El rapto es una de esas figuras insoslayables a las que no dejamos de volver con entusiasmo. Sorprende que Barthes, citándolo en otras figuras, no acuda a San Juan de la Cruz en esta ocasión. Sorprende porque Barthes nos da la interpretación más certera de la primera estrofa del Cántico, coincidiendo en símbolos e incluso palabras: la herida, el cazador, la inversión del cazador cazado, el encuentro, al que le sigue la ausencia ("huyda" del ciervo). Sobre la herida del amante de San Juan, ya no se necesita del principio de contradicción ni de la extrañeza de los que habla María Rosa Lida: Barthes nos localiza con precisión a San Juan en la (in)versión moderna del mito del rapto. Seguramente, este avance con respecto a su tiempo solo le era posible a un místico para el que el Amado era también omnipotente, divino, Dios: la herida la recibe el cazador, porque el ciervo es invulnerable. Gracias por sus charlas, Profesor Castro, con discursos generosos como el suyo nos sentimos un poco menos, con Barthes, "filosóficamente solos".
Gracias Profesor, hermoso recordar con usted a Barthes tan querido
El rapto es una de esas figuras insoslayables a las que no dejamos de volver con entusiasmo.
Sorprende que Barthes, citándolo en otras figuras, no acuda a San Juan de la Cruz en esta ocasión. Sorprende porque Barthes nos da la interpretación más certera de la primera estrofa del Cántico, coincidiendo en símbolos e incluso palabras: la herida, el cazador, la inversión del cazador cazado, el encuentro, al que le sigue la ausencia ("huyda" del ciervo).
Sobre la herida del amante de San Juan, ya no se necesita del principio de contradicción ni de la extrañeza de los que habla María Rosa Lida: Barthes nos localiza con precisión a San Juan en la (in)versión moderna del mito del rapto. Seguramente, este avance con respecto a su tiempo solo le era posible a un místico para el que el Amado era también omnipotente, divino, Dios: la herida la recibe el cazador, porque el ciervo es invulnerable.
Gracias por sus charlas, Profesor Castro, con discursos generosos como el suyo nos sentimos un poco menos, con Barthes, "filosóficamente solos".
Hola puedes hablar
de fray Pedro de Córdoba y la Carta latina 1517
En el arte, sin embargo, sí suele haber un enamoramiento perpetuo pero, como entre personas, depende de cada uno/a mantener la llama.
Lo peor de ese rapto es cuando el raptor juega a la gata y el correcaminos.
Seria un arrebato impulsivo , actuar visceralmente sentimiento herido .Saludos