Necropolis visigoda de Caraca
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- เผยแพร่เมื่อ 5 ก.พ. 2025
- Audiovisual sobre la necrópolis visigoda del yacimiento carpetano-romano-visigodo de Caraca (Driebes, Guadalajara, España).
¿Qué hay después de la vida? Todos los seres humanos se han hecho esta gran pregunta, y a lo largo de los siglos se le han dado distintas interpretaciones. ¿Hay otra vida? ¿Siguen entre nosotros? ¿Necesitan pagar un viaje al más allá? ¿Necesitan provisiones? ¿Nos escuchan y pueden interceder en nuestros destinos?
Los habitantes de Caraca, desde los tiempos del oppidum carpetano del siglo III a.C. despidieron a sus difuntos quemando los cuerpos, y depositándolos en urnas, a veces con ajuar, y señalando el lugar de enterramiento de la urna
Con la romanización, la costumbre de la cremación continúa, e incluso se sofistica, con grandes obras monumentales tanto para la incineración, como en los casos más pudientes, para la señalización de los lugares de descanso final de los individuos y familias.
Sin embargo, desde el siglo III d.C. en el Imperio romano, la costumbre de la inhumación, es decir, el enterramiento del cuerpo completo, va haciéndose más presente, en parte impulsada por el avance del cristianismo.
La necrópolis localizada en la margen derecha del Río Tajo, al pie de la ciudad de Caraca, corresponde a la época visigoda. Se asienta sobre un lugar en el que también se documenta una ocupación previa en época carpetana.
El espacio funerario de época tardoantigua comprendía varios centenares de tumbas de inhumación.
El enterramiento se hacía en posición decúbito supino, con una orientación este-oeste siguiendo el rito cristiano y en relación con la creencia en la resurrección. El cadáver descansaba su cabeza al oeste, mirando al este, al resurgir diario del Sol. Por esta razón también se enterraban en posición de decúbito supino, permitiendo contemplar este fenómeno eterno.
En relación con esto último el Credo epigráfico de Toledo, del siglo VII, manifiesta que “Creo en Dios padre todopoderoso y en Jesucristo su único hijo (…) que descendió a los infiernos y al tercer día resucitó vivo de entre los muertos (…). Creo (…) en la resurrección de la carne, y en la vida eterna, amén”.
La posición de algunos individuos y la escasez de clavos indican que se enterraban directamente, probablemente envueltos en una mortaja.
Las sepulturas estaban ocupadas por uno o varios individuos, habitualmente el último cadáver en posición de decúbito supino y con una reducción de otro u otros a los pies o a los lados del anterior.
Consideramos que la presencia de reducciones dentro de una misma fosa o cista se debía a que eran familiares o allegados.
Se observan tres tipos principales de enterramientos, en primer lugar, las fosas excavadas en el suelo sobre las que se ponían gruesas losas de piedra de yeso.
El segundo tipo serían las tumbas de cista, cuyas paredes estaban revestidas por lajas de la misma piedra así como cubiertas del mismo modo. En la tercera es un hoyo simple, sin estructuras pétreas.
Hasta el momento sólo se ha encontrado una inhumación en fosa simple sin losa de cubrición, destinada a un individuo de corta edad.
Los análisis antropológicos realizados permiten afirmar que los restos localizados corresponden a mujeres y hombres de distintas edades, aportando estos interesantes datos acerca de los habitantes de este enclave en este período.
Aunque solo se ha excavado hasta el momento un pequeño porcentaje del total de tumbas que comprendían la necrópolis, los datos apuntan a una necrópolis que estuvo en uso en época visigoda, probablemente entre los siglos VI y VII d.C.
Los trabajos arqueológicos seguirán revelando información sobre la vida y la muerte de los habitantes de Caraca a lo largo de los siglos.
Muchas gracias :)
Qué gran descubrimiento, gracias 🫂
Dani. Seguid así. Soys la ostia
Esto bien vale un premio Nacional ;D