Hermano... meditando en el ayer he recordado / La preciosa juventud, la edad hermosa, / Cuando en Cristo comenzamos a vivir. / * Y recuerdo... la alegría y la ilusión y el entusiasmo; / Era tanto desde que nos bautizamos, / Desde el día que el Señor nos perdonó. (coRO] Por la gloria... que el Señor derramaba cada día / Nos llenaba de virtud y de alegría, / Embargando de su fuerza el corazón. / En las luchas... y en las pruebas y aflicciones que venían / Comprobamos que su mano sostenia / Nuestro paso hacia la ciudad de Sion. II Pasa el tiempo y la vida es más difícil cada día; / El pecado y la maldad se han aumentado, / Acechando nuestras almas más y más. / * Si en la vida muchas veces como humano tú has llorado / Pues la lucha te ha dejado lastimado / Y ha querido tu esperanza arrebatar. [coRo] Toma aliento... cada día está más cerca su regreso. / No dormites, ya se está acabando el tiempo; / Apercibe tu lumbrera con su luz. / Ten presente... las victorias no son cosas del pasado. / Cuando sientas que tu fuerza se ha acabado, / Del Señor fuerza divina obtendrás. * Sé valiente... y decidete a seguir con Jesucristo / Y aunque sientas que no hay tregua, ya lo has visto / Al que no tiene vigor, fuerza le da. / Y aunque sufras, deja que llegue hasta el cielo tu lamento; / Ten confianza porque Cristo en su momento / Más gloriosa la victoria te dará. (coRo] No es del joven... no es del fuerte ni del rico la victoria; / Es de aquel que con afán busca la gloria / Y se esfuerza para no volver atrás. / Porque Cristo... El conoce que no hay fuerzas en lo humano / Cuando sufres en el hueco de su mano / Con ternura cual tesoro cuidará.
Hermano... meditando en el ayer he recordado / La preciosa juventud, la edad hermosa, / Cuando en Cristo comenzamos a vivir. / * Y recuerdo... la alegría y la ilusión y el entusiasmo; / Era tanto desde que nos bautizamos, /
Desde el día que el Señor nos perdonó.
(coRO] Por la gloria... que el Señor derramaba cada día / Nos llenaba de virtud y de alegría, / Embargando de su fuerza el corazón. / En las luchas... y en las pruebas y aflicciones que venían / Comprobamos que su mano sostenia / Nuestro paso hacia la ciudad de Sion.
II
Pasa el tiempo y la vida es más difícil cada día; / El pecado y la maldad se han aumentado, / Acechando nuestras almas más y más. / * Si en la vida muchas veces como humano tú has llorado / Pues la lucha te ha dejado lastimado / Y ha querido tu esperanza arrebatar.
[coRo] Toma aliento... cada día está más cerca su regreso. / No dormites, ya se está acabando el tiempo; / Apercibe tu lumbrera con su luz. / Ten presente... las victorias no son cosas del pasado. / Cuando sientas que tu fuerza se ha acabado, / Del Señor fuerza divina obtendrás.
* Sé valiente... y decidete a seguir con Jesucristo / Y aunque sientas que no hay tregua, ya lo has visto / Al que no tiene vigor, fuerza le da. / Y aunque sufras, deja que llegue hasta el cielo tu lamento; / Ten confianza porque
Cristo en su momento / Más gloriosa la victoria te dará.
(coRo] No es del joven... no es del fuerte ni del rico la victoria; / Es de aquel que con afán busca la gloria / Y se esfuerza para no volver atrás. / Porque Cristo... El conoce que no hay fuerzas en lo humano / Cuando sufres en el hueco de su mano / Con ternura cual tesoro cuidará.