La primera vez que la vi (versión Alicante)

La primera vez que la vi
fue un momento sin par,
mi corazón dio
un triple salto mortal.
Ella me hizo perder
los cuatro puntos
de orientación,
y los dedos de la mano
no supe contar.
Apareció un domingo,
un seis de agosto,
en la arena de la playa;
su aroma tenía tal olor
que impregnaba las toallas.
Un intenso calor me inundó,
después de una suave brisa
y se hizo tan intenso
que estorbaba la camisa.
Hoy repaso los detalles
para ver si fue un sueño
o es una falsa fantasía
albergada en el recuerdo.