Si has recibido la salvación de Cristo Jesús en tu vida, ten paz, pues el Señor ha dado su vida por ti. En la cruz del calvario hay mucho pecado, pecaminosidad, pero de allí sale la salvación, la sanidad, la santidad y mucho más. Ora al Señor y pídele tranquilidad en caso de que ya te hayas arrepentido de tus pecados y hayas aceptado a Jesús como Señor y Salvador, creyendo que murió y resucitó de entre los muertos. Pídele, además, que trabaje en tu vida de tal manera en que elimine toda pecaminosidad y potencie y añada todo lo que es bueno y santo, aquello que es puro. Ora al Señor así: "Padre Celestial, amado Jesús, salvador mío. Gracias mi Dios por el sacrifico que has hecho en la cruz para la redención de las almas. Gracias Señor porque la salvación está disponible para cada ser humano en estos tiempos, según la gracia del nuevo pacto. Padre, ayúdame a tener paz al hacer algo bueno, y a sentirme incómoda/o cada vez que haga algo malo. Espíritu de Dios, corrige cada palabra, cada acción, todo aquello que yo esté haciendo mal. Ayúdame a crecer en ti, Señor Santísimo, y a desarrollar buenos hábitos para mi vida diaria y espiritual. En el nombre de Jesús, amén."
Además, cabe destacar que el perdón del Señor es tan hermoso, puro y eficaz que, además de perdonar, olvida. Sabiendo esto, si tu pasado te persigue, acércate más al Señor y pídele ayuda para entender y tener convicción de dicho perdón. Bendiciones en el nombre de Jesús.
El pasado me persigue
De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17
Si has recibido la salvación de Cristo Jesús en tu vida, ten paz, pues el Señor ha dado su vida por ti. En la cruz del calvario hay mucho pecado, pecaminosidad, pero de allí sale la salvación, la sanidad, la santidad y mucho más. Ora al Señor y pídele tranquilidad en caso de que ya te hayas arrepentido de tus pecados y hayas aceptado a Jesús como Señor y Salvador, creyendo que murió y resucitó de entre los muertos. Pídele, además, que trabaje en tu vida de tal manera en que elimine toda pecaminosidad y potencie y añada todo lo que es bueno y santo, aquello que es puro.
Ora al Señor así:
"Padre Celestial, amado Jesús, salvador mío. Gracias mi Dios por el sacrifico que has hecho en la cruz para la redención de las almas. Gracias Señor porque la salvación está disponible para cada ser humano en estos tiempos, según la gracia del nuevo pacto. Padre, ayúdame a tener paz al hacer algo bueno, y a sentirme incómoda/o cada vez que haga algo malo. Espíritu de Dios, corrige cada palabra, cada acción, todo aquello que yo esté haciendo mal. Ayúdame a crecer en ti, Señor Santísimo, y a desarrollar buenos hábitos para mi vida diaria y espiritual. En el nombre de Jesús, amén."
Además, cabe destacar que el perdón del Señor es tan hermoso, puro y eficaz que, además de perdonar, olvida. Sabiendo esto, si tu pasado te persigue, acércate más al Señor y pídele ayuda para entender y tener convicción de dicho perdón. Bendiciones en el nombre de Jesús.