José Martí escribió este poema para una joven que conoció en una época en que vivió en Guatemala y trabajó como maestro de literatura: María García Granados. Tal parece que hubo entre ellos una amistad cercana y tal vez enamoramiento. José Martí ya tenía compromiso contraído con una mujer que había conocido en Veracruz, México y volvió para casarse con ella. Luego regresa a Guatemala, sin embargo llega ya casado. Luego volvió a viajar, ahora a New York. Al poco tiempo, Maaría García murió. Esta joven es quien inspira al poeta para escribir "La niña de Guatemala"
Quiero, a la sombra de un ala, contar este cuento en flor: la niña de Guatemala, la que se murió de amor. Eran de lirios los ramos; y las orlas de reseda y de jazmín; la enterramos en una caja de seda... Ella dio al desmemoriado una almohadilla de olor; él volvió, volvió casado; ella se murió de amor. Iban cargándola en andas obispos y embajadores; detrás iba el pueblo en tandas, todo cargado de flores... Ella, por volverlo a ver, salió a verlo al mirador; él volvió con su mujer, ella se murió de amor. Como de bronce candente, al beso de despedida, era su frente -¡la frente que más he amado en mi vida!... Se entró de tarde en el río, la sacó muerta el doctor; dicen que murió de frío, yo sé que murió de amor. Allí, en la bóveda helada, la pusieron en dos bancos: besé su mano afilada, besé sus zapatos blancos. Callado, al oscurecer, me llamó el enterrador; nunca más he vuelto a ver a la que murió de amor. -
Hermoso ❤
¡Grandiosa versión!
José Martí escribió este poema para una joven que conoció en una época en que vivió en Guatemala y trabajó como maestro de literatura: María García Granados. Tal parece que hubo entre ellos una amistad cercana y tal vez enamoramiento. José Martí ya tenía compromiso contraído con una mujer que había conocido en Veracruz, México y volvió para casarse con ella. Luego regresa a Guatemala, sin embargo llega ya casado. Luego volvió a viajar, ahora a New York. Al poco tiempo, Maaría García murió. Esta joven es quien inspira al poeta para escribir "La niña de Guatemala"
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.
Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.
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