¡No te pierdas más historias fascinantes de la Biblia, narradas con la mejor edición para una mejor comprensión de la Palabra de nuestro Salvador y Señor Jesucristo! Haz clic y descubre más: th-cam.com/video/UX4upjJ0JIo/w-d-xo.htmlsi=mFOLToN02H3nVqDI
Yo diría que la muerte de Pedro fue la más injusta, porque aunque sí negó a Jesucristo, Él mismo se encargó de hacerle resarcir ese error con aquel fragmento del Evangelio una vez que resucitó, revelándole que él sería su sucesor pero también cómo habría de morir: - Simón, hijo de Juan, me amas más que a todos éstos? Sí Señor, tú sabes que te quiero. Alimenta mis corderos. (Tú también estabas con Jesús el galileo. No sé de qué hablas.) - Simón, hijo de Juan, me amas? Sí Señor, tú sabes que te quiero. Cuida de mis ovejas. (Éste estaba con Jesús el nazareno. ¡Yo no conozco a ese hombre!) - Simón, hijo de Juan, me quieres? Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Apacienta mis ovejas. (Seguro que tú eres también uno de ellos, tu forma de hablar te delata. ¡Están equivocados, maldita sea! ¡Les juro que no conozco a ese hombre!) En verdad te digo que cuando eras joven, podías hacer lo que quisieras, tú mismo te vestías e ibas donde tú deseabas. Sin embargo cuando seas viejo, extenderás los brazos, otros te vestirán y te llevarán a donde no deseas ir. Y sinceramente la muerte de Caifás fue la más misericordiosa sin merecerla, ya que él junto con Anás fueron los que propusieron la crucifixión. Y tampoco se menciona al soldado que abofeteó a Jesús cuando estaba compareciendo ante los sacerdotes.
¡No te pierdas más historias fascinantes de la Biblia, narradas con la mejor edición para una mejor comprensión de la Palabra de nuestro Salvador y Señor Jesucristo! Haz clic y descubre más: th-cam.com/video/UX4upjJ0JIo/w-d-xo.htmlsi=mFOLToN02H3nVqDI
Buenas historias, el que está leyendo ten fe y paciencia.
Sin duda alguna. Pero aún es peor lo que les espera aquellos que niegan a Dios.
Yo diría que la muerte de Pedro fue la más injusta, porque aunque sí negó a Jesucristo, Él mismo se encargó de hacerle resarcir ese error con aquel fragmento del Evangelio una vez que resucitó, revelándole que él sería su sucesor pero también cómo habría de morir:
- Simón, hijo de Juan, me amas más que a todos éstos? Sí Señor, tú sabes que te quiero. Alimenta mis corderos. (Tú también estabas con Jesús el galileo. No sé de qué hablas.)
- Simón, hijo de Juan, me amas? Sí Señor, tú sabes que te quiero. Cuida de mis ovejas. (Éste estaba con Jesús el nazareno. ¡Yo no conozco a ese hombre!)
- Simón, hijo de Juan, me quieres? Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Apacienta mis ovejas. (Seguro que tú eres también uno de ellos, tu forma de hablar te delata. ¡Están equivocados, maldita sea! ¡Les juro que no conozco a ese hombre!)
En verdad te digo que cuando eras joven, podías hacer lo que quisieras, tú mismo te vestías e ibas donde tú deseabas. Sin embargo cuando seas viejo, extenderás los brazos, otros te vestirán y te llevarán a donde no deseas ir.
Y sinceramente la muerte de Caifás fue la más misericordiosa sin merecerla, ya que él junto con Anás fueron los que propusieron la crucifixión. Y tampoco se menciona al soldado que abofeteó a Jesús cuando estaba compareciendo ante los sacerdotes.