analogía tomada de deuteronomio 24 mál expresada por el hermano sugel, la que Obviamente no puede discernir, explica que el marido tirano es el pecado. El fue muerto por causa de la muerte de cristo y nosotros tomamos parte en ese matrimonio con cristo por medio de la fe en su resurrección. Todo romanos 6, 7 y 8 habla de lo mismo. Romanos 8- 1/2. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al espíritu. Porque la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me HA LIBRADO DE LA LEY DEL PECADO Y DE LA MUERTE. Paz queridos hermanos.
Lo siento, p ro Pablo no habla de matsr la TORAH. El habla de 3 cosas La ley del pecado La ley de la casada La Torah. La Ley de la casada dice que si el marido esta vivo la mujer node casa de nuevo ahora bien el marido debe morirno la mujer, por tanto el marido es el pecada en la muerte del meias murio el PECADO, NO LA TORAH. Por tanto la Mashiaj al resucitsr encuentra a la viuda del pecado y puede casarse con ella y pueden vivir baj la Torah.
Que es pecado?1 de Juan 3:4 nos dice que pecado es la transgresión de la ley....si no hay ley no hay pecado.....no nos convirtamos en mentirosos antiniomanistas. ...
En realidad dice “todo el que comete pecado, infringe TAMBIÉN la ley” El pecado es propio del ser humano desde el día fatídico de la caída. No es si no hasta Moisés que la ley es escrita, pero aún no habiendo ley, los seres humanos eran pecadores.
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Amén, así es, Gloria a Dios 🙌
Gracias. Pastor durante 17 años nunca me enseñaron el evangelio. Pasé toca mi juventud acusado, condenado. Y en inseguridad de mi salvación porque las iglesias de hoy en día. No predican la verdad. Y la verdad nos hace verdaderamente libres. Gracias.
Doy gracias a Dios por poner en mi camino siervos como el pastor Sugel. No conocía sus prédicas, pero ha sido de muchísima edificación en mi vida espiritual para conocer cada día más a mi Dios. Pido al Señor Jesús que bendiga grandemente su ministerio y su vida. Amén.
Gracias Señor, por mostrarnos el pecado que habita en nosotros, y reconocer que necesitamos tanto a nuestro Salvador Jesucristo, que nos ayuda a caminar bajo su Gracia y en su Espíritu Santo.
Bendiga Señor a sus siervos que nos instruyen en tu Palabra.
Bendiciones Pastor Sugel
Bendita la palabra de Dios, ahora, por eso por que pecamos.
Amén, la ley no es mala, es santa , ella es ese espejo donde nos vemos reflejados tal y como somos pecadores , incapaces de cumplirla , pero Gloria a Dios por su gracia, Cristo, que cumplió toda la ley. Nuestra lucha no es contra la ley, sino contra el pecado, porque ahora somos nuevas criaturas en Cristo . Doy gracias a Dios por siervos de Dios como el pastor sugel por esta y otras muchas enseñanzas , Dios lo ha utilizado para abrir mis ojos y mis oídos espirituales 🙏
Gracias pastor Sugel, es un regalo de Dios para mí el poder escucharlo.
El diamante del Evangelio sólo puede brillar en la obscuridad de nuestro pecado; recuerdo ésa frase: "acepta a Cristo en tu corazón" y no entendía ni lo O por lo redondo ¿porqué? ¿qué significa". Hasta que el E.S. me mostró quien era.
Es un privilegio escuchar sus predicas.
Nunca entendia el porque estabamos bajo la gracia, pensaba que Jesus contradecia los mandamientos. Ahora entiendo todo ,gracias por enseñarnos y abrir nuestra mente. Dios los bendiga a todos y nos de mas sabiduria y que Jesus tenga misericordia de nuestras almas
ALELUYA
GRACIAS A DIOS POR ESTE VARON
# 19 DE ROMANOS
Doy gracias a nuestro Dios por el pastor Sugel y por la predicas de Romano la cual me están dando mucho entendímiento y me esta alumbrando de su palabra Gloria Dios por el libro de Romanos al cual amo y me lleva a Jesús
Gracias pastor esta buenísimo ese estudio. Bendiciones
Me he gozado en grande manera con todas sus enseñanzas y lindas explicaciones de la carta a los romanos
Gloria a Dios, gracias pastor Sugel Michelén por este mensaje. Amèn
Padre bendito gracias por tus siervos que usas para predicar tu Palabra y a través de tu Santo Espíritu aquellos que escuchan las buenas nuevas les abras el entendimiento y cambies su corazón de piedra y les des un corazón de carne sensible a tu Palabra.
Es una bendición estos consejos, Dios siga llenando de sabiduría a los que a consejan al pueblo cristiano, bendiciones
Gracias Pastor por sus prédicas, son de gran bendicion .
“La ley nos manda lo que debemos hacer, pero no nos ayuda a hacer lo que nos manda” ...excelente sermón, como los que usted nos ha enseñado, en esta serie...Dios siga dándole sabiduría, muchas gracias y saludos desde 🇲🇽.
Amén, muchas gracias por éste sermon, Dios le siga bendiciendo Pastor Sugel! 🙏
Excelente mensajes Dios lo bendiga en estos tiempo así es que necitamos pastores que te hablan con la biblia no lo que ellos piensas y creesn
Díos bendiga pastor sugel su vida y familia que Dios lo siga usando mucho en la palabra con toda fortaleza y realidad que los hijos de Dios debemos saber tal cuál dice Dios
Gloria a Dios, excelente enseñanza
La ley es un ayo que nos lleva a la gran necesidad de un salvador (JESUCRISTO) Gálatas 3:24
Nos muestra nuestra incapacidad de ser salvos
Amén ❤
Saludos desde Guatemala. 🇬🇹 Sigan edificandonos.
Hermosa palabra . Gracias Señor por tu palabra y gracias por nuestro Salvador Cristo Jesús...
No es un día en siete que dice la ley sino el séptimo día, lo felicito, todo está magistralmente explicado
Ese pecado* que mora en nosotros (Ro. 7:20,21.es)se manifiesta cuando por la propia concupiscencia* es atraido y seducido, entonces se concibe y da a luz el pecado. Stg.1:14,15.
Tenemos dos naturalezas.
Por lo cual se nos exorta;
Haced morir, lo terrenal en vosotros: fornicacion, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatria.
Col.3:5.
Pues el viejo hombre está viciado conforme a los deseos engañosos. Ef.4:22.
Ro. 8:2...
