ZARANDAS/NAYA (MINAS DE RIOTINTO) - HUELVA

Zarandas/Naya, en el término municipal de Minas de Riotinto, en la provincia de Huelva, es un ejemplo de la gran actividad minera que se desarrolló en esta provincia por parte de compañías extranjeras a partir, principalmente, del último cuarto del siglo XIX.
En esta zona industrial, de 992 hectáreas, la compañía británica Rio Tinto Company Limited realizaba las labores de transformación del mineral procedente de Corta Atalaya y que llegaba a estas instalaciones a través del famoso “Túnel 16”. En este complejo industrial se procedía a la trituración, cribado, clasificación y preparación de los minerales para su carga en los distintos trenes que partían desde esta zona hasta el puerto de Huelva para su posterior distribución a los distintos mercados minerales.
Aquí se desarrolló un gran nudo industrial y logístico, y aquí se aplicaron los mayores avances tecnológicos en pos del beneficio de los minerales, dieron cobijo a sus trabajadores con la construcción del poblado de La Naya y se desarrolló el mayor ferrocarril privado del mundo.
Vamos a realizar un amplio recorrido para apreciar el estado actual de este magno complejo minero. Solo quedan ruinas, todo es silencio. La estación de tren se ha convertido en un improvisado cementerio de viejos vagones de carga y locomotoras de vapor. No olvidemos que éste era el punto de partida del ferrocarril inaugurado en 1875, obra del ingeniero británico George Barklay Bruce, que unía las minas de cobre de Riotinto con el muelle de la capital.
La frenética actividad minera ha dejado un paisaje de contrastes, un paisaje desolador. Cerros naturales convertidos en profundos valles, colinas artificiales de escorias o de rocas sobrantes vigiladas por características chimeneas de fundición, coloraciones corinteas, rojas, ocres, amarillos, grises, blancos, verde-azulados…que transmiten casi de forma mágica el impacto de la mano del hombre sobre la naturaleza a lo largo del tiempo. El gran tono verde es aportado por las grandes masas de coníferas repobladas por la compañía británica.
Más allá de la playa de vías, cargadas de viejos vagones, observamos el depósito ferroviario de Zarandas, donde se restaura el material móvil, estando en servicio algunas locomotoras de vapor y diesel que se utilizan para la realización de trenes turísticos por la Fundación Rio Tinto.
En nuestro recorrido observamos numerosos bienes muebles conservados “in situ” que dan testimonio de la actividad minera en esta zona. Entre ellos destacan las locomotoras y grúas de vapor, además de gran cantidad de vagones de transporte. Los restos de fundición de cobre, el concentrador, las machacadoras o la fábrica de ácido nos enseñan el camino que recorría el mineral. Todo está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la categoría de Zona Patrimonial.
Y nos acercamos a la ladera de la Sierra del Águila, donde solo quedan los restos de lo que fue el complejo industrial y civil de La Naya. Y decimos civil porque aquí se dio cobijo a los trabajadores y sus familias con la construcción del poblado de La Naya. Muy cerca de La Naya aún persiste, caída y abandonada, una trituradora de minerales Traylor, construida en 1903 en Allentown, Pensilvania (EEUU).
Y el viejo río Tinto atraviesa todo este complejo minero, siempre engalanado, sin perder ojo de todas las vicisitudes mineras acaecidas a lo largo de la historia de este entorno.
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