Oración de la Mañana: San Juan
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- เผยแพร่เมื่อ 24 พ.ย. 2024
- La esencia del pasaje es que Jesús, con celo por la santidad, revela que él mismo es el verdadero Templo, anticipando su muerte y resurrección como el camino a una nueva relación con Dios.
El pasaje del Santo Evangelio según San Juan, capítulo 2, versículos 13 al 22, dice:
Jesús purifica el Templo
13 Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
14 Encontró en el Templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados en sus mesas.
15 Entonces hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas;
16 y dijo a los que vendían palomas: "Quiten esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio".
17 Sus discípulos recordaron que está escrito: "El celo por tu casa me consumirá".
18 Entonces los judíos le preguntaron: "¿Qué signo nos muestras para obrar así?"
19 Jesús les respondió: "Destruyan este Templo y en tres días lo levantaré".
20 Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?"
21 Pero él hablaba del Templo de su cuerpo.
22 Cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había pronunciado Jesús.
Este pasaje muestra cómo Jesús defendió la santidad del Templo, llamándolo "la casa de mi Padre" y refiriéndose a su propia resurrección cuando habló de reconstruir el Templo en tres días.
La esencia de este pasaje está en la afirmación de Jesús sobre la santidad y el propósito verdadero del Templo, junto con la revelación de su identidad y misión.
1. Defensa de la pureza del culto: Jesús rechaza el uso del Templo para el comercio, lo que muestra su deseo de proteger la santidad de un lugar que debe estar dedicado a la oración y la comunión con Dios. Su indignación refleja su celo por mantener un espacio sagrado libre de intereses mundanos.
2. Revelación de su identidad y misión: Cuando Jesús dice “Destruyan este Templo y en tres días lo levantaré,” está hablando en términos simbólicos sobre su propio cuerpo. Aquí, él comienza a revelar que su cuerpo es el nuevo “Templo” donde habita Dios, anticipando su muerte y resurrección. Este acto simbólico también anuncia el cambio del antiguo pacto al nuevo pacto, donde la relación con Dios no dependerá de un lugar físico, sino de la persona de Jesús.
3. Celo y sacrificio: El “celo” que consume a Jesús es su dedicación y amor profundo por Dios, y su compromiso de cumplir su misión, incluso hasta el punto de sacrificar su vida. Él actúa con autoridad divina, y sus discípulos recuerdan la profecía que habla del celo que lo consume, conectándolo con su identidad como el Mesías.
En resumen, este pasaje expresa el compromiso de Jesús con la verdadera adoración, la revelación de su papel redentor y la transformación espiritual que trae su muerte y resurrección.