Un tema más extenso.
Buen mensaje.
me gusta la forma de enseñar del pastor bendiciones
Gloria a Dios por su palabra. Dios bendiga al pastor sugel
"percibimos la ley como un atentado a nuestra soberanía" .. simplemente muy bueno! Aunque lamentable a la vez
Gran mensaje . ..Bendita la palabra de DIOS ..bendiciones Pastor Sugel michelen
Esta bueno este mensaje, que Dios lo bendiga hermano Pastor
Gracias Señor por tu palabra 🙏
Ese mundo perfecto es descrito como "la nueva Jerusalén"
Gracias por compartir ❤ Dios los bendiga ❤
Tremenda palabra gloria a DIOS
WAOOOO SIN PALABRAS
Amen
¡¡¡Gloria a Dios!!!
Tremendo!
excelente mensaje y me gusto mucho porque la ley no
salva ni santifica sólo con el sacrificio de nuestro señor Jesucristo y la ley es para. útil para que renovación de la persona
😊. la ley no es castigo es lo que cosechamos del mal
porque los magistrados no están para infundir temor a l que hace el bien sino al malo
quieres pues no temer las autoridad haz lo bueno y tendrás alabanza de ella
Romanos 13:3
Soy lo peor de la Iglesia de Dios y de Cristo, pero como dijo creo que Pedro en el libro de los hechos:
"Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos"
Saludos. desde. ID. Her. Sigel. Los. Queremos. Orado. Por. Ustedes
Me encanto la predica 👏🏽.
Salvos por fe ,juzgados por las obras,la norma por la cuál seremos juzgados es la ley,antes de la cruz la ley no salva,después de la cruz debemos observar y obedecer la norma,cómo respuesta de amor a nuestro amado Salvador Jesucristo "si me amais guardad mis mandamientos"
¿Soy salvo por gracia, pero la mantengo por las obras?
Amén Amén Y Amén
Amén!
Bendiciones pastor
Me ayudó mucho. Ahora entiendo mejor.
Amén
Gloria a Dios por su Santa Palabra.
HOLA hermanos y hnas.
Me quede sin boleto para ARRAIGADAS 2020!😞😓😞😓!
Por favor si alguien sabe de alguna mujer que no pueda asistir, por favor, yo quiero, YO COMPRO EL BOLETO! Soy de Monterrey. Gracias.
Muchísimas gracias Pastor. Por explicarme la PALABRA DE DIOS. Oro por Ud. Para que Dios lo siga usando
En los capítulos anteriores, Pablo expuso los resultados de la muerte y resurrección de Jesús. Consideró los dos grandes temas de la justificación y la santificación. Aquí, enfoca otro tema singularmente importante: En otro tiempo Dios había dado Sus mandamientos al hombre. Eran inviolables y se aplicaban a todos, aunque estaban destinados, en primer lugar, a Israel. Pero implicaban las justas exigencias de Dios a Su criatura, al hombre en su estado natural. Quien los conociera estaba obligado a obedecerlos, y aun hoy ellos mantienen toda su fuerza para el hombre (1 Ti. 1:8-11). El Dios santo no puede reducir Sus exigencias, ni disminuir Sus derechos.
¿QUÉ ES LA LEY AQUÍ?
El apóstol acababa de decir que los creyentes no estaban "bajo la ley, sino bajo la gracia". Ahora tenía que explicar esa contradicción, en apariencia insoluble. Les demostró que ellos no estaban "sin ley" (no podían hacer su propia voluntad ni obedecer sus inclinaciones ni concupiscencias). Pero, ¿Cómo habían sido liberados de la maldición de la ley y de su yugo? Muy sencillo: por la MUERTE. Al igual que en los cap. 5 y 6.
"¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley) que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que este vive?" Cuando un homicida condenado a muerte ha sido ejecutado, no tiene nada más que ver con la ley que le condenó a morir, pues ella fue satisfecha y cumplida su justicia. ¿Qué podría hacer la ley con un hombre muerto?
El creyente está muerto con Aquel que fue hecho pecado por él en la cruz y que por él llevó la maldición de una ley violada. Así que está muerto a la ley, y posee una nueva vida en Cristo, el Resucitado, y en esta vida puede, por medio de la fe, tener por juzgada la carne, siempre dispuesta a pecar, y tenerse a sí mismo por muerto al pecado.
En este capítulo (7) la palabra "ley" la encontramos con varios significados. El v. 2 habla, por ejemplo, de "la ley del marido". En 21 y 23, de otra ley: "la ley del pecado", que está en oposición a la "ley de la mente" (entendimiento) en aquel que nace de nuevo. En el v. 1 dice: "Hablo con los que conocen la ley". No de la del Sinaí, sino de la ley en general. En otras palabas: "Hablo a personas que saben lo que significa la palabra ley". La ley, en sentido general, en una regla invariable, un principio firme al cual están sometidos los hombres y las cosas. Conocemos la expresión, "la ley de la Naturaleza". Y hay muchas otras que tienen relación con el hombre: le imponen obligaciones a las cuales no puede sustraerse.
LOS DOS MARIDOS:
Cualquiera que sabe lo que es la ley, sabe que un hombre muerto está fuera del imperio de cualquier ley. La ley del Sinaí solo puede tener autoridad sobre él durante su vida. La muerte suprime toda obligación de su parte. Y explica eso valiéndose de la ley del marido: "Porque la mujer casada está sujeta por la ley del marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que, si se uniere a otro marido, no será adúltera".
Es tan sencillo y comprensible, que no necesita explicación. Y uno se pregunta: ¿Cómo es posible, y lo es aún, que ya en tiempos del apóstol Pablo se haya intentado colocar al cristiano de nuevo bajo la ley o mezclar a Cristo con la ley, es decir, exigir, junto con la justificación por Cristo, otra justificación legal? Tener dos maridos al mismo tiempo es cometer adulterio. Asimismo, contraer otra relación fuera de Cristo es serle infiel. Si en otro tiempo la ley era mi marido, ese no es el caso para mí ahora que soy cristiano. La muerte abolió para siempre la antigua relación de modo que puedo pertenecer a otro marido: Cristo.
En la medida en que, bajo la antigua relación, me sentí miserable y pobre, pues cuanto más intentaba hacer lo que podía, tanto más el primer marido me condenaba y castigaba, me siento bien y rico en la nueva relación, en Cristo, el segundo marido.
