SEMANA SANTA DE JEREZ 2023 - Madrugada - Saeta de Luis Lara al Señor de la Vía Crucis (Cinco Llagas)

A escasos minutos de despuntar el alba del Viernes Santo de 2023, se contempla el paso de Nuestro Padre Jesús de la Vía Crucis de la Hermandad de las Cinco Llagas por la calle Corredera ya de recogida, camino del Convento de San Francisco. Al detenerse, suena la saeta de Luis Lara - o Luis "de Pacote" - famoso humorista, periodista y cantaor jerezano, apelativo que se le debe a su pertenencia a la saga de los Pacotes.
La actual hermandad de las Cinco Llagas se refiere a una de las pocas muestras que nos ofrecen las cofradías jerezanas de ejemplo claro de 'reorganización', en tanto que, uno de los motivos fundamentales que alentaron el 2 de junio de 1939 a un grupo de fieles jerezanos reunidos en torno al guardián del Convento de San Francisco (P. Bernardo Puig Salas), para dirigirse al Cardenal Segura y Sáenz y presentarle un proyecto de Reglas fue la restauración de la antigua Hermandad de las Cinco Llagas, fundada en Jerez hacia el 22 de abril de 1561. El 21 de noviembre de 1939 son aprobadas las reglas por la autoridad eclesiástica. Respecto a la primitiva Hermandad introdujeron una importante variación puesto que decidieron sustituir el misterio de la Lanzada que representaba su predecesora por el del Señor en su Vía Crucis, llevando la cruz a cuestas. Sin embargo, se respetó el título de la Virgen: el de la Esperanza.
Así, lo primero que hicieron este grupo de entuasiastas cofrades entre los que destacaba el que ha sido siempre considerado como alma mater y santo y seña de la Hermandad, Manuel Martínez Arce, fue captar hermanos nuevos y fondos para cubrir sus primeras necesidades. Fruto de toda esa actividad y esfuerzos, consta en el acta número dos del 14 de abril de 1940 el acuerdo para encargar al escultor valenciano afincado en Jerez desde 1922, Ramón Chaveli Carreres, la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Vía Crucis. Realizada en madera de pino, costó 1.500 pesetas y se bendijo el 11 de agosto de 1940. El imaginero se inspiró en la magnifica escultura de Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Sevilla, obra de Juan Martínez Montañés, como dice el documento que posee la imagen en su interior. Procesiona por primera vez en la Madrugada de la Semana Santa de 1941
El Nazareno desfila sobre un paso de estilo neobarroco, de madera tallada y dorada, que fue realizado por el tallista portuense D. José Ovando Merino, comenzándolo a tallar en mayo de 1950 y terminándolo en 1952, año de su estreno procesional. El dorado del mismo se acabó en 1954, teniendo que importar el oro para el dorado del mismo de Inglaterra, debido a las carestías existentes en nuestro país tras la guerra civil. El dorado se realizó con monedas de oro procedente de Méjico, donde se recupera la tarea de los “batihojas”, los batidores de oro, que machacaban las monedas hasta convertirlas en finísimas láminas. Estas monedas las donó Enrique Fernández de Bobadilla y González Abreu.
Se trata de una hermandad de rigurosa penitencia cuya férrea fidelidad a la austeridad penitencial ha sido transmitida por sus fundadores a las generaciones venideras concibiendo así la Madrugada del Viernes Santo como un auténtico distingo de fervor y lección anual de profunda religiosidad. No en vano, ha sido conocida en el pueblo popularmente como el "Silencio Blanco".
Al mando de la cuadrilla de este paso se sitúa el capataz jerezano D. Manuel Campos Sánchez.