Gracias a Dios por la vida y el ministerio del Pastor Sugel Michelen, siempre fiel a las sagradas escrituras, bendiciones a todos los que ven este mensaje!
Excelente estudio mi hermano. Gracias por tan claro y exhaustivo tema fundamental para el crecimiento en la fe. Dios le siga ungiendo con su Santo Espíritu.
Saludos 🫂 Pastor Sugel Michele desde guayaquil Ecuador 🇪🇨 gracias x tan buena Predicación que nos enseña cómo tenemos que caminar 🚶♀️ con Cristo Jesús
De gran bendición estas predicas de Romanos... por mucho tiempo descuide mi alimento espiritual y tome mas en cuneta las cosas negativas entre mi familia en Cristo y de Sangre asi que es momento de retomar el paso en la unidad.
Exaltado Alabado y Engrandecido sea el Santo Nombre de Díos en el Nombre de Jesús, gracias Pastor Michelen x este y todos tus predicas temas de la unción del espíritu Santo ,Dios t siga bendiciendo grandemente juntamente con tu familia y tu congre,gracias a Dios x tu Vida Gloria a Dios 😇 Bendiciones
Gracias a Dios por la palabra expuesta a través de nuestro amado hermano Sugel, cuando es alimento sano para nuestro espíritu el tiempo pasa volando y anhelamos más. Bendiciones a todos los que ven y escuchan la palabra del Señor.
De manera increíble, no me canso de escuchar al hermano Sugel y al igual que el me sorprendo cuan rápido pasa el tiempo del reloj. Que Dios siga dando hambre por su Palabra Siempre. Bendiciones Hermanos.
Bendiciones, gracias a Dios por usar al hermano para enseñar pura palabra del Señor . Gloria a Dios y gracias por trasmitir la prédica . Saludos desde Iowa .
Muchos cristianos ya pecaron y NO SE LEVANTARAN JAMÁS porque abusaron de la gracia de Dios por la autoconfianza de salvos siempre salvos . ENTRISTECIERON hasta apagar al Espíritu Santo que estaba en ellos . Fueron ENGAÑADOS y CONDENADOS por sus lideres calvinistas que le prometieron salvo siempre salvo. Muchos ya estan en el infierno Busca en TH-cam el video Hebreos 6.El perdón imposible por su pecado Voluntario y Rebelde. Canal batalla mental, pastor Jaris Vega. Pieque los estan engañando y CONDENANDO con la doctrina anttibiblica de salvos siempre salvos.
No se te ocurra pecar VOLUNTARIAMENTE y no levantes el puño contra Dios .El pastor y escritor español SAMUEL PEREZ MILLO en su comentario dice que un creyente auque levante el puño contra Dios no se perdera porque es predestinado, increible, como le hizo violencia a lo inspirado VERBALMENTE por el Espiritu Santo de Dios este pastor.. Te estan engañando y CONDENANDO . ES DE ESOS COMENTARIOS DE DONDE TUS LIDERES PREPARAN LOS MENSAJES Busca en TH-cam el video "Levantando el puño contra Dios y barreras teológicas . ADVERTENCIAS Diccionario de figuras ' y otro video El pecado voluntario contra el Espíritu Santo disciplina n•4 y comienza por ti mismo a descubrir como te estan CONDENANDO
En la lista de reproducción de romanos os falta el 13: 8-10 que se encuentra fuera de la lista, aunque pude encontrarlo igualmente. Muchas gracias por los vídeos son de muchas edificación.
Muchos cristianos ya pecaron y NO SE LEVANTARAN JAMÁS porque abusaron de la gracia de Dios por la autoconfianza de salvos siempre salvos . ENTRISTECIERON hasta apagar al Espíritu Santo que estaba en ellos . Fueron ENGAÑADOS y CONDENADOS por sus lideres calvinistas que le prometieron salvo siempre salvo. Muchos ya estan en el infierno Busca en TH-cam el video Hebreos 6.El perdón imposible por su pecado Voluntario y Rebelde. Canal batalla mental, pastor Jaris Vega. Pieque los estan engañando y CONDENANDO con la doctrina anttibiblica de salvos siempre salvos.
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LA LEY DE MOISES Y CRISTO 3) Nosotros atomizamos dicha Ley para su estudio en diversas secciones o capítulos, lo cual es correcto. Pero no debemos crear compartimentos estancos entre dichas partes. Como no lo debería hacer un médico con la anatomía, histología, fisiología, bioquímica, microbiología, inmunología, psicología, patología, farmacología, etc. que compone el estudio del ser humano y su salud-enfermedad, a la hora de tratar (de curar) a un enfermo, sino que tendrá que tener un enfoque holístico sobre el mismo, (y aún su anatomía, o su estado de salud ha de contemplarla en su conjunto, y no aisladamente, como si solo se tratase de órganos, aparatos o sistemas), e incluso a esa consideración ha de añadir su historia de salud personal y familiar, sus circunstancias sociolaborales, económicas, familiares, etc. La división de la Ley en asignaturas sólo debe ser hecha como un estudio preliminar de la misma. Pero el carácter de la Ley de Moisés es único: todas sus partes cooperan a un único fin. Primero, muestra el estado moral del hombre (tan arruinado, que no puede cumplir los estándares de Dios, ni siquiera formulados en sentido negativo: “no matarás, no adulterarás, no codiciarás” etc.). Luego, hace ver que existe una Santidad Divina que no tiene comunión con el pecado que coloniza al hombre, y una Justicia Divina que necesaria e inexcusablemente castigará ese mal. Por fin, muestra que Dios tiene una solución para el problema del pecado y la enemistad con Dios: la satisfacción de las demandas de Su Justicia sobre los transgresores, por medio de un Sustituto que Él mismo ha provisto (Gé. 22:7-13). Todo el conjunto de la Ley de Moisés tiene carácter eterno, porque son un bosquejo dramatizado del Evangelio. En Ellas se revela sobre todo a Dios como salvador de Su pueblo. Si bien, su uso literal es temporal: abarcan hasta el fin de la presente creación (Mt. 5:18). Son, pues, una preparación (una ilustración, una enseñanza escenificada) de Israel para que recibieran apropiadamente a su Mesías cuando Éste viniera a dar Su vida para justificarlos por medio de la fe en Él como su justificador ante Dios (Gá. 3:24). El carácter único de la Ley de Moisés no debe perderse de vista. Todas sus secciones cooperan para dar a conocer y anunciar la salvación que Dios traería en Cristo. No una parte en particular, sino el conjunto ensamblado de todas ellas prepara la mente para comprender que el hombre es pecador y merece el castigo eterno de Dios, que Dios es Santo y Justo y no puede pasar por alto el pecado sin juzgarlo y castigarlo, y que Él aportaría un Sacrificio de suficiente valor, para rescatar al ser humano del poder del pecado, y perdonarles la culpa por sus pecados.