Esta nueva relación se caracteriza, en el cap. 8, por dos cosas preciosas: "ninguna condenación hay" (v.1) y toda "separación" es imposible (v. 35-39). "Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo [primera naturaleza con la que vino a este mundo] de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios" (v.4). La gracia retira así al cristiano, incluso si hubiese sido judío, de su antiguo estado de cosas y lo lleva a una nueva relación, fundada sobre la MUERTE de Cristo, en la cual él puede llevar fruto para Dios, lo que antes le era absolutamente imposible.
Pero el apóstol, al aplicar el ejemplo invierte los papeles, ya que quien muere no es el antiguo marido (la ley), lo que de todas maneras sería imposible, sino los cristianos, quienes en otro tiempo vivíamos en la carne, los que hemos MUERTO a la ley mediante el cuerpo de Cristo, es decir, en Su MUERTE. Al morir con Él somos liberados de nuestra pasada obligación, para pertenecerle a Él solo, y ello no nuevamente con un espíritu legal cualquiera, sino siéndole totalmente sumisos, como si Él fuera nuestro marido legítimo, contemplándole a Él solo y aprendiendo de Él.
El cristiano no puede servir a dos señores, sea a Cristo o al pecado (cap.6), sea Cristo y la ley (cap.7).
Para el apóstol, vivir es Cristo (Fil. 1:21), y únicamente así puede realmente dar fruto para Dios. Al andar, no según la carne, (lo cual implica estar en la ley), sino según el Espíritu (estar en Cristo, por la fe), hace más que lo exigido por la ley (cap. 8:4). Pero podríamos preguntarnos (cap. 3:27) si, de ese modo, la ley no es debilitada o destruida su autoridad. De ningún modo. Las exigencias de la ley están plenamente satisfechas, pues el pecado fue castigado en la persona de Cristo, EN LA CRUZ, y yo, el culpable, estoy MUERTO con él.
El juicio de la ley fue así ejecutado. El creyente por la ley está muerto a la ley (Gá. 2:19). Dios mismo preparó este medio legítimo para liberar al cristiano de la ley; un medio que nos saca enteramente, y para siempre, del dominio de ella. Por supuesto, la ley subsiste, tanto ahora como antes, en su santidad y justicia inviolables, pero los creyentes no tienen nada que ver con ella. Esa es la posición en la que ha sido colocado el creyente.
😱 Ahora entiendo porqué cuando era adolescente, una amiga y yo, en los días cercanos al día de los reyes, salíamos a pasear por el barrio, habían muchos kioscos vendiendo jugutes, estaban colgados alrededor, y pasamos con astutasia y malicia y robabamos, y así hacíamos un recorrido, luego llegamos a nuestras casas con juguetes que no sabíamos qué íbamos a hacer con ellos, ya no teníamos edad para jugar con ese tipo de juegos, ni teníamos hermanitos pequeños, y terminábamos dándoselos a cualquier niño y si no quedaban rodando por mucho tiempo hasta que se dañaban. Gracias Jesús, por libertarme de la esclavitud del pecado, y de toda la maldad de mi corazón..
Para librarse del pecado, hay que dejar de adorar a Jehová.
No se puede adorar a un Dios que habita en la oscuridad ,
1 Reyes 8:12
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No sé puede adorar a un Dios que mate, que destruya, que incite a la guerra, que maldiga, que sea vengativo, que pida rituales de sacrificios de animales , que odie,
Esa forma de actuar es la misma de Satanás.
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Dios es amor, así lo dice
1 Juan 4:8,
Y alguien que mate, no es de Dios, ni es Dios, porque Dios es amor. Y cuando hay amor en un ser no hay venganzas, mala intención, odio, ira rencor, maldición hacia los demás..
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La biblia habla del verdadero Dios,
1 JUAN 5:20
👏👏👏👏👏
AMEN
La ley es un instrumento de Gobernalidad a una sociedad o pueblo, la Ley es una promulgacion de mandamientos y disposicion que dirige o rige, nos exije o nos prohibe y senala nuestro pecado o nuestras infracciones.
No podemos seguir la ley porque nacemos con el adn, que es billones de escrituras escritas en nuestra mente y corazón de maldad.
Porque tan poco comentario a un mensaje también expuesto ya magistralmente explicado
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (10/15)
(10 y 11). Muy interesante la conclusión y la admonición (fuerte advertencia) que se les hace a los partidarios de obedecer la Ley (en alguna etapa del proceso de la salvación, o la recepción de ésta): En vista de lo que Dios mismo ha hecho (dar el Espíritu Santo a quienes no han tenido, ni tienen, relación alguna con la Ley mosaica), “¿Por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?”.
No es que fueran meramente tropiezo a los discípulos gentiles (lo cual ya era grave: “¡Ojalá se mutilaran (cortaran sus genitales) los que os perturban [incitándoos a obedecer la Ley]!”, Gá. 5:12); es que hacían algo aún más grave, al pedir a los cristianos que obedeciesen la Ley de Moisés: ¡estaban tentando a Dios!
Hablando de las diferencias de nivel en la madurez cristiana, y los roces que esto puede producir con los que aún están en etapas inferiores (normalmente, los que provienen de un trasfondo judío y legalista), el apóstol dice: “No seáis tropiezo ni a judíos ni a gentiles ni a la iglesia de Dios” (1 Co. 10:32). Aquí vemos las tres divisiones que Dios hace actualmente de la humanidad: (1) Israel, (2) los no israelitas, y (3) la Iglesia. La Iglesia no ha sustituido o subsumido (absorbido o incorporado) a Israel en ella, al punto de borrar la identidad nacional de Israel.
Pablo sentía “gran tristeza y continuo dolor” por la dureza de corazón de “sus parientes en la carne” (no los descendientes “espirituales” de Abraham, los herederos de la promesa (Ro. 9:6-9). No por el remanente que Dios siempre se ha reservado, entre los israelitas (Ro. 11:5), sino por los descendientes físicos de Abraham), que se habían negado a creer en Cristo como su Mesías.
¿Por qué? Porque Dios les había prometido a éstos bendiciones sin parangón entre el resto de la humanidad. La principal de ellas: conocerlo y amarlo de todo su corazón (cuando llegara el tiempo). Pero en los planes de Dios estaba el endurecer temporalmente el corazón de la nación de Israel, y cegarles, para que no se convirtieran “en masa” (como nación), hasta que no viniera el tiempo preparado por Dios (Mt. 13: 10-17; Ro. 11:25-29).
