Entrevista a Ángeles Pedraza, madre de Miriam, asesinada en los atentados de Madrid del 11 - M.

Cuando se cumplen 20 años, en un día marcado por la memoria y la persistente lucha contra el olvido, Tony Gil, con la voz cargada de emoción y respeto, se dispone a dar voz a una historia que trasciende el tiempo y atraviesa corazones: la historia de Ángeles Pedraza, madre de Miriam, una de las víctimas de los atentados del 11 de marzo en Madrid.
En el aire tenso y silencioso de la sala de radio, la conexión telefónica trae consigo el eco de años de dolor y resistencia. Ángeles Pedraza, con la fuerza inquebrantable de quien ha enfrentado lo peor y aún así se levanta cada día, comparte su verdad. Su voz, aunque quebrada por la emoción contenida, lleva consigo la carga de una batalla que ha marcado su existencia.
"De los 19 terroristas del 11M detenidos, en prisión solo quedan 3...", las palabras de Ángeles se deslizan por el éter radiofónico como susurros cargados de verdad y justicia postergada. En cada frase, se esconde el eco de una madre que ha visto su mundo desmoronarse, pero que se niega a permitir que el sacrificio de su hija caiga en el olvido.
La sala se sumerge en un silencio reverencial, como si el tiempo se detuviera para escuchar las palabras de esta valiente mujer. La tragedia del 11M, con sus heridas aún abiertas, encuentra en la voz de Ángeles Pedraza un eco eterno, un recordatorio de que detrás de cada número, cada estadística, hay vidas rotas y sueños truncados.
La entrevista, más que un diálogo entre dos personas, se convierte en un acto de memoria colectiva, en un altar donde se honra el recuerdo de los que ya no están. Tony Gil, con la humildad de quien sabe que está ante una historia que trascenderá generaciones, escucha con reverencia cada palabra, cada suspiro, como si en ellas se escondiera la clave para sanar las heridas de una nación entera.
Y así, entre la luz de los micrófonos y la sombra de los recuerdos, la entrevista fluye como un río de emociones contenidas, como un tributo a la fuerza indomable del espíritu humano frente a la adversidad. Ángeles Pedraza, con su voz quebrada pero firme, se erige como un faro de esperanza en medio de la oscuridad, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, el amor y la memoria son nuestras armas más poderosas.