LALEY DE MOISES Y CRISTO (1) Cualquiera que da una ley ha de tener la autoridad suficiente para ello, así como para hacerla cumplir. Las leyes, una vez promulgadas, son de obligado cumplimiento a quienes fue dada. La autoridad que la emite, igualmente ha de tener facultad (y medios) para exigir su obediencia. Así que toda ley, para ser tal, ha de incluir un capítulo de sanciones (penas o castigos) para quienes quebranten sus preceptos. De lo contrario, se trataría de una propuesta de actividades a realizar o de objetivos a conseguir. La ley, cualquier ley, obliga a todos quienes están bajo su imperio. Aunque el Señor Jesucristo nació bajo la ley de Moisés (Gá. 4:4) no estuvo bajo la obligación de obedecerla, porque la ley fue dada para el hombre en la carne (para el primer Adán, 1 Ti. 1:9-10). Él nació bajo el ámbito histórico-territorial de dicha ley, pero no bajo su imperio. Él era justo y, por tanto, no se dirigía a Él (1 Ti. 1:9-10). Nada tenía que reclamarle (exigirle). Si la Ley de Moisés hubiera sido obedecida por Cristo en lugar del pecador, entonces la Ley hubiera perdido la funcionalidad para mostrar que el ser humano está bajo pecado (Ro. 3:9), o vendido al pecado (Ro 7: 14 y ss.) y que, por tanto, la boca de todo ser humano debía callarse, porque el juicio de Dios está sobre ellos (Ro.3:19). Todo eso hubiera quedado técnicamente anulado, y el sacrificio de la Persona del Dios-Hombre sobre la cruz se hubiera hecho superfluo. Ni para evidenciar que el pecado existía en la naturaleza humana (v.20), y que incluso llegó a ser sobremanera pecaminoso (Ro. 7:13), porque, “la ley se introdujo para que el pecado abundase” (Ro.5:20). De haber sido obedecida por Cristo, en lugar de los elegidos, además de otras incongruencias, solo los judíos entre éstos se hubieran podido beneficiar de ello, dado que esa Ley sólo fue dada a Israel (Ro.2:12-15, 17-18 y ss.; 9:4). ¿Y qué hubiera pasado con los no judíos, que no están bajo esa Ley, pero que están sometidos a la ley natural que está en los corazones de todos los hombres? (v. 14-15). ¿Hubiera tenido Cristo que obedecer dicha ley natural por los elegidos entre los gentiles también, para así poder salvarlos luego sobre la cruz?
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (7) Dios había establecido en la Ley que dio a Israel, que Él maldecía a aquel que fuese ajusticiado (colgado) sobre un madero (Dt.21:23). Por esta causa, los cuerpos de los que así morían no debían permanecer colgados durante la noche porque, en tal caso, contaminarían la tierra de Israel. Esto era una dramatización que prefiguraba otra dramatización más sublime: la maldición por Dios del Dios-Hombre cuando estuvo colgado durante tres horas sobre la cruz (Gá.3:13). Así, era necesario que Cristo naciese y viviese bajo esa Ley, no para que la obedeciera en lugar de los elegidos, sino para que sufriera el castigo que la Ley impone sobre los tales. Un castigo doble: por un lado, la maldición de Dios; y por otro, la muerte. Por esta causa, después de haber sido maldecido, y luego muerto, tuvo que ser enterrado: para ocultar de la vista de Dios (dramatizadamente) aquella naturaleza maldita de los elegidos que, por representación (no literalmente), y en asociación con ellos, Él llevó sobre la cruz. La sepultura de Cristo es algo fundamental al Evangelio (1 Co. 15:3-4). De ahí en adelante, Dios ya no trata más con esa naturaleza (el viejo hombre), que aún permanece en los convertidos. No la mejora, no la cambia. Simplemente, la ignora. No obstante, Dios ejerce sobre él la disciplina gubernamental (Gá. 6:7), matizada o atemperada por la disciplina paterno-filial (He. 12:4-11), a fin de instruirle en justicia práctica (apartándole del mal que hay en él), cuando el creyente se retrotrae (se conforma o se pliega) a vivir en aquella vieja naturaleza que antes era su única vida. Puesto que al creyente en Cristo Dios le ha dado una nueva vida o naturaleza (resucitándole juntamente con Él, Ef. 2:1, 5-6; Col. 3:3); una vida eterna, que no peca (1 Jn. 3: 6,9; 5: 11), y Dios sólo ve al creyente como una nueva criatura, en desarrollo (2 Co. 5:17), lo que compete a éste es mantener “crucificada” (maldita por Dios) por la fe dicha naturaleza, y considerarse muerto al pecado (Ro.6:11), y a la Ley (Ro.7:4) con Cristo. Y vivos para Dios, para andar en una vida nueva, sirviendo a la justicia (Ro.6: 4, 13). Es un disparate enorme, y una contradicción mayúscula haber comprendido todo esto y acabar diciendo que Cristo nos justifica por la fe, para que podamos agradar a Dios obedeciendo la Ley de Moisés.