En Lc. 21:24 está escrito: “Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles (lo cual será cumplido de forma cabal cuando llegue “el día de apretura para Jacob”, la “gran tribulación” que le aguarda a Israel como nación (Jer. 30:7; Mt.24: 21)], hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”. Y de eso habla el apóstol Pablo en Ro. 11:25-29.
✔✔✔✔✔✔
La ley de los miembros de la carne nos lleva al pecado y a la muerte, inducido por satanás.
La Ley de Dios no lleva al Señor Jesucristo, quien por Su Gracia nos conduce al Padre Dios para Vida, mediante Redención Eterna.
Alabado sea nuestro Dios.
Amén amén
En el 21:21 es "catalizador".
Hola falta la predicación de Romano 7:1-6 que seria la predicación anterior a esta y no esta en el canal, si la pudieran subir gracias.
No, no falta, es la predicación anterior en la serie.
Es la que se llama "¿Esclavo de quién?"... chécalo.
Mi pregunta es sencilla que pasaria si no hubiera pecado Adan
Edificante serie. Por favor publiquen los restantes mensajes de este tratado teológico. Bendiciones.
Lupita i
Buenas tardes!! La serie romanos está hasta que capitulo???
Sucede que fácilmente y se encuentran visibles desde el capítulo 1 hasta el 6.
Y este capítulo 7 lo estoy escuchando gracias a qué solito me llegó por notificación.
Es posible que revisen la aplicación para poder visualizar fácilmente la serie completa.
Muchas gracias Dios los bendiga al ministro y todo su equipo de audio.
:)
Conforme estas viendo este vídeo, pulsa el anagrama de IBSJ redondo, al lado pone iglesia. Te saldrá el canal de la iglesia. Hay 3 opciones: inicio, vídeos, lista de reproducción, pulsa esta última y aparece en segundo lugar serie romanos 19 vídeos, pulsa y aparecen todos y hay tres opciones unas flechas cruzadas una tilde en el centro pulsala y se añade en tu biblioteca y conforme la iglesia los vayan colgando te iran llegando solo.
Un saludo desde el sur de España.
@@ameliaestevez4219 muchas gracias por ayudarme!!
Igualmente saludos y bendiciones desde Cuidad de México!!! :D
El q guarde toda pero ofendiere en un punto se hace culpable de toda entonces por q no guardamos el sabado el 4 mandamiento dela ley moral de Dios
Saludos .. pregunto .
¿ los judios eran los que estaban llamados a cumplir la ley mosaica y los gentiles no tenían ley ..?
12:48 🤍
YA NO ESTAMOS SOMETIDOS AL DOMINIO DE LA CARNE (1)
“Mientras estábamos/vivíamos en la carne” (Ro.7:5). Estar en la carne es estar ante Dios en el terreno/posición del primer Adán (Cristo no es “el segundo” Adán, sino el “último”; y esto es importante tenerlo en cuenta), y según esta posición, ser responsables ante Él.
No se trata de la mayor o menor culpabilidad personal, sino del estado de pecado en el que todos nos encontrábamos por naturaleza, del yugo del pecado bajo el cual estamos todos. En otro tiempo estábamos unidos maritalmente a la ley y, la ley prohíbe el pecado y lo imputa al transgresor, pero no da fuerza ninguna para observar los mandamientos.
Al contrario, da ocasión para que el pecado actúe en nosotros. Y esto ocurre siempre, aún después de convertidos (1 Jn. 1: 8; Ro. 7:5; 8:6-8, 13; 13:14; 2 Co. 1:17; 11:18; Gal. 3:3; 5:13, 16-17; 6:8, 12; Fil 3:3,4; 1 P. 4:2; 2 P. 2: 10, 18).
El (pretendido) cumplimiento de la ley (ninguna parte de la ley, pues hay un vínculo orgánico en toda ella, Mt. 22:40; gá. 5:3, 14; Stg. 2:10), no tiene valor alguno contra los apetitos de la carne; ésta sigue igual de activa -sino más que antes, porque conoce más la voluntad de Dios- en el creyente (Col. 2:23).
Los cristianos, para serlo en verdad, han de crucificar su carne (el pecado que está en ellos), en el sentido de “mortificar” la carne. Crucificar no significa extinguir, o aniquilar. ¿Cómo puede hacerlo? Conociendo y creyendo el Evangelio, que enseña que Cristo murió soportando la maldición de la ley violada (la separación de Dios, sobre los que violan Su ley), estando en Su primera naturaleza humana (Su cuerpo), representando la naturaleza adámica/pecadora de los pecadores elegidos.
¿Cómo ha de hacerlo, repito? Considerándose él mismo muerto, en Cristo (Ro. 6:11,13), a esa naturaleza pecadora, que recibió del primer Adán, y que fue castigada y apartada de delante de Dios en el postrer Adán (donde, para Dios, acabó la “serie” de ese primer Adán), cuando colgaba de la cruz. Eso es amortiguar los reclamos de esa carne (pecado en nuestra anterior naturaleza, Ro. 13:14; Gá. 5:16; 1 P. 2:11). Y, alimentándose de Cristo. De todo lo que tiene que ver con Él (lo cual, se halla en Su palabra, y en la luz que Él mismo arroja sobre los que le siguen, para entender los acontecimientos y circunstancias de la vida, Jn. 1:4; 8:12, a la luz del conocimiento de Él, conocimiento en el cual debe crecer, así como en la gracia, no en la obediencia a la ley, ni siquiera "por gratitud" a Dios, 2 P. 3:18).
De la misma manera que creyó inicialmente en Cristo, para ser justificado, ha de seguir creyendo en Él, en medio de las circunstancias diarias de su vida (Col. 2:6; Ro.1:17). La primera, es una fe justificadora; la segunda, una fe santificadora. Pues el cristiano no ha de hacerse santo a sí mismo (por ejemplo, obedeciendo la Ley de Moisés, o alguna otra cosa), eso es algo que ya tiene en Cristo (1 Co. 1:30; 2 Co. 3:18; 1 Jn. 3:3).
Es la fe, y únicamente la fe, lo que agrada a Dios (Ro.1:17). Y, si el que un día aceptó (intelectualmente) su justificación de parte de Dios, en Cristo, solo por la fe, ahora se vuelve (retrocede) al cumplimiento de alguna obra, para "agradecer" a Dios por ello, ya no Le agradará (He.10:38). "Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago" (Gá.2:18).
