Este cuento se adaptó para casi todas las provincias de España. En el caso de Aragón la trama es la misma. Se le pregunta al maño "A donde va" y el contesta que " A Zaragoza". se le corrije con la frase "Si Dios quiere" y él contesta lo sabido "Si quiere o como si no quiere" y queda convertido en sapo. Al año vuelve el preguntador , le devuelve la forma humana y vuelve a hacerle la misma pregunta, "A donde va" y el maño responde " A Zaragoza o al charco"
Este relato lo escuché hace muchos años en boca de un anciano MM∴ , quien lo usó para ilustrar un discurso acerca de la obstinación, que muchas veces nos impide avanzar en el camino de nuestra propia superación. El ego, la soberbia de creer que siempre tenemos la razón, puede ser el obstáculo a vencer para llegar a cumplir una meta. Hay que aprender a escuchar otros puntos de vista, hay que reflexionar críticamente sobre los nuestros y finalmente, aceptar cambiar, porque esa puede ser la clave para avanzar o quedarnos en estancados, como ese gallego. La lección es que solo pudo salir del charco, cuando aceptó cambiar su posición.
Soy gallego, y el relato que yo conozco, (mas bien un chiste) es el de un vasco que va al San Fermín y a los cuatro años de convertirse en sapo, responde: " Al San Fermín, o al charco".
Pobre ranita 🐸
Este cuento se adaptó para casi todas las provincias de España. En el caso de Aragón la trama es la misma. Se le pregunta al maño "A donde va" y el contesta que " A Zaragoza". se le corrije con la frase "Si Dios quiere" y él contesta lo sabido "Si quiere o como si no quiere" y queda convertido en sapo. Al año vuelve el preguntador , le devuelve la forma humana y vuelve a hacerle la misma pregunta, "A donde va" y el maño responde " A Zaragoza o al charco"
Este relato lo escuché hace muchos años
en boca de un anciano MM∴ ,
quien lo usó para ilustrar
un discurso acerca de la obstinación, que muchas veces nos impide avanzar en el camino de nuestra propia superación.
El ego, la soberbia de creer que siempre tenemos la razón,
puede ser el obstáculo a vencer para llegar a cumplir una meta.
Hay que aprender a escuchar
otros puntos de vista, hay que reflexionar críticamente sobre
los nuestros y finalmente, aceptar cambiar, porque esa
puede ser la clave para avanzar o quedarnos en estancados, como ese gallego. La lección es que
solo pudo salir del charco,
cuando aceptó cambiar su
posición.
Interesante
Soy gallego, y el relato que yo conozco, (mas bien un chiste) es el de un vasco que va al San Fermín y a los cuatro años de convertirse en sapo, responde: " Al San Fermín, o al charco".