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (4) Si podemos remontar el proto evangelio a las palabras de Dios a la serpiente en Gé.3:15, sin duda alguna podemos ver una estructura pormenorizada de ese Evangelio en la Ley que dio a Israel por medio de Moisés. La Ley señalaba a Cristo como el salvador de Israel (libertándolos de sus enemigos, pero también de su pecado, Lc. 1:71, 74, 77; Hch. 5:31; Ro. 11:26-27, etc.). Y la base, el fundamento de eso debía ser realizado personalmente por el Mesías en los hechos históricos que ocurrieron sobre Su cruz, y luego en Su resurrección. No en los hechos concomitantes o secundarios de Su vida. Jesucristo era y es el Dios-Hombre. Él no tenía que probar (ante nadie) que estaba calificado para realizar Su obra redentora en la cruz. No debió llevar una vida santa, para que Su sacrificio tuviera valor, y fuera aprobado por Dios. Dios mostró las credenciales de Su Hijo entre los hombres, no porque Él obedeciera la Ley mosaica, sino por las “maravillas, prodigios y señales” que Dios hizo por Su mano (Hch. 2:22). La naturaleza Divina de Jesucristo, al ser Dios, era santa. Y la naturaleza humana del Él, también era santa (“el Santo Ser que nacerá” de Lc. 1:35 hacía énfasis en el Ser engendrado por el Espíritu Santo en el vientre de María, pero concebido, gestado y dado a luz por ella). Resultando ser una persona santa. Él no tenía que acreditarse obedeciendo la Ley mosaica, o ninguna otra ley, para poder ser el sustituto de los pecadores elegidos sobre la cruz, y así redimirlos. Cuando Él dijo a Juan el Bautista: “es necesario (así conviene) que cumplamos toda justicia” (Mt. 3:15), Jesús no se estaba refiriendo a obedecer la Ley de Moisés, porque dicha Ley no mandaba bautizarse. Por otro lado, Él incluía a Juan en ese cumplimiento (Juan hubiera sido coautor o cooperador en la obra de la salvación, cuando las Escrituras declaran que la redención de los elegidos fue un acto personal del “Siervo de Jehová”, sin intervención ninguna de nadie, Is. 52:13- 53:12).
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (2) Volviendo a los judíos, los cuales eran los únicos que estaban bajo la Ley de Moisés, si Cristo la hubiera obedecido en su lugar: entonces, una vez obedecida, “ya todo estaba bien entre los judíos elegidos y Dios”. Su Justicia no tenía nada que reclamarles. La cruz se hubiera hecho redundante para ellos. Por tanto, el “porqué” (el motivo, el propósito final) de dicha Ley no era que Cristo la obedeciera en lugar de los judíos elegidos. Aunque Jesucristo nació y vivió en el ámbito étnico y geográfico donde ésta estaba operativa/vigente (Gá.4:4-5), Él nada tenía que ver con Ella. Pero debió nacer de mujer, para redimir a los elegidos de la raza humana; y bajo la ley, para poder redimir a los elegidos que también estaban bajo la ley (los escogidos de la nación de Israel, Mt. 24: 22,24; Mr.13:20,22; Ro.11:7). Cristo “no vino para abolir la Ley de Moisés, sino para cumplirla” (Mt. 5:17). Esto quiere decir dos cosas: a) no vino para suspender o dejar sin vigor dicha Ley. Ninguna sección de esa Ley dejará de tener vigencia hasta que pasen el cielo y la tierra (Lc. 16:17). Y b) vino, no a obedecer, sino a dar cumplimiento al fin (propósito) para lo que la Ley fue dada, “pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” (Ro. 10:4). La Ley de Moisés enseñaba, por medio de tipos, sombras y figuras que una Víctima apropiada debía sacrificarse para obtener el perdón de Dios, y la amistad con Él. Y eso precisamente es lo que Jesucristo vino a efectuar, de modo verdadero y real. Aquello que la Ley prefiguraba. En ese sentido Cristo vino “a cumplir la Ley”. Siempre que en las Escrituras se menciona la Ley (en referencia a la Ley de Moisés), se hace en singular. Excepto que el contexto indique a qué sección de esa única Ley se está refiriendo en ese momento. No hay tal cosa como diversas leyes (morales, rituales, ceremoniales, judiciales, civiles, etc.) englobadas en un cuerpo legislativo o normativo superior, sino que todas sus partes están interconectadas entre sí, afectándose unas a otra; e imbricadas por igual en la vida da la nación. Todas ellas son secciones o capítulos de una misma y única Ley de Moisés. Por eso Cristo no dijo a los que meticulosamente diezmaban las cosas más pequeñas: “lo verdaderamente importante es la justicia, la misericordia o amor de Dios y la fe, y esas otras cosas (el diezmar esas menudencias, que pertenecen a la sección civil y ritual de la Ley mosaica) son fruslerías, algo ínfimo e innecesario”, sino que les dijo: “esto (diezmar la menta, el anís y el comino, la ruda y toda hortaliza) os era necesario hacer, sin dejar de hacer lo otro (lo más importante)” (Mt. 23:23; Lc. 11:42). En la Ley de Moisés, hasta las menudencias tienen su importancia inquebrantable (Mt. 5:18).
