Cuando luchamos con Dios / Christopher Shaw (1 de Julio de 2018)

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  • เผยแพร่เมื่อ 19 ก.ย. 2024
  • "Cuando luchamos con Dios" - pastor Chris Shaw
    El domingo pasado reflexionamos en torno a la vida de Jacob y su constante lucha con Dios. Jacob es un hijo de la promesa. La bendición que Dios había prometido a su abuelo Abraham y a su padre Isaac, claramente pasaba por su vida: Jacob nació con promesa de prosperidad y abundancia. Sin embargo, la abundancia y prosperidad que le fue anunciado a Jacob, aún antes de que naciera, no forma parte del testimonio que ofrece a Faraón hacia el final de su vida. Cuando se le preguntó por su edad, miró para atrás y dijo que los años de su vida habían sido pocos y malos (Génesis 47.7-9).
    Es muy triste que una persona que arrancó su vida con la más plena bendición de Dios haya llegado a la vejez lleno de amarguras y tristezas por la multitud de dificultades que le tocó afrontar por el camino. La pregunta es, entonces, ¿qué pasó con Jacob para que terminara tan mal y derrotado, cuando había comenzado con tanta esperanza?
    Cuando recorremos el relato de la vida de Jacob encontramos que vivió enredado en complicaciones por su inclinación al engaño, la mentira y la falta de compromiso con su familia. El resumen de su vida es una triste cronología de errores y desaciertos. Para entender mejor lo que ocurrió en la vida de Jacob podemos examinar una extraña experiencia que tuvo a la mitad de su peregrinaje terrenal. En el texto de Génesis 32:22-31 nos encontramos con una situación en la que Dios le permite a Jacob experimentar lo que había sido el resumen de su vida: se pasó los años luchando con Dios. Lo interesante del relato es que el Señor no pudo vencerlo, lo que nos indica que ese espíritu de lucha seguía con la misma intensidad de siempre. El objetivo de Dios, sin embargo, no era vencer a Jacob. El Señor estaba del lado de Jacob, tal como lo había anunciado cuando nació. Es por esto que, cuando raya el alba, Jacob le pide que lo bendiga. En algún momento durante la larga lucha de la noche él había entendido que se enfrentaba al Señor y no pudo más que reclamar esa bendición, que está cercana al corazón del Dios que se deleita en darle buenas cosas a sus hijos. La escena nos muestra a un Dios que está esperando que Jacob deje de luchar para que Él le pueda dar la bendición que ha querido darle toda la vida. Es como si el Señor le estuviera diciendo: “Jacob, quédate quieto y deja, de una vez, que te bendiga.”
    En ocasiones me he encontrado en la misma situación de Jacob. Creo en las promesas del Señor, pero vivo con la desesperación que procede de pensar que el cumplimiento de esas promesas dependen de mi esfuerzo. Mi vida, en Cristo, no posee ese ritmo pausado y confiado de quienes saben que en la vida es más importante lo que Señor está haciendo que lo que hacemos nosotros. Necesito relajarme y entender que la bendición de Dios nos se alcanza con los dientes apretados, mediante desesperadas maniobras para sacarle ventaja a la vida. Más bien he sido llamado a una actitud confiada y tranquila, tal como la que muestran los niños frente a la vida. Por allí debemos caminar, sabiendo que nuestro esfuerzo de nada sirve si Señor no añade su bendición.
    Para aplicar:
    1) ¿Qué sensaciones te produce el relato de la vida de Jacob?
    2) ¿Si tuvieras que dar testimonio de tu peregrinaje (tal como hizo Jacob delante de Faraón) que palabras escogerías para describir tu vida hasta este momento?
    3) ¿Qué importancia tiene para nuestro peregrinaje el saber que Dios “está de nuestro lado”?
    4) ¿Cuál debe ser el lugar del esfuerzo en la vida cristiana?
    5) ¿Qué pasos podemos tomar para caminar más relajados por la vida, confiando en la buena obra que Dios hace en nosotros?

ความคิดเห็น • 1

  • @wagarciav
    @wagarciav 5 ปีที่แล้ว +2

    Bendiciones. ¿Qué sucedió con el hermano Christopher? Desde hace mucho tiempo no veo actividad en sus páginas, ni material reciente. Lo admiro mucho y ps me preocupa. Gracias.