EXAMEN DE LA COLUMNA VERTEBRAL
La valoración semiológica médica neurológica de la columna vertebral es fundamental para detectar anomalías neuromusculares, estructurales y funcionales en esta región. Este examen incluye varios pasos, comenzando con una inspección visual detallada del paciente. Se observa la alineación de la columna en las vistas anterior, posterior y lateral, evaluando la presencia de escoliosis, cifosis o lordosis. La simetría de los hombros y la pelvis también es examinada, así como cualquier prominencia ósea o alteración en la curvatura natural de la columna.
A continuación, se realiza la palpación de las estructuras óseas y tejidos blandos de la columna. Se palpan las apófisis espinosas, los músculos paravertebrales y las articulaciones intervertebrales para detectar puntos de dolor, espasmos musculares, deformidades o crepitaciones. La palpación puede revelar áreas de tensión muscular o contracturas, que son indicativas de lesiones o trastornos neurológicos.
La evaluación de la movilidad de la columna es esencial. Se le pide al paciente que realice movimientos de flexión, extensión, flexión lateral y rotación de la columna cervical, torácica y lumbar. La amplitud de movimiento se mide y se compara con los valores normales. Restricciones en el rango de movimiento pueden ser señal de problemas como hernias discales, espondilosis, o compresiones nerviosas.
El examen neurológico de la columna también incluye pruebas de fuerza muscular, sensibilidad y reflejos. La fuerza muscular se evalúa a través de movimientos resistidos de los músculos que inervan las raíces nerviosas espinales. Por ejemplo, la fuerza de los músculos del cuello, hombros, brazos y piernas se puede probar para detectar debilidad o parálisis.
La evaluación de la sensibilidad incluye pruebas para detectar alteraciones en la percepción táctil, dolorosa y de temperatura en las extremidades. Se utilizan herramientas como el algodón y los alfileres para evaluar la capacidad del paciente para sentir estímulos suaves y dolorosos, así como la percepción de la temperatura. Alteraciones en la sensibilidad pueden indicar compresiones nerviosas o daños en las raíces nerviosas espinales.
Los reflejos tendinosos profundos se evalúan golpeando suavemente con un martillo de reflejos. Reflejos como el reflejo bicipital, tricipital, patelar y aquíleo se prueban para identificar posibles disfunciones neurológicas. Respuestas exageradas (hiperreflexia) o disminuidas (hiporreflexia) pueden sugerir patologías en la médula espinal o en los nervios periféricos.
Finalmente, las pruebas específicas como la maniobra de Lasegue (levantamiento de pierna recta) o la prueba de Spurling pueden ser utilizadas para evaluar la compresión radicular. Estas pruebas ayudan a identificar la presencia de ciática o radiculopatías cervicales.
En resumen, la evaluación semiológica neurológica de la columna vertebral es un proceso integral que incluye inspección, palpación, pruebas de movilidad, fuerza muscular, sensibilidad y reflejos. Este enfoque exhaustivo permite a los profesionales de la salud identificar y diagnosticar una amplia gama de condiciones neurológicas y ortopédicas, facilitando el tratamiento adecuado y oportuno para los pacientes.