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (6) Si la obediencia de Jesucristo de que se habla en Ro. 5:19 se refiriera a la Ley de Moisés, entonces esa mera obediencia hubiera “constituido justos” (justificado) a los elegidos. Porque eso es lo que dice el texto: “por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”. Lo cual, hubiera hecho innecesaria la cruz (el sacrificio de la víctima perfecta en sustitución de los injustos). La Ley de Moisés fue dada a Israel [no a Adán (la humanidad primigenia), ni a Noé (la humanidad tamizada por el Diluvio), ni a Abraham, Isaac o Jacob (a quienes dio la promesa, Hch.13:23; Ro.4:13-16; Gá. 3:17-19)], en el monte Sinaí, cuando Dios estableció el Primer pacto con la nación (un pacto de obras), durante un período aproximado de 1.500 años, con fines didácticos, para que recibieran a su Mesías, cuando Éste viniese a ellos (Ro. 10:4; Gá.3:19; 4:1-7). Cuando Cristo vino, la Ley no dejó de existir (y de tener vigencia para su uso apropiado, 1 Ti. 1:8). Pero Cristo introdujo algo mejor (tanto en Israel, como en el resto del mundo) que la Ley no había traído: la gracia y la verdad (Jn.1:17). “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos” (Gá. 4:4-5). Dios había anunciado que Él mismo cargaría con las consecuencias de los pecados de los Suyos: “pero a ti te agradó librar mi vida del hoyo de corrupción, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados” (Is. 38:17). Y había establecido que eso ocurriría cuando Dios el Hijo se convirtiese en el Dios-Hombre y tomase la posición de Siervo de Dios (Is. 52:13), pero también de la circuncisión (Ro. 15:8), y de los elegidos de entre la humanidad (Mr. 10:45), el mundo de los hombres (Jn. 3:16; 1 Jn. 4:14 = Jn. 4: 42). Esto se haría siendo condenada la naturaleza humana (el cuerpo) del Dios-Hombre en representación de la naturaleza de los elegidos habitada (pervertida, corrompida y depravada) por el pecado (Ro.8:3); y, por otra parte, sufriendo la muerte (vertiendo la sangre) que la Justicia Divina (es decir, Dios) impone sobre los pecadores a causa de sus pecados (Gé.2:17; Ro.6:23).
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (5) La idea de que Jesucristo obedeció la Ley de Moisés en lugar del pecador elegido no solo es extraña a (ajena, está ausente de modo explícito en) las Escrituras, sino que constituye una enorme distorsión de Su mensaje. Tanto es así, que es una grave perversión del Evangelio. Es una seria herejía, porque hace depender la salvación del pecador de la obediencia a la Ley de Moisés (aunque sea de modo vicario, en la Persona de Cristo), y no del sacrificio vicario del Cordero de Dios en la cruz. Ese Cordero, cargó con los pecados de Su pueblo únicamente en la cruz, donde también fue hecho pecado por ellos (2 Co. 5:21). También, cuando en Ro.5:19 dice que “por la obediencia de uno [Jesucristo, el último Adán], los muchos serán constituidos justos”, ninguna referencia se hace, ni explícita ni implícitamente, a la obediencia a la Ley de Moisés. El contexto compara, en términos de equivalencia, la desobediencia de Adán (a la voluntad de Dios), con la obediencia de Cristo (a la voluntad de Dios). La voluntad de Dios que Adán desobedeció no fue la Ley mosaica (faltaban muchos años para que ésta fuera dada a Israel). Así, la voluntad de Dios que Jesucristo obedeció, dado que los sacrificios y ofrendas que se efectuaban bajo la Ley de Moisés no podían realmente satisfacer la Justicia Divina (a causa del pecado, y pecados del hombre), Dios el Hijo dijo, cuando entró en este mundo: “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (He. 10:7). Y a continuación aclara: “en esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (v.10). Si aquellas cosas que mandaba la Ley no podían agradar a Dios; y, además sabemos que “nada perfeccionó la ley” (He. 7:19), por lo que obedecerla a cabalidad no hubiera servido para nada; al tratarse de una Ley que “no podría dar vida”, aún en caso de ser obedecida (Ez. 20:25), ¿acaso vino Cristo para obedecer esa Ley (en lugar de los pecadores, para así agradar a Dios), y después morir sobre la cruz (para pagar por los pecados de ellos)? Si Cristo hubiera obedecido la Ley vicariamente en lugar del pecador (judío), ya no habría infracciones que castigar. Pero sabemos que “sin derramamiento de sangre no se hace remisión de pecados” (He. 9:22). Además, de ser así, ¿no puede verse nítidamente el contrasentido? ¿Lo absurdo de tal pensamiento?
Pablo no les estaba diciendo que de todo lo que hay en la carnicería podían comer,Lea todo el contexto y se va a dar cuenta que Pablo no dice eso, Pablo sabía de las car es limpias si podía comer,Lea bien estudie bien,para que enseñe bien.
Gracias a Dios por la vida y el ministerio del Pastor Sugel Michelen, siempre fiel a las sagradas escrituras, bendiciones a todos los que ven este mensaje!
Excelente estudio mi hermano. Gracias por tan claro y exhaustivo tema fundamental para el crecimiento en la fe. Dios le siga ungiendo con su Santo Espíritu.
Saludos 🫂 Pastor Sugel Michele desde guayaquil Ecuador 🇪🇨 gracias x tan buena Predicación que nos enseña cómo tenemos que caminar 🚶♀️ con Cristo Jesús
Yeshúa les bendiga.
Pastor Sugel..gracias por explicar tan clara la palabra de Dios..ha sido de mucha Bendición para mi vida..desde Cali...Dios le guarde pastor..
De gran bendición estas predicas de Romanos... por mucho tiempo descuide mi alimento espiritual y tome mas en cuneta las cosas negativas entre mi familia en Cristo y de Sangre asi que es momento de retomar el paso en la unidad.
Gracias. bendiciones.
