Cómo descubres la voluntad de DIOS!, dicen los monjes del desierto.
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- เผยแพร่เมื่อ 4 พ.ย. 2024
- En el silencio profundo de las arenas interminables, los monjes del desierto, figuras misteriosas y solitarias, encontraron el secreto de la voluntad de Dios. Estos hombres santos, alejados de la comodidad del mundo y sumergidos en la vastedad inhóspita, entendieron que solo en la quietud de la soledad se podía escuchar la verdadera voz divina.
Para ellos, descubrir la voluntad de Dios no era un acto instantáneo o una revelación grandiosa. Era, más bien, un camino lleno de paciencia, disciplina y escucha. Cada amanecer, con el viento frío sobre sus rostros y el crujido de sus sandalias contra la arena, los monjes comenzaban su búsqueda. Sabían que la voluntad de Dios no se imponía como un rayo desde el cielo, sino que debía ser recibida como una brisa suave, casi imperceptible.
El primer paso en este descubrimiento, decían los monjes, es el despojo interior. Para escuchar a Dios, primero debes vaciar tu corazón de todo lo que lo llena: el ruido del ego, los deseos terrenales, las preocupaciones. El desierto, en su implacable desnudez, les enseñó que solo cuando el alma está vacía de todo, puede ser llenada por Dios.
La visión de Dios ante la contemplación de la soledad y la reflexión está profundamente entretejida en las Escrituras. La Biblia muestra que la soledad no es simplemente un estado de aislamiento físico, sino un espacio sagrado en el que el alma puede encontrarse cara a cara con Dios. A lo largo de la historia bíblica, la soledad y el retiro espiritual son escenarios claves donde Dios se revela de manera personal y profunda.
El ejemplo de Moisés y el monte Sinaí, Éxodo 19 20
Moisés subió solo al monte Sinaí para encontrarse con Dios, lejos del bullicio del pueblo de Israel. En la soledad de la montaña, Dios le habló directamente y le entregó los Diez Mandamientos. Esta experiencia muestra cómo la separación del mundo permite una revelación profunda de la voluntad divina. Dios utiliza la soledad de Moisés para hablarle de manera directa, sin intermediarios.
"Y Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles." Éxodo 24 12
Elías en el monte Horeb primero de Reyes 19 de 11 al 13.
Elías, tras un período de profunda desesperación y persecución, huye al desierto y luego se refugia en una cueva en el monte Horeb. En esa soledad, Elías experimenta la manifestación de Dios, no en el estruendo del viento, el terremoto o el fuego, sino en el "silbo apacible y delicado". Esta historia nos enseña que en la soledad, cuando se han acallado los ruidos del mundo, podemos escuchar la voz suave de Dios.
"Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado." Primero de Reyes 19 12.
Jesús en el desierto Mateo 4 del 1 al 11.
Antes de comenzar su ministerio público, Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, donde estuvo solo por cuarenta días y noches. En este tiempo de soledad y ayuno, Jesús fue tentado, pero también fortalecido. Este momento no solo subraya el poder de la soledad para la reflexión y el fortalecimiento espiritual, sino que también demuestra que, en la soledad, uno puede enfrentarse a las pruebas más grandes con la ayuda de Dios.
"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo." Mateo 4 1.
La contemplación en los Salmos Salmo 46 10
El Salmo 46 10 es un recordatorio poderoso de que la quietud es un espacio donde Dios se manifiesta de manera clara. En un mundo lleno de actividad y ruido, Dios invita a la humanidad a "estar quietos" y reconocer su presencia. Este verso encapsula la relación entre la contemplación, la soledad y la revelación divina.
"Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra." #biblia #mensaje #dios #desierto #meditacion #silencio