Ni hablar, el himno de la bohemia criolla. La Catedral dando cátedra de criollismo y Lalo cantando con las vísceras, y qué importa mañana la condena si estuvo un rato el corazón contento.
hermosa la letra de esta canción y mucho mejor la interpretación de Lalo Llanos. No me canso de escucharlo. Las guitarras también hacen lo suyo. Felicitaciones.
Hermoso. Ojalá pronto los Pueda conocer personalmente, mi nombre es Martha Acosta Flores y me gustaría poder compartir con ustedes en vivo tan hermosos momentos.
Un latido es un paso hacia la fosa y en cada beso se nos va la vida. Buscamos los placeres sin medida y el cuerpo sufre cuando el alma goza. Cada querer liba, cual mariposa, de nuestros labios la miel escondida. Nos va matando y nos es querida esa agonía lenta, silenciosa. Cada copa que alivia nuestra pena y nos hace reír por un momento. ¡Destroza nuestro ser, nos envenena! Mas, quita de las bocas el lamento. Y que importa mañana la condena. Si estuvo un rato, el corazón contento!
Ni hablar, el himno de la bohemia criolla. La Catedral dando cátedra de criollismo y Lalo cantando con las vísceras, y qué importa mañana la condena si estuvo un rato el corazón contento.
hermosa la letra de esta canción y mucho mejor la interpretación de Lalo Llanos. No me canso de escucharlo. Las guitarras también hacen lo suyo. Felicitaciones.
Me gjstaria estar presente y compartir esa alegria de esos grandes criollos,pagaria lo que hay que pagar
César, escríbeme a arturoinga@hotmail.com, por favor.
Que bonito estilo de cantar el vals mucho sentimiento.. Felicitaciones Eduardo y también al marco musical
Diossssssssss lo máximo felicitaciones
Hermoso. Ojalá pronto los Pueda conocer personalmente, mi nombre es Martha Acosta Flores y me gustaría poder compartir con ustedes en vivo tan hermosos momentos.
Un latido es un paso hacia la fosa
y en cada beso se nos va la vida.
Buscamos los placeres sin medida
y el cuerpo sufre cuando el alma goza.
Cada querer liba, cual mariposa,
de nuestros labios la miel escondida.
Nos va matando y nos es querida
esa agonía lenta, silenciosa.
Cada copa que alivia nuestra pena
y nos hace reír por un momento.
¡Destroza nuestro ser, nos envenena!
Mas, quita de las bocas el lamento.
Y que importa mañana la condena.
Si estuvo un rato, el corazón contento!
El camarada jose acosta ojeda
No te equivoques. Manuel nunca fue un asesino