Gracias Señor Jesucristo por este hermoso mensaje amado pastor, Dios lo ha usado con tanta claridad...la gloria sea de Dios por siempre
Gloria a Dios!!! Tremendo mensaje de Dios atravez de su siervo 🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Exaltado Alabado y Engrandecido sea el Santo Nombre de Díos en el Nombre de Jesús, gracias Pastor Michelen x este y todos tus predicas temas de la unción del espíritu Santo ,Dios t siga bendiciendo grandemente juntamente con tu familia y tu congre,gracias a Dios x tu Vida Gloria a Dios 😇 Bendiciones
Atravez de Usted, olvídese del reloj y continúe el mensaje para la gloria de Dios, bendiciones desde Miami 🙏🙏🙏🙏🙏🙏
Edificados extraordinariamente
Gracias a Dios por la palabra expuesta a través de nuestro amado hermano Sugel, cuando es alimento sano para nuestro espíritu el tiempo pasa volando y anhelamos más. Bendiciones a todos los que ven y escuchan la palabra del Señor.
Gracias por compartir las enseñanzas para que muchos podamos instruirnos, sin poner comerciales publicitarios.
Dios es tan bueno con los suyos ...
Pastor ante un mensaje tan profundo dado por el Espíritu Santo atravez
Amen, Amen .Gloria a DIOS.
Amén Amén Y Amén
Gloria a Dios que nos llena de gozo en el hacer como el creer, gracias, bendiciones.
Saludos desde New York.
Mejor explicado imposible.
Gracias, gracias, gracias 🙏🏼
Dios siga dando sabiduría al hno Sugel,para la gloria de su nombre.
De manera increíble, no me canso de escuchar al hermano Sugel y al igual que el me sorprendo cuan rápido pasa el tiempo del reloj. Que Dios siga dando hambre por su Palabra Siempre. Bendiciones Hermanos.
Gloria a Dios por su Palabra.
Gloria al Señor por este pastor.💓💓
Bendiciones, gracias a Dios por usar al hermano para enseñar pura palabra del Señor . Gloria a Dios y gracias por trasmitir la prédica . Saludos desde Iowa .
Gloria a Dios por su palabra.
Bendiciones Hermano Michel desde León Gto. México
Solo puedo glorificar a Dios por permitirme escuchar su palabra 🙏🙏❤️
Sana doctrina 🙏🏼🙏🏼🙏🏼
Bendito y alabado sea nuestro señor Jesucristo
Amén!!!!!
DIOS les bendiga grandemente pastor michelen ,poderoso mensaje 🙏 👍 🙌 💪 👌
Bravo😌
Bendita palabra de Dios 🙏🙋🏻♂️
Muchos cristianos ya pecaron y NO SE LEVANTARAN JAMÁS porque abusaron de la gracia de Dios por la autoconfianza de salvos siempre salvos .
ENTRISTECIERON hasta apagar al Espíritu Santo que estaba en ellos .
Fueron ENGAÑADOS y CONDENADOS por sus lideres calvinistas que le prometieron salvo siempre salvo.
Muchos ya estan en el infierno
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Hebreos 6.El perdón imposible por su pecado Voluntario y Rebelde.
Canal batalla mental, pastor Jaris Vega. Pieque los estan engañando y CONDENANDO con la doctrina anttibiblica de salvos siempre salvos.
No se te ocurra pecar VOLUNTARIAMENTE y no levantes el puño contra Dios .El pastor y escritor español SAMUEL PEREZ MILLO en su comentario dice que un creyente auque levante el puño contra Dios no se perdera porque es predestinado, increible, como le hizo violencia a lo inspirado VERBALMENTE por el Espiritu Santo de Dios este pastor.. Te estan engañando y CONDENANDO . ES DE ESOS COMENTARIOS DE DONDE TUS LIDERES PREPARAN LOS MENSAJES
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"Levantando el puño contra Dios y barreras teológicas . ADVERTENCIAS Diccionario de figuras ' y otro video El pecado voluntario contra el Espíritu Santo disciplina n•4 y comienza por ti mismo a descubrir como te estan CONDENANDO
¿Cuando vendrá el Pastor Sugel a El Salvador CA 🇸🇻?????.... Bendiciones amado
El ultimo video de la serie esta en PRIVADO. falta el capitulo 16 de Romanos. Podrian habilitarlo? Gracias
En la lista de reproducción de romanos os falta el 13: 8-10 que se encuentra fuera de la lista, aunque pude encontrarlo igualmente. Muchas gracias por los vídeos son de muchas edificación.
Gracias por actualizar el listado de reproducción
Muchos cristianos ya pecaron y NO SE LEVANTARAN JAMÁS porque abusaron de la gracia de Dios por la autoconfianza de salvos siempre salvos .
ENTRISTECIERON hasta apagar al Espíritu Santo que estaba en ellos .
Fueron ENGAÑADOS y CONDENADOS por sus lideres calvinistas que le prometieron salvo siempre salvo.
Muchos ya estan en el infierno
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Hebreos 6.El perdón imposible por su pecado Voluntario y Rebelde.
Canal batalla mental, pastor Jaris Vega. Pieque los estan engañando y CONDENANDO con la doctrina anttibiblica de salvos siempre salvos.
No se te ocurra pecar VOLUNTARIAMENTE y no levantes el puño contra Dios .El pastor y escritor español SAMUEL PEREZ MILLO en su comentario dice que un creyente auque levante el puño contra Dios no se perdera porque es predestinado, increible, como le hizo violencia a lo inspirado VERBALMENTE por el Espiritu Santo de Dios este pastor.. Te estan engañando y CONDENANDO . ES DE ESOS COMENTARIOS DE DONDE TUS LIDERES PREPARAN LOS MENSAJES
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@@fielatalaya7732 has pecado hoy? Crees que todo pecado de un cristiano es involuntario? Que entiendes por pecado voluntario?
👍🙏
LA LEY DE MOISES Y CRISTO 3)
Nosotros atomizamos dicha Ley para su estudio en diversas secciones o capítulos, lo cual es correcto. Pero no debemos crear compartimentos estancos entre dichas partes. Como no lo debería hacer un médico con la anatomía, histología, fisiología, bioquímica, microbiología, inmunología, psicología, patología, farmacología, etc. que compone el estudio del ser humano y su salud-enfermedad, a la hora de tratar (de curar) a un enfermo, sino que tendrá que tener un enfoque holístico sobre el mismo, (y aún su anatomía, o su estado de salud ha de contemplarla en su conjunto, y no aisladamente, como si solo se tratase de órganos, aparatos o sistemas), e incluso a esa consideración ha de añadir su historia de salud personal y familiar, sus circunstancias sociolaborales, económicas, familiares, etc.
