TOQUES RITUALES: TAMBOR DE JUDÍO |

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  • เผยแพร่เมื่อ 28 ส.ค. 2024
  • La Semana Santa en Baena es tamborilera por antonomasia. Tambores roncos y de chillones. Sonidos, rezos se podría decir, que nos recuerdan cada pasaje de aquella Semana de Pasión en la que hace dos mil años Jesús de Nazaret se nos hizo presente.
    Si en Baena el Judío es el epicentro de la Semana Santa, su tambor es una de sus notas diferenciales.
    El tambor es la voz del Judío. Su timbre, su identidad.
    Comienza la Cuaresma con hileras de sonido de tambores de judíos que piden perdón en San Francisco, en noches de Miserere. Le seguirán en la Semana de Pasión, previa a los días centrales de la Semana Santa, el resto de tambores de Baena. Ahora son tambores roncos los que arrastran su lamento en la noche penitente.
    Se acaban los Misereres con la llegada de la Semana Santa. Mañana de Miércoles Santo miles de judíos proclaman por las calles de Baena su alegría. Ahora el tambor está risueño. Alegres toques y redobles asoman por cualquier calle.
    Llegada la noche este sonido bullanguero se convierte en rezo de oración en el Huerto de los Olivos. Sonido de traición. Quejidos que salen de tambores azotantes en la noche oscura.
    A esta tortura, en Baena, le sigue el sonar de los judíos colinegros que acuden limpiar sus almas en confesión, esperando el momento de visitar los Sagrarios, tarde de Jueves Santo, con el resto de tambores y cornetas de nuestro pueblo. Son tambores alegres que a medida que la tarde avanza y la noche asoma se convierten de nuevo en oración en el Pretorio de la Almedina, noche de Jueves Santo.
    Allí el toque es al Preso. Cornetas y tambores que consuman la traición y penan por la noche eterna del Cerro. Hileras de tambores negros se entrecruzan con el pueblo que en Silencio hacen estación de penitencia con el Cristo del Perdón.
    Al amanecer del Viernes, en la vía dolorosa que recorre el Nazareno, el sonido de miles de tambores de judíos gritan y gritan la sentencia que ha de cumplir. Tambores que acallan en Hora Nona. Hora de muerte en la que el tambor se diría que gime e implora perdón en noche de duelo y Santo Entierro.
    Tambores de judíos y enlutados. Tambores temblorosos en su tañir buscando consuelo en la Soledad de la Madre. Tambores abatidos se podría decir.
    Esta imagen dolorosa da paso, año tras año , al redoble claro y luminoso de la Resurrección. Ahora los tambores quieren recorrer las calles de Baena diciendo que todo tiene sentido, que la claridad se impone a la pena y que debemos tener confianza en el futuro. Un año más los tambores de Baena han sido testimonio de una sociedad viva y con esperanza.

ความคิดเห็น • 1

  • @acofradiasbaena
    @acofradiasbaena  4 ปีที่แล้ว +3

    Descripción a cargo del Sr. Francisco Tovar Ortiz, cuadrillero de la 5ª Cuadrilla de Judios Colinegros de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno