COFRADÍA DE LOS GITANOS, Que se va el moreno, que se va”.

Que se va el moreno, que se va”. En la calle Peña ya se escucha un palmeo que augura su salida, la de Nuestro Padre Jesús de la Columna y María Santísima de la O. Pero todavía esta decisión no está tomada, a pocos minutos de las seis de la tarde. En Frailes, en los alrededores de su casa hermandad, una mantilla está pendiente de Twitter, ahora renombrado como X. “¿Saldremos? Dicen que están reunidos. Tu verás como no salgamos”.
El juego de miradas está servido. En este Lunes Santo, los participantes son los hermanos de la cofradía que observan la casa hermandad desde la acera, y los que contemplan como Frailes se va llenando cada vez más de fieles, devotos y curiosos. Poco antes de las seis y media, la Junta de Gobierno de Gitanos sigue reunida. La principal duda descansa bajo cuatro palabras: “El tiempo es inestable”.
Después de la entonación de un Padre Nuestro en comunidad, la celebración continúa y la esperanza sigue latiendo en la calle. Suena la melodía de una guitarra española y un quejío entre varias voces que anuncia: “Vamos a cantarle, vamos a cantarle al Señor”. Tras un nuevo anuncio, la acción es inmediata, el motor de los cofrades se pone a funcionar: Las mantillas se acercan a las puertas de la casa hermandad de La Columna y los portadores del submarino comienzan a apretarse con esmero los fajines. Se respira un claro ‘sí, salimos’.
Entre un silencio que parece imposible de alcanzarse por la multitud, las puertas de la casa del ‘Moreno’ y María Santísima de la O se abren de par en par en torno a las siete y media. El incienso no tarda en aparecer, seguido por los ciriales. Jesús de la Columna, vestido con un paño de pureza morado y bordado con hilo de plata (realizado por el taller Juan Rosén) sale a las calles malagueñas con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores de Gitanos, como no podía ser de otra manera.
Las emociones se multiplican al ver como, de muy cerquita, le sigue ‘La Morena’, la Virgen de la O, de la mano de los acordes de la Banda de Música de Zamarrilla. El cortejo procesional comienza con paso firme y así sigue todo el recorrido. En la curva que da a calle Peña, corazón en el puño, respiración contenida. ‘De un tirón’ y avanzando. Todas ellas, estampas para el recuerdo en este Lunes Santo ‘atípico’.