La división de la Ley en asignaturas sólo debe ser hecha como un estudio preliminar de la misma. Pero el carácter de la Ley de Moisés es único: todas sus partes cooperan a un único fin. Primero, muestra el estado moral del hombre (tan arruinado, que no puede cumplir los estándares de Dios, ni siquiera formulados en sentido negativo: “no matarás, no adulterarás, no codiciarás” etc.). Luego, hace ver que existe una Santidad Divina que no tiene comunión con el pecado que coloniza al hombre, y una Justicia Divina que necesaria e inexcusablemente castigará ese mal. Por fin, muestra que Dios tiene una solución para el problema del pecado y la enemistad con Dios: la satisfacción de las demandas de Su Justicia sobre los transgresores, por medio de un Sustituto que Él mismo ha provisto (Gé. 22:7-13).
Todo el conjunto de la Ley de Moisés tiene carácter eterno, porque son un bosquejo dramatizado del Evangelio. En Ellas se revela sobre todo a Dios como salvador de Su pueblo. Si bien, su uso literal es temporal: abarcan hasta el fin de la presente creación (Mt. 5:18). Son, pues, una preparación (una ilustración, una enseñanza escenificada) de Israel para que recibieran apropiadamente a su Mesías cuando Éste viniera a dar Su vida para justificarlos por medio de la fe en Él como su justificador ante Dios (Gá. 3:24).
El carácter único de la Ley de Moisés no debe perderse de vista. Todas sus secciones cooperan para dar a conocer y anunciar la salvación que Dios traería en Cristo. No una parte en particular, sino el conjunto ensamblado de todas ellas prepara la mente para comprender que el hombre es pecador y merece el castigo eterno de Dios, que Dios es Santo y Justo y no puede pasar por alto el pecado sin juzgarlo y castigarlo, y que Él aportaría un Sacrificio de suficiente valor, para rescatar al ser humano del poder del pecado, y perdonarles la culpa por sus pecados.
:)
LALEY DE MOISES Y CRISTO (1)
Cualquiera que da una ley ha de tener la autoridad suficiente para ello, así como para hacerla cumplir. Las leyes, una vez promulgadas, son de obligado cumplimiento a quienes fue dada. La autoridad que la emite, igualmente ha de tener facultad (y medios) para exigir su obediencia. Así que toda ley, para ser tal, ha de incluir un capítulo de sanciones (penas o castigos) para quienes quebranten sus preceptos. De lo contrario, se trataría de una propuesta de actividades a realizar o de objetivos a conseguir.
La ley, cualquier ley, obliga a todos quienes están bajo su imperio. Aunque el Señor Jesucristo nació bajo la ley de Moisés (Gá. 4:4) no estuvo bajo la obligación de obedecerla, porque la ley fue dada para el hombre en la carne (para el primer Adán, 1 Ti. 1:9-10). Él nació bajo el ámbito histórico-territorial de dicha ley, pero no bajo su imperio. Él era justo y, por tanto, no se dirigía a Él (1 Ti. 1:9-10). Nada tenía que reclamarle (exigirle).
Si la Ley de Moisés hubiera sido obedecida por Cristo en lugar del pecador, entonces la Ley hubiera perdido la funcionalidad para mostrar que el ser humano está bajo pecado (Ro. 3:9), o vendido al pecado (Ro 7: 14 y ss.) y que, por tanto, la boca de todo ser humano debía callarse, porque el juicio de Dios está sobre ellos (Ro.3:19). Todo eso hubiera quedado técnicamente anulado, y el sacrificio de la Persona del Dios-Hombre sobre la cruz se hubiera hecho superfluo.
Ni para evidenciar que el pecado existía en la naturaleza humana (v.20), y que incluso llegó a ser sobremanera pecaminoso (Ro. 7:13), porque, “la ley se introdujo para que el pecado abundase” (Ro.5:20). De haber sido obedecida por Cristo, en lugar de los elegidos, además de otras incongruencias, solo los judíos entre éstos se hubieran podido beneficiar de ello, dado que esa Ley sólo fue dada a Israel (Ro.2:12-15, 17-18 y ss.; 9:4).
¿Y qué hubiera pasado con los no judíos, que no están bajo esa Ley, pero que están sometidos a la ley natural que está en los corazones de todos los hombres? (v. 14-15). ¿Hubiera tenido Cristo que obedecer dicha ley natural por los elegidos entre los gentiles también, para así poder salvarlos luego sobre la cruz?
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (7)
Dios había establecido en la Ley que dio a Israel, que Él maldecía a aquel que fuese ajusticiado (colgado) sobre un madero (Dt.21:23). Por esta causa, los cuerpos de los que así morían no debían permanecer colgados durante la noche porque, en tal caso, contaminarían la tierra de Israel. Esto era una dramatización que prefiguraba otra dramatización más sublime: la maldición por Dios del Dios-Hombre cuando estuvo colgado durante tres horas sobre la cruz (Gá.3:13).
Así, era necesario que Cristo naciese y viviese bajo esa Ley, no para que la obedeciera en lugar de los elegidos, sino para que sufriera el castigo que la Ley impone sobre los tales. Un castigo doble: por un lado, la maldición de Dios; y por otro, la muerte.
Por esta causa, después de haber sido maldecido, y luego muerto, tuvo que ser enterrado: para ocultar de la vista de Dios (dramatizadamente) aquella naturaleza maldita de los elegidos que, por representación (no literalmente), y en asociación con ellos, Él llevó sobre la cruz. La sepultura de Cristo es algo fundamental al Evangelio (1 Co. 15:3-4).
