Hola Adrián. Lamento que ya halla diferencia de fe y creencia entre usted y yo. Pues, nada se puede hacer al respecto. Los asuntos de Dios es por fe. Solo deseo que al final de nuestro caminar, por el océano de de creación, llegue la ocasión cuando usted y yo nos demos un abrazo espiritual por haber llegado a la meta final. Que Dios bendiga a usted grandemente.
Gracias hermano y espero verle ala final trompeta cuando Cristo venga en gloria y disculpeme por la indiferencias doctrinales que tenemos ambos Bendiciones..
@@adriansarangocondo8157 Muy bien dicho hermano. Los asuntos de Dios es por fe; usted sabe de Dios por lo que usted ha aprendido; y lo mismo me sucede a mí. Mientras tanto, Dios demanda OBEDIENCIA A ÉL de parte de nosotros, y a través de Jesucristo. Que así sea hermano; que un día nos veamos usted y yo, a la final trompeta, cuando Cristo venga en gloria. Amén. Mientras tanro, que Dios siga bendiciendo a usted ricamente. Lea y medite acerca de Apocalipsis 20:10, donde se describe el final de los desobedientes a Dios.. Roguemos para que ni usted ni yo sea uno de los que tendrán un final horrendo, como el que se describe en Apocalipsis 20:10.
Así es, el alma del buen ladrón todavía está en al Paraíso, pero su espíritu puede que Dios lo tenga en el cielo (ver Eclesiastés 12:7). El buen ladrón tiene que resucitar primero, antes de ser conducido íntegro por Jesús mismo al Cielo. Por eso, 1 Tesalonicenses 4:16-17 dice: ««Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor»» Después que estemos a la altura de las nubes juntos con Cristo para siempre, Él nos guiará al Cielo. Por eso, Jesús dice: ««Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí»» (en Juan 14:6). Cristo es el único que nos puede presentar delante del Padre Dios. Porque Cristo es el Camino; Él es el Único guía.
Buenos días, el Paraíso no está debajo de la tierra; el Paraíso está en el Tercer Cielo. Pero estar en el Paraíso, no es estar en el Cielo de Dios. El ladrón no fue conducido al Seno de Abraham, sino al Paraíso. Cristo, durante los 3 días que estuvo sin resucitar, también visitó al Paraíso, pero antes de subir al cielo. Por eso, Cristo, después de resucitar, dijo a María Magdalena: ««No me toques, porque aun no he subido a mi Padre»» (en San Juan 20:17). Jesús subió al Cielo unos 40 días después de esta escena con María Magdalena ( ver Hechos 1:9-11).
@@adriansarangocondo8157 Antes que todo, debemos entender que los asuntos de Dios no son como la iglesia a la que usted pertenece quiere que sean o como su iglesia ha enseñado como ella quiere que sean. Los asuntos de Dios son como Dios los describe en la Biblia de Dios. Una persona viva está compuesta de un cuerpo, un alma y un espíritu. En Eclesiastés 12:7, la Biblia nos dice: ««Tu cuerpo vino de la tierra, y cuando [tú] mueras, regresará a la tierra. Pero tu espíritu vino de Dios y cuando mueras, regresará a Dios»» (Biblia: Palabra de Dios para Todos - PDT). ¿Qué nos revela la Biblia aquí? Que, al morir los hijos de Dios salvos por Jesucristo, sus cuerpos físicos vuelven al polvo de la tierra; el espíritu de cada uno de ellos vuelve donde Dios y el alma de cada uno de ellos, ángeles Dios la lleva a reposar al Paraíso. ¿Por qué al Paraíso? En San Lucas 23:43 en la Biblia, Jesús dijo a un ladrón crucificado junto a Él: ««En verdad te digo: hoy [tú] estarás conmigo en el Paraíso»» Por más vueltas e interpretaciones que demos a este versículo, Jesús le prometió diciendo: ««ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO»» El espíritu de este hombre regresó a donde Dios, y su alma es la que está en el Paraíso; y estará allá hasta el momento cuando Cristo regrese a esta tierra. Esto mismo le sucede a todos los