Deja huella en la memoria la visita al pueblo de Almonaster. No sólo es dónde y cómo está ubicada la plaza de toros es que por lo intrincado del terreno parece que era el único sitio seguro de todos los posibles y finalmente se encontró; es la fuente modernista que da un toque de señorío y atrevimiento artístico; es la mezquita ubicada en la cornisa geológica del pueblo con su carga de sabor histórico y las vistas que tras ella semejan un océano de tierra y mar fundidos en la lejanía donde la vista se pierde; y el volumen medieval de piedra que conforma la iglesia de San Martin. Aún con esto no diríamos del todo el encanto de Almonaster. Su ubicación en la sierra es muy valiente, su íntima unión con el paraje natural le hacen merecedor de no perdérselo... de saborear un pueblo con alma. No se lo pierdan.
Deja huella en la memoria la visita al pueblo de Almonaster. No sólo es dónde y cómo está ubicada la plaza de toros es que por lo intrincado del terreno parece que era el único sitio seguro de todos los posibles y finalmente se encontró; es la fuente modernista que da un toque de señorío y atrevimiento artístico; es la mezquita ubicada en la cornisa geológica del pueblo con su carga de sabor histórico y las vistas que tras ella semejan un océano de tierra y mar fundidos en la lejanía donde la vista se pierde; y el volumen medieval de piedra que conforma la iglesia de San Martin. Aún con esto no diríamos del todo el encanto de Almonaster. Su ubicación en la sierra es muy valiente, su íntima unión con el paraje natural le hacen merecedor de no perdérselo... de saborear un pueblo con alma. No se lo pierdan.