Jesucristo ha sido liberado!! Está en las montañas! 🙏🥰💖🌈🐎🌳🌲🌳🌄🦁
:) :)
8 Acuérdate del día de reposo[a] para santificarlo.
9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
10 mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó.
Solo hay un día de reposo y es el séptimo día Sábado. Recuérdenlo!!! Fue cambiado a Domingo(día del sol) por el hombre y no por Dios. Por eso es que nos deleitamos haciendo los que se nos venga en gana el día Sábado. Ayúdanos Jesús porque somos rebeldes y olvidamos Santificar tu día.
alimenten el espíritu en oración y con la palabra, y el espíritu sometera la carne y no viviremos en pecados del viejo hombre, si no alimentamos el espíritu entonces saldra esa naturaleza pecaminosa y estaremos en pecado, recuerden la "Gracia" no es licencia para pecar y después me arrepiento xq estoy bajo la gracia, no es asi
No entiendo qué dice el pastor en el 53:57... ¿alguien me puede explicar por favor?
Sí
Un ebanista es el que se encarga de hacer muebles. En Latinoamérica es muy común solicitar un trabajo para una fecha específica, pero la mayoría de veces terminan excusándose y entregándolo tiempo después
@@santiagopacheco9393 Muchas gracias Santiago!! Saludos!! 🤗
DEUTERONOMIO 7:6.
Para es la ley Creeo yo.
Pero las naciones necesitan de Jesucristo como raiz.
Efesios 2.
Porque no son israelitas o Judíos.
Awwwwww q palabra tan hermosa
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (15/15)
(24). Ahí vemos que algunos judíos “convertidos al Evangelio” eran tan celosos (fanáticos) de la Ley de Moisés (es decir no entendían su propósito y cómo manejarse con Ella, 1 Ti. 1:8; Ro. 9:30-10:4), pero pretendían que obedecerla era necesario para la salvación, habían inquietado a los recién convertidos (aún inmaduros en las doctrinas cristianas), mandándoles que se circuncidaran y guardaran la Ley de Moisés (no sólo sugiriéndoles: los legalistas siempre tratan de imponer: no conciben la vida de otra manera).
(25 a 27). Y vemos que se hizo necesario escoger hombres que habían expuesto su vida por el nombre del Señor Jesucristo (NO por la defensa de la Ley, y la necesidad de obedecerla los cristianos) que llevasen el resultado de sus deliberaciones, por escrito, y también de palabra.
(28 y 29). La conclusión a que habían llegado no era meramente humana, sino que primeramente “ha parecido bien al Espíritu Santo”. Y la directriz de Dios y de los apóstoles, ancianos y la iglesia primitiva, cuyo núcleo se hallaba en Jerusalén, fue altamente instructiva para todos los tiempos: “No imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias”.
No les indicaron la obediencia a ningún mandamiento del Decálogo. Ni siquiera a uno: Colocar un solo mandamiento de la Ley sobre ellos, hubiera equivalido a colocarles bajo la responsabilidad de obedecer toda la Ley (Gá. 5:3; Stg. 2:10); lo cual hubiera sido un peso inaguantable (v.10). Por otro lado, hubiera sido contraindicado (inapropiado): hubiera implicado desconectarse de Cristo, y salirse de la esfera de la gracia (Gá. 5:4).
Esas cosas “necesarias”, que les indican por la vía de la recomendación, (no de la imposición o mandato) son: “abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis”. ¿Por qué? Porque la convivencia eclesial con recién convertidos de trasfondo judío, habituados a considerar esas prácticas como abominables a Dios bajo la ley judaica, les hubiera hecho muy difícil a los últimos entender que los que aún las realizaban ocasionalmente hubieran sido convertidos a Cristo. Y, de considerarlos cristianos, hubiesen tenido en ellos un estímulo (un tropiezo) a transgredir toda obediencia a Dios.
La ley de Moisés no,
Moisés no hizo la ley.
La ley la hizo jehová.
Entonces debemos estar pendiente para que cada vez que aparezca la frase: la ley de Moisés, sustituirla por la ley de Jehová. Así será mejor para la interpretación
Una pregunta estas predicas son cristianas o católicas??? Quien me pueda casar de la duda
GRACIAS
Cristianas
Ok gracias.. Pero la lectura de la biblia no coincide
@@angygomez2693 Depende la versión. ¿Que versión de la Bibloa estás leyendo?
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (8/15)
Pero Dios colocó aquellos Diez Mandamientos que forman parte de la Ley de Moisés, sobre piedra, para que los israelitas vieran su condición moral endurecida y depravada, pues la Ley no les pedía hacer el bien, sino “tratar de NO hacer el mal”. Y las tablas de piedra simbolizaban dos cosas: (a) era una ley escrita “fuera de ellos mismos” (lo que conllevaba que, al ser depravados pecadores, sólo podrían acceder a su “cáscara”, no a su contenido, Ez. 20:25); y por otro lado, (b) la piedra representaba la dureza de los corazones de los súbditos a los que se dirigía la Ley (los cuales, son una muestra poblacional de toda la humanidad).
Es fundamental ver que la Ley de Moisés no demandaba hacer bien alguno (excepto honrar al padre y madre), sino debatirse constantemente con la inclinación y esclavitud de la naturaleza humana al mal, al pecado (Jn. 8: 31-36). La Ley mosaica es una pieza más de las instrucciones dramatizadas que Dios dio a Israel en el Viejo Pacto.
(6 y7). El debate no fue cosa sencilla. El trasfondo de los apóstoles y los ancianos era judío, con lo cual tenían en sus frentes la palabra “Ley de Moisés” grabada con cincel. Pero, aún peor, también estaba el grupo de los fariseos con su fama de ortodoxia, pietismo y religiosidad, que ejercía gran presión hacia la obediencia a la Ley sinaítica “por encima de todo” (de forma equivocada y fanática).
Los fariseos se caracterizaban, al igual que los modernos legalistas, por una mentalidad apegada “a la letra” de las normas, y los deberes en general (2 Co. 3:6). Ignoraban realmente el espíritu de las Escrituras, por lo que solo se quedaban con “la cáscara” de Éstas, lo cual acarrea muerte.
Lo que subyacía en sus mentes era el orgullo, mezclado con la hipocresía. Orgullo, porque se creían capaces de obrar el bien (Lc. 18:11-12), y en eso, pensaban ser diferentes y superiores a los demás. De hecho, la palabra fariseo significa “separado”. En su autoconcepto, ellos creían ser “la última coca-cola del desierto” en lo tocante a obedecer y honrar a Dios. En íntima asociación con los doctores de la Ley o escribas.