De ahí en adelante, Dios ya no trata más con esa naturaleza (el viejo hombre), que aún permanece en los convertidos. No la mejora, no la cambia. Simplemente, la ignora. No obstante, Dios ejerce sobre él la disciplina gubernamental (Gá. 6:7), matizada o atemperada por la disciplina paterno-filial (He. 12:4-11), a fin de instruirle en justicia práctica (apartándole del mal que hay en él), cuando el creyente se retrotrae (se conforma o se pliega) a vivir en aquella vieja naturaleza que antes era su única vida.
Puesto que al creyente en Cristo Dios le ha dado una nueva vida o naturaleza (resucitándole juntamente con Él, Ef. 2:1, 5-6; Col. 3:3); una vida eterna, que no peca (1 Jn. 3: 6,9; 5: 11), y Dios sólo ve al creyente como una nueva criatura, en desarrollo (2 Co. 5:17), lo que compete a éste es mantener “crucificada” (maldita por Dios) por la fe dicha naturaleza, y considerarse muerto al pecado (Ro.6:11), y a la Ley (Ro.7:4) con Cristo. Y vivos para Dios, para andar en una vida nueva, sirviendo a la justicia (Ro.6: 4, 13).
Es un disparate enorme, y una contradicción mayúscula haber comprendido todo esto y acabar diciendo que Cristo nos justifica por la fe, para que podamos agradar a Dios obedeciendo la Ley de Moisés.
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (4)
Si podemos remontar el proto evangelio a las palabras de Dios a la serpiente en Gé.3:15, sin duda alguna podemos ver una estructura pormenorizada de ese Evangelio en la Ley que dio a Israel por medio de Moisés.
La Ley señalaba a Cristo como el salvador de Israel (libertándolos de sus enemigos, pero también de su pecado, Lc. 1:71, 74, 77; Hch. 5:31; Ro. 11:26-27, etc.). Y la base, el fundamento de eso debía ser realizado personalmente por el Mesías en los hechos históricos que ocurrieron sobre Su cruz, y luego en Su resurrección. No en los hechos concomitantes o secundarios de Su vida.
Jesucristo era y es el Dios-Hombre. Él no tenía que probar (ante nadie) que estaba calificado para realizar Su obra redentora en la cruz. No debió llevar una vida santa, para que Su sacrificio tuviera valor, y fuera aprobado por Dios. Dios mostró las credenciales de Su Hijo entre los hombres, no porque Él obedeciera la Ley mosaica, sino por las “maravillas, prodigios y señales” que Dios hizo por Su mano (Hch. 2:22).
La naturaleza Divina de Jesucristo, al ser Dios, era santa. Y la naturaleza humana del Él, también era santa (“el Santo Ser que nacerá” de Lc. 1:35 hacía énfasis en el Ser engendrado por el Espíritu Santo en el vientre de María, pero concebido, gestado y dado a luz por ella). Resultando ser una persona santa. Él no tenía que acreditarse obedeciendo la Ley mosaica, o ninguna otra ley, para poder ser el sustituto de los pecadores elegidos sobre la cruz, y así redimirlos.
Cuando Él dijo a Juan el Bautista: “es necesario (así conviene) que cumplamos toda justicia” (Mt. 3:15), Jesús no se estaba refiriendo a obedecer la Ley de Moisés, porque dicha Ley no mandaba bautizarse. Por otro lado, Él incluía a Juan en ese cumplimiento (Juan hubiera sido coautor o cooperador en la obra de la salvación, cuando las Escrituras declaran que la redención de los elegidos fue un acto personal del “Siervo de Jehová”, sin intervención ninguna de nadie, Is. 52:13- 53:12).
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (2)
Volviendo a los judíos, los cuales eran los únicos que estaban bajo la Ley de Moisés, si Cristo la hubiera obedecido en su lugar: entonces, una vez obedecida, “ya todo estaba bien entre los judíos elegidos y Dios”. Su Justicia no tenía nada que reclamarles. La cruz se hubiera hecho redundante para ellos.
Por tanto, el “porqué” (el motivo, el propósito final) de dicha Ley no era que Cristo la obedeciera en lugar de los judíos elegidos. Aunque Jesucristo nació y vivió en el ámbito étnico y geográfico donde ésta estaba operativa/vigente (Gá.4:4-5), Él nada tenía que ver con Ella. Pero debió nacer de mujer, para redimir a los elegidos de la raza humana; y bajo la ley, para poder redimir a los elegidos que también estaban bajo la ley (los escogidos de la nación de Israel, Mt. 24: 22,24; Mr.13:20,22; Ro.11:7).
Cristo “no vino para abolir la Ley de Moisés, sino para cumplirla” (Mt. 5:17). Esto quiere decir dos cosas: a) no vino para suspender o dejar sin vigor dicha Ley. Ninguna sección de esa Ley dejará de tener vigencia hasta que pasen el cielo y la tierra (Lc. 16:17). Y b) vino, no a obedecer, sino a dar cumplimiento al fin (propósito) para lo que la Ley fue dada, “pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” (Ro. 10:4).
La Ley de Moisés enseñaba, por medio de tipos, sombras y figuras que una Víctima apropiada debía sacrificarse para obtener el perdón de Dios, y la amistad con Él. Y eso precisamente es lo que Jesucristo vino a efectuar, de modo verdadero y real. Aquello que la Ley prefiguraba. En ese sentido Cristo vino “a cumplir la Ley”.
Siempre que en las Escrituras se menciona la Ley (en referencia a la Ley de Moisés), se hace en singular. Excepto que el contexto indique a qué sección de esa única Ley se está refiriendo en ese momento. No hay tal cosa como diversas leyes (morales, rituales, ceremoniales, judiciales, civiles, etc.) englobadas en un cuerpo legislativo o normativo superior, sino que todas sus partes están interconectadas entre sí, afectándose unas a otra; e imbricadas por igual en la vida da la nación. Todas ellas son secciones o capítulos de una misma y única Ley de Moisés.
