El sufrimiento conoce pocas palabras. Prefieres acostarse sin carga, soñarás con el mañana y tu lecho te será leve. Soñarás que tu casa ya no tiene cristales. Estas impaciente por unirte al viento, al viento que recorre un año en una noche. Otros cantarán la incorporación melodiosa, las carnes que solo personifican la hechicería del reloj de arena. Condenarás la gratitud que se repite. Más tarde, te identificarás con algún gigante disgregado, señor de lo imposible. Sin embargo. No has hecho más que aumentar el peso de tu noche. Has vuelto a la pesca en las murallas, a la canícula sin verano. Estás furioso contra tu amor en el centro de una compresión que enloquece. Piensa en la casa perfecta que nunca verás elevarse. ¿Para cuándo la cosecha del abismo? Has vaciado los ojos del león crees ver pasar la belleza por encima de las lavandas negras… ¿Qué es lo que te ha izado una vez más, un poco más arriba, sin convencerte? No hay sitio puro.
El sufrimiento conoce pocas palabras.
Prefieres acostarse sin carga, soñarás con el mañana y tu lecho te será leve.
Soñarás que tu casa ya no tiene cristales.
Estas impaciente por unirte al viento, al viento que recorre un año en una noche.
Otros cantarán la incorporación melodiosa, las carnes que solo personifican la hechicería del reloj de arena.
Condenarás la gratitud que se repite. Más tarde, te identificarás con algún gigante
disgregado, señor de lo imposible.
Sin embargo.
No has hecho más que aumentar el peso de tu noche.
Has vuelto a la pesca en las murallas, a la canícula sin verano.
Estás furioso contra tu amor en el centro de una compresión que enloquece.
Piensa en la casa perfecta que nunca verás elevarse.
¿Para cuándo la cosecha del abismo?
Has vaciado los ojos del león
crees ver pasar la belleza por encima de las lavandas negras…
¿Qué es lo que te ha izado una vez más, un poco más arriba, sin convencerte?
No hay sitio puro.
Mi corazón woe.
Qué maravilla de palabras y de voz!