Pero honraban a Dios solo de labios, que es lo único que la Ley puede lograr de un pecador (Mr. 7:6). Eran unos auténticos hipócritas, pues eran capaces de entender los hechos de la vida ordinaria, que eran paralelos o equivalentes a las enseñanzas espirituales del Señor, pero “se tapaban voluntariamente los ojos”, para no entenderlas (2 P. 3:5).
NOTA 1: La hipocresía puede venir del deseo de esconder de los demás motivos reales o sentimientos. En muchos idiomas, incluido el francés, un hipócrita es alguien que esconde sus intenciones y verdadera personalidad.
NOTA 2: Como en todos los hechos que el hombre ejecuta, hay dos realidades presentes: una invisible, y otra visible. En la primera, actúa la soberana voluntad de Dios. En la segunda, la responsabilidad humana. Así, Dios había cegado sus ojos y tapado sus oídos (Is. 6:9-10; Mt. 13:10-17). No obstante, eso no invalidaba su responsabilidad de prestar atención a las palabras de Dios, y del Señor, y a pedir Su ayuda para entenderlas.
Pero, a los religiosos, en realidad lo que les interesa es “la propia gloria” (Jn. 5:44). Y, para ello, nada mejor que la pretensión de obedecer la Ley de Moisés (Ro. 10:5; 9:30-10:5; Fil. 3:9). Una combinación explosiva: ser religioso (alguien que trata de unirse por su cuenta a Dios: “re-ligare”, volver a ligar, a atar, a unir; es decir, de alcanzar a Dios por sus propios esfuerzos) y ser legalista (alguien cuya mente descansa en la “letra” de las normas, y no puede penetrar en el sentido de las mismas).
Si a éstos les pones una Ley dada por Dios sobre conducta humana, rápidamente van a decir “obedeceremos y haremos todas las cosas que Jehová ha dicho” (Ex. 24:7). O bien: “haremos lo que podamos”. O, aún más sibilino y demoníaco (sutil y mortal): “Jesucristo obedecerá por nosotros esa Ley”.
Pero el 7 mo dia es sabado!!!,como?,cambiar el dia no es autonomia?
El sábado nada tiene que ver con el shabat, el sábado es un día en honor del dios saturno.
En general no, puede ser cualquier día
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (12/15)
Pero, los legalistas (que no tienen el Espíritu de Dios) propugnan que Jesús se equivocó cuando dijo la famosa “regla de oro”: “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también HACED vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mt. 7:12). Según su modo de pensar (su cosmovisión, su filosofía), debió decir: “NO hagáis a los demás, lo que no queráis que os hagan a vosotros”. Porque, la Ley de Moisés, a la cual “queman incienso” (2 R. 18:4), se limita a eso.
Este último es el lema de prácticamente todos los religiosos del mundo. Y es el núcleo mismo de los pseudo cristianos, (cristianos profesantes, o nominales) que militan en el campo legalista.
La Ley dice, “no matarás”, y cuando uno NO mata a su prójimo, para la Ley el asunto ya está cumplido. No entra en las intenciones del corazón, como el predicador, dice. Pero, para quien tiene una nueva naturaleza (la vida de resurrección de Cristo, Ef. 2:5-6; Col. 3:1-4; 1 Jn. 5:11-12), la Ley de Moisés es una norma insuficiente (Mt. 5:21-48). Es algo rudimentario; de bajo nivel moral. Inviable para un ciudadano del cielo.
Solo los que son “guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios” (Ro. 8:14). Y “si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Ro. 8:9). Y el Espíritu de Dios no guía a nadie a obedecer la Ley sinaítica, sino que, los que “son guiados por el Espíritu de Dios, no están bajo la ley” (Gá. 5:18). No puede estarse en dos posiciones antagónicas a la vez. ¡Es blasfemo atribuir al Espíritu de Dios semejante vileza y herejía! Y las blasfemias contra el Espíritu Santo no serán perdonadas (ni en esta edad, ni en el milenio. Mt. 12:31-32).
(13 a 18). Jacobo toma la palabra, y les dice que Dios había anunciado (profetizado) desde la antigüedad que no sólo iba a salvar a los israelitas, sino a gente de todas las naciones de la tierra. Pero que no lo hará de forma “independiente” de Israel, sino “por medio” de Israel (por eso es a ellos que se les llama primeramente por medio del Evangelio. Cfr. Hch. 13:46; Ro. 1:16; 2:10).
Entre las naciones (de la tierra), Israel es el testigo de Dios, no solo en el pasado, sino en el futuro (2 S. 22:50; Sal. 18:49; 22:27; 47:3; 98:2-3; 108:3; 111:6; Is. 2:2-4; 54:3; 55:4; 60:3, 5, 11; 66:18-19; Jer. 3:17; 30:11; 31:10; 46:28; Ez. 28:25; 37:28; 39:23, 28; Hag. 2:7; Zac. 2:8; 8:23; 12:9; 14:16; Mt. 24:14; Mr. 14:16). Dios usará a Israel como instrumento (plataforma) para salvar a personas de fuera de esa nación; es decir, de entre todas las naciones. Así que, Su proyecto trascendía Israel, y abarca a la tierra por completo.
Por eso, les recuerda este pasaje bíblico: “Después de esto [los juicios finales que vendrán sobre Israel, la “gran tribulación” que aún les aguarda, Mt. 24:21] volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar [el Señor, en Su segunda venida, revertirá la situación en que ahora está Israel, y serán restauradas todas las cosas (Mt. 19: 28; Hch. 3:21)]”
“Para que el resto de los hombres [los gentiles, que no hayan entrado a formar parte de la Iglesia en el período anterior, la cual ya habrá sido arrebatada (Jn. 14: 2-3; 1 Ts. 4:17, Ap. 4:1), por lo que en ese momento ya no estará en el escenario terrenal] busque al Señor, y los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre”.
Por eso, “el evangelio del reino” (no de la gracia) será predicado al resto de Israel, y también a los gentiles que hayan sobrevivido de los juicios apocalípticos (Mt. 10: 24:14; Mr. 14:16; Zac. 14:16-19; Ap. 11:1-14, etc.).