Por eso Cristo no dijo a los que meticulosamente diezmaban las cosas más pequeñas: “lo verdaderamente importante es la justicia, la misericordia o amor de Dios y la fe, y esas otras cosas (el diezmar esas menudencias, que pertenecen a la sección civil y ritual de la Ley mosaica) son fruslerías, algo ínfimo e innecesario”, sino que les dijo: “esto (diezmar la menta, el anís y el comino, la ruda y toda hortaliza) os era necesario hacer, sin dejar de hacer lo otro (lo más importante)” (Mt. 23:23; Lc. 11:42). En la Ley de Moisés, hasta las menudencias tienen su importancia inquebrantable (Mt. 5:18).
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (6)
Si la obediencia de Jesucristo de que se habla en Ro. 5:19 se refiriera a la Ley de Moisés, entonces esa mera obediencia hubiera “constituido justos” (justificado) a los elegidos. Porque eso es lo que dice el texto: “por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”. Lo cual, hubiera hecho innecesaria la cruz (el sacrificio de la víctima perfecta en sustitución de los injustos).
La Ley de Moisés fue dada a Israel [no a Adán (la humanidad primigenia), ni a Noé (la humanidad tamizada por el Diluvio), ni a Abraham, Isaac o Jacob (a quienes dio la promesa, Hch.13:23; Ro.4:13-16; Gá. 3:17-19)], en el monte Sinaí, cuando Dios estableció el Primer pacto con la nación (un pacto de obras), durante un período aproximado de 1.500 años, con fines didácticos, para que recibieran a su Mesías, cuando Éste viniese a ellos (Ro. 10:4; Gá.3:19; 4:1-7).
Cuando Cristo vino, la Ley no dejó de existir (y de tener vigencia para su uso apropiado, 1 Ti. 1:8). Pero Cristo introdujo algo mejor (tanto en Israel, como en el resto del mundo) que la Ley no había traído: la gracia y la verdad (Jn.1:17).
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos” (Gá. 4:4-5).
Dios había anunciado que Él mismo cargaría con las consecuencias de los pecados de los Suyos: “pero a ti te agradó librar mi vida del hoyo de corrupción, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados” (Is. 38:17). Y había establecido que eso ocurriría cuando Dios el Hijo se convirtiese en el Dios-Hombre y tomase la posición de Siervo de Dios (Is. 52:13), pero también de la circuncisión (Ro. 15:8), y de los elegidos de entre la humanidad (Mr. 10:45), el mundo de los hombres (Jn. 3:16; 1 Jn. 4:14 = Jn. 4: 42).
Esto se haría siendo condenada la naturaleza humana (el cuerpo) del Dios-Hombre en representación de la naturaleza de los elegidos habitada (pervertida, corrompida y depravada) por el pecado (Ro.8:3); y, por otra parte, sufriendo la muerte (vertiendo la sangre) que la Justicia Divina (es decir, Dios) impone sobre los pecadores a causa de sus pecados (Gé.2:17; Ro.6:23).
LA LEY DE MOISES Y CRISTO (5)
La idea de que Jesucristo obedeció la Ley de Moisés en lugar del pecador elegido no solo es extraña a (ajena, está ausente de modo explícito en) las Escrituras, sino que constituye una enorme distorsión de Su mensaje. Tanto es así, que es una grave perversión del Evangelio. Es una seria herejía, porque hace depender la salvación del pecador de la obediencia a la Ley de Moisés (aunque sea de modo vicario, en la Persona de Cristo), y no del sacrificio vicario del Cordero de Dios en la cruz. Ese Cordero, cargó con los pecados de Su pueblo únicamente en la cruz, donde también fue hecho pecado por ellos (2 Co. 5:21).
También, cuando en Ro.5:19 dice que “por la obediencia de uno [Jesucristo, el último Adán], los muchos serán constituidos justos”, ninguna referencia se hace, ni explícita ni implícitamente, a la obediencia a la Ley de Moisés. El contexto compara, en términos de equivalencia, la desobediencia de Adán (a la voluntad de Dios), con la obediencia de Cristo (a la voluntad de Dios).
La voluntad de Dios que Adán desobedeció no fue la Ley mosaica (faltaban muchos años para que ésta fuera dada a Israel). Así, la voluntad de Dios que Jesucristo obedeció, dado que los sacrificios y ofrendas que se efectuaban bajo la Ley de Moisés no podían realmente satisfacer la Justicia Divina (a causa del pecado, y pecados del hombre), Dios el Hijo dijo, cuando entró en este mundo: “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (He. 10:7). Y a continuación aclara: “en esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (v.10).
Si aquellas cosas que mandaba la Ley no podían agradar a Dios; y, además sabemos que “nada perfeccionó la ley” (He. 7:19), por lo que obedecerla a cabalidad no hubiera servido para nada; al tratarse de una Ley que “no podría dar vida”, aún en caso de ser obedecida (Ez. 20:25), ¿acaso vino Cristo para obedecer esa Ley (en lugar de los pecadores, para así agradar a Dios), y después morir sobre la cruz (para pagar por los pecados de ellos)?
Si Cristo hubiera obedecido la Ley vicariamente en lugar del pecador (judío), ya no habría infracciones que castigar. Pero sabemos que “sin derramamiento de sangre no se hace remisión de pecados” (He. 9:22).
Además, de ser así, ¿no puede verse nítidamente el contrasentido? ¿Lo absurdo de tal pensamiento?
Pablo no les estaba diciendo que de todo lo que hay en la carnicería podían comer,Lea todo el contexto y se va a dar cuenta que Pablo no dice eso, Pablo sabía de las car es limpias si podía comer,Lea bien estudie bien,para que enseñe bien.
Romanos 14 y 15...NO habla de carne pura y empura.
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