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (7/15)
Ellos, se dirigían a personas ya convertidas a Cristo, a quienes solamente se les había predicado lo tocante a la persona, y obra de Cristo, sobre la cruz, que perdona pecados, y también maldice al viejo hombre, dándole una nueva vida (eterna), poseyendo así ya la naturaleza Divina (2 P. 1:4; Col. 3:1-4; 1 Jn. 5: 11-12, etc.); y por tanto reviste al cristiano, aún en este tiempo de peregrinación, y con un cuerpo sin redimir (Ro. 8: 23), de la Justicia y Santidad de Dios, Mt. 26:28; Lc. 24:47; Hch. 2:38; 5:31; 10:43; 13:38; 26;18; Col. 1:14; 2 Co. 2:51; Gá. 3:13; Ef. 2:1, 5-6; etc. ).
Pero, según los fariseos (que no entendían el Evangelio), a estos cristianos aún les faltaba algo: “la santidad y la justicia que se derivaría de la obediencia a Ley de Moisés (si fuese obedecida perfecta e íntegramente)”.
Ellos deseaban establecer su propia justicia (de algún modo), lo cual les llevaba a malentender la Ley de Moisés, y magnificarla (como otrora ocurrió con la serpiente de bronce, a la cual los israelitas le quemaban incienso, 2 R. 18:4). La Ley de Moisés era para ellos el medio de obtener la justicia de Dios, por medio de la justicia propia. Pero la Ley no fue diseñada para alcanzar la justicia de Dios, sino para facilitar el reconocimiento de la maldad inveterada en la naturaleza humana, y de ahí, poder arrepentirse.
Pero, la pretensión farisaica de obedecerla, puede proporcionar cierto “brillo” (gloria) al hombre religioso. De modo que los fariseos, de todas las épocas, la usan ilegítimamente (1 Ti. 1:8), solo con la finalidad de engrosar su “curriculum vitae” (su pedigrí), Ro. 9:30-10:4; Fil. 3:9. Pues la Ley de Moisés NO PIDE HACER EL BIEN, sino NO HACER ALGUNAS COSAS MALAS (y esto, a un nivel muy básico o rudimentario, Gá. 4:9; Col. 2:20).
Así que, si alguien la obedeciera perfectamente, sólo demostraría que “evitó hacer aquellas cosas que ella prohíbe”. Pero no que vivió una vida a la altura de la nueva naturaleza que recibió de Dios, en Cristo (que hace que allí el cristiano “esté sentado” en los lugares celestiales, y no bajo un pacto de obras, obedeciendo la Ley sinaítica, Ef. 2:5,6), y de su ciudadanía celestial (Col. 3:1-4). Lo cual sólo puede lograrse en la energía que proviene de la vida eterna, y con la capacitación y poder del Espíritu de Dios (Ro. 8:3, 7-15; Gá. 5:16-26).
Pero los modernos fariseos, tuercen así la Palabra de Dios: Donde dice “ya que por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la Ley es el conocimiento del pecado” (Ro. 3:20), los virtuosos del engaño dicen: ya que los pecadores, por las obras de la Ley, no pueden ser justificados por sí mismos, porque su vieja naturaleza les impide obedecerla (es débil, Ro. 8:3), no obstante, sí pueden alcanzar la Justicia Divina (no como una naturaleza justa y santa, sino como una cobertura exterior, una apariencia) por medio de la Ley, usando un “artificio”. Para ello, Jesucristo ha de obedecer esa Ley de Moisés en lugar de ellos. Porque la Ley no es meramente para que el hombre se pueda reconocer más fácilmente pecador -dicen ellos- sino que su función principal es obtener la Justicia Divina, al ser obedecida por Cristo, en lugar del pecador”.
Ellos no le dan tanta importancia al arrepentimiento como le da Dios, y Sus ángeles (Lc. 15:10). Con una instrucción académica en algún Seminario o Instituto bíblico, o en el propio local de la Iglesia de que se trate, y luego un bautismo (físico) con agua (1 Co. 1:17; 1 P. 3:21), el asunto queda zanjado.
Entonces debemos de seguir guardando las fiestas??? , Evitar consumir alimentos impuros??? Circuncidarnos??? , Etc , no entendí muy bien eso ???
No porque toda la ley la cumplió Jesús.Ahora sólo los que mando Jesús en Mateo 22:36-40..Aparentemente los redujo a 2 pero no.En ellos está toda la ley.
Lo que ya no hacemos son sacrificios de animales ni nada ritual.Todo lo moral si.
CRISTO fue el último y perfecto sacrificio por el pecado.Ninguna obra nos salva.
@@mariaduran3214 muchas gracias por sacarme de la duda
@@mariaduran3214 los dos mandamientos que redujo Jesús en realidad abarcan los 10 mandamientos no ??? Porque si amas a Dios no tendrás dioses ajenos, si amas a tu prójimo como a ti mismo no matarás,y así con los demás.
A la ley y al testimonio, si no dijeron conforme esto es porque no les ha amanecido. Jesús dijo "Si me amais, guardad mis mandamientos", el salmo 119 habla del deleite de guardar la ley de Jehová...
OS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (9/15)
(8 y 9). Y Dios, que conoce si las personas están de verdad arrepentidas y confiando en Jesucristo para salvación, dio el Espíritu Santo a los gentiles cuando sinceramente se convirtieron al Evangelio de la gracia, sin que jamás hubiesen estado bajo la Ley de Moisés, ni la hubieran conocido siquiera; y, por tanto, no tenían noción alguna de que “la Justicia de Dios podía alcanzarse obedeciendo su sección moral (los Diez Mandamientos)”.
Todo lo cual era lógico, pues la Ley (de Moisés) fue dada únicamente a Israel, y no a los gentiles. Y si la obediencia a dicha Ley fuese un requisito vital para alcanzar la Justicia de Dios, aunque fuese por Otro (vicariamente), y así poder entrar al cielo, ¿No se lo hubiesen dicho?
El pensamiento de que “la Justicia de Dios puede alcanzarse obedeciendo los Diez Mandamientos” es justo lo que caracteriza a los legalistas (los que malentienden la función de la Ley, a la vez que tienen un alto concepto de sí mismos). Y, en este caso, todos los salvos no judíos tendrían que cumplir el pre-requisito de estar bajo la Ley de Moisés; es decir, ser israelitas, o judaizarse, a fin de que Cristo hubiese tomado la responsabilidad de obedecerla en lugar de ellos.
Pero, los que informaban sobre la conversión de los no judíos, que habían venido a Jerusalén a consultar sobre la necesidad que los legalistas propugnaban (exigían) de guardar dicha Ley para ser salvos (ahora dicen que “lo hizo Cristo por ellos”) NO hicieron referencia alguna a que eso se les hubiese predicado (enseñado). Precisamente, se levantó la discusión grande, porque la Ley no les había sido ni mencionada, hasta que los legalistas irrumpieron en su magnífica libertad en Cristo, y quisieron esclavizarles.
Y allí dice: “Y [al momento de convertirlos, recibirlos, aceptarlos en Cristo y salvarlos] ninguna diferencia hizo entre nosotros (los judíos) y ellos (los gentiles)”. Es decir: Dios NO les dijo: “como la Ley no fue dada a vosotros en el pasado, ni ha formado parte de vuestra cultura (religión, o creencias), ni ahora se os ha enseñado, vosotros tendréis un derecho minorado a entrar en mi gloria”.
Y añade: “purificando por la fe sus corazones”. Es decir, la fe en la persona y obra de Cristo en la cruz (sin tener ninguna relación con el asunto de la Ley, Ro. 3:21; 1 Co. 2: 2), fue suficiente para atribuirles la Justicia Divina (“purificar sus corazones”), tal como si ellos mismos hubiesen sido justos. Y, no meramente, como si ellos “tuviesen la deuda de sus pecados pagada (saldada, cancelada), por medio de la fe en la sangre de Cristo”.
Sr Sugel quien dijo que se salvan por guardar la Ley. La ley te conduce a Cristo solo Cristo salva. La ley es el conocimiento del pecado. Pero sabiendo hacer lo bueno no lo hace “peca”
LOS ESCLAVOS Y LOS LIBRES (11/15)
(11). “Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos (los judíos), de igual modo que ellos (los gentiles)”. Aquí no cabe inferir que “la gracia del Señor Jesús” incluya una obediencia de Su parte a La Ley mosaica, en lugar de los pecadores. Es exactamente lo opuesto de lo que está tratando el contexto. Si no fuera así, aquel era el momento más apropiado para decir: “antes creemos que por la obediencia del Señor Jesús a la Ley de Moisés, seremos salvos”. O bien: “creemos que, por la gracia del Señor Jesús, obedeciendo la Ley por nosotros, seremos salvos”. Eso hubiera dado suficiente claridad al asunto. Y zanjado la controversia.
(12). El asombro y la alegría por el modo de obrar de Dios, salvando a los gentiles, provenía del hecho de que todo eso lo hizo “aparte del yugo que ellos habían tenido sobre su cerviz por siglos”, cifr. Ro. 3:21 (lo que les había hecho a algunos “estar trabajados y cargados”, Mt. 11:28). Y que, en modo alguno, Dios demandaba a los nuevos convertidos (en este caso, entre los no judíos) que guardasen dicha Ley. Que se colocasen bajo ese yugo insoportable.
El Espíritu Santo no impulsa a nadie a colocarse bajo la Ley (o los Diez Mandamientos de esa Ley). No puede. Es contrario a eso (Ro. 8:1-15; 2 Co. 3:17; Gá. 2:4; 5:1, 18; Stg. 1:25; 2: 12; 1 P.2:16). En la Escritura se habla de una libertad en Cristo que tienen los cristianos, que los legalistas no pueden ni soñar. Ellos, si se menciona “libertad”, siempre se imaginan “tentación, debilidad y pecado”.
En Ro. 13:8-10, está escrito: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la Ley. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley [de Moisés] es el amor. Porque NO adulterarás, NO matarás, NO hurtarás, NO dirás falso testimonio, NO codiciarás, y cualquier otro mandamiento [de esa Ley] en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
No dice: “el que ama al prójimo, ha llegado al cumplimiento de la Ley”, sino, “la ha rebasado”. “Ha superado abundantemente, con creces, la obediencia a la Ley” (Cfr. Mt. 5:21-48). Vuela muy por encima de Ella. Cualquier mandamiento de la Ley está fundado en el amor al prójimo. Si bien, es cierto que el amor que la Ley demanda es “de muy baja calidad”: se conforma con “NO adulterar, NO matar, NO hurtar, NO decir falso testimonio, NO codiciar, etc.” (Cfr. Mt. 5:21-48).
¿Porque Pablo no le recitó la ley a carcelero de filipos?, si revisamos el libro de Hechos no encontramos ningún ejemplo donde sea Pedro, sea Pablo, o Felipe, o Ananias usando la ley para presentar el evagelio, Ni Espíritu Santo no usa la ley para convencer al pecador, sino el evangelio pues convese al mundo de pecado, ¿pero cual pecado ? no el quebrantar la ley, sino de no creer en Cristo . Juan 16 : 8-9 El mundo no va ser juzgado por la ley sino las palabras de Cristo . Juan 12 : 47 -50; Hechos 3 : 22 La Palabra de fe no va acompañada de la ley, y está la Palabra de fe que predicamos que creyeres en tu corazón y confesares con boca que Jesús es Señor seras salvó Romanos 10.
La analogía tomada de deuteronomio 24 mál expresada por el hermano sugel, la que Obviamente no puede discernir, explica que el marido tirano es el pecado.
El fue muerto por causa de la muerte de cristo y nosotros tomamos parte en ese matrimonio con cristo por medio de la fe en su resurrección.
Todo romanos 6, 7 y 8 habla de lo mismo.
Romanos 8- 1/2.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al espíritu.
Porque la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me HA LIBRADO DE LA LEY DEL PECADO Y DE LA MUERTE.
Paz queridos hermanos.
No comprendo. Que uste cree en la Ley y no cree en el día santo sábado en Santiago dice que si guardas 9 y desconoces 1eres culpable de todos .
Lo siento, p ro Pablo no habla de matsr la TORAH.
El habla de 3 cosas
La ley del pecado
La ley de la casada
La Torah.
La Ley de la casada dice que si el marido esta vivo la mujer node casa de nuevo ahora bien el marido debe morirno la mujer, por tanto el marido es el pecada en la muerte del meias murio el PECADO, NO LA TORAH.
Por tanto la Mashiaj al resucitsr encuentra a la viuda del pecado y puede casarse con ella y pueden vivir baj la Torah.
Que es pecado?1 de Juan 3:4 nos dice que pecado es la transgresión de la ley....si no hay ley no hay pecado.....no nos convirtamos en mentirosos antiniomanistas. ...
En realidad dice “todo el que comete pecado, infringe TAMBIÉN la ley”
El pecado es propio del ser humano desde el día fatídico de la caída. No es si no hasta Moisés que la ley es escrita, pero aún no habiendo ley, los seres humanos eran pecadores.