que alcanzan la salvación de Cristo y mueren antes de Cristo regresar a esta Tierra. Este destino espiritual del ladrón, la Biblia no dice que fue algo especial para él; de modo que esto sucede a todos los hijos de Dios salvos por Cristo. ¿Qué le sucede a una persona bien mala delante los ojos de Dios? Su espíritu también vuelve donde Dios como nos dice Eclesiastés 12:7 y su alma es transportada por demonios al infierno. En el alma es donde están las emociones y los sentimientos de una persona. Por otro lado, en San Juan 3:13 en la Biblia, Jesucristo dice: ««Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo»» Aquí «EL HIJO DEL HOMBRE» es el mismo Jesucristo. Cristo es el Único de los que vivieron en este mundo que ha subido al cielo; y también es el Único que hasta hoy ha sido resucitado espiritualmente por Dios, como leemos en Gálatas 1:1. Su resurrección es espiritual porque cuando Él fue resucitado por Dios, Él continuó y está continuando existiendo en el ambiente espiritual de Dios. En la actualidad Cristo está junto al Padre Dios reinando como ««REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES»» (ver Apocalipsis 19:16, en la Biblia). Así como ocurrió a Jesús, es necesario que los hijos de Dios (aprobados por Dios como hijos), a su tiempo, resuciten como Jesús resucitó por voluntad de Dios. Vemos arriba que, a excepción de Jesucristo, ninguna otra persona que vivió en carne y huesos en este mundo ha estado en el Cielo de Dios después que murió. Ni Abraham, ni Moisés, ni María la madre de Jesús, etc. se fue al Cielo de Dios. Los espíritus de ellos puede que Dios los tenga en el Cielo como nos dice Eclesiastés 12:7, pero las almas de ellos están en reposo en el Paraíso de Dios. Una persona está formada de cuerpo, alma y espíritu. El alma es la que se va, ya sea al Paraíso o al infierno. El cuerpo físico se deshace en esta tierra. Por tanto, a excepción de Jesucristo, una persona que vivió en carne y huesos en esta tierra y fue salva por Jesucristo, su cuerpo volvió al polvo; su alma está en el Paraíso y su espíritu regresó a donde Dios como nos dice Eclesiastés 12:7. La integridad de esa persona está repartida en tres lugares: 1) El cuerpo volvió al polvo de la tierra; 2) el alma fue trasladada al Paraíso; 3) y su espíritu volvió donde Dios. Por eso, cada hijo de Dios salvo por Jesucristo no puede comunicarse con nosotros. María, los verdaderos santos y santas no pueden escuchar oraciones porque la integridad como persona de cada uno de ellos está repartida en tres lugares. Después que Dios resucite a María, entonces debemos esperar que ella se manifestará como la mujer más sublime, más destacada, más sobresaliente y más grande entre las mujeres que vivieron en este mundo; y debemos esperar que se va a cumplir lo que San Lucas 1:42 en la Biblia dice de ella: «¡BENDITA TÚ ENTRE LAS MUJERES!» La grandeza de Cristo se manifestó después que Dios le resucitó; y lo mismo le va a suceder a María; que la grandeza de ella se manifestará después que Dios la resucite; y Dios en la Biblia dice que resucitará a sus hijos, incluyendo a María, al momento de Cristo regresar de nuevo. Pues así lo dicen 1 Corintios 15:52 y 1 Tesalonicenses 4:16-17 en la Biblia. Si usted escucha que por ahí murió un niño o niña de 4 años o menos, los ángeles de Dios conducen el alma de ese niño(a) al Paraíso donde estará descansando (en reposo) hasta que Cristo regrese; y el espíritu de ese niño(a) volvió donde Dios. No es descansando en el Paraíso de un cansancio físico, sino que Dios allá induce a descansar espiritualmente. De esto nos habla Apocalipsis 6:10-11 en la Biblia. Ese niño(a) no puede comunicarse con las personas con las cuales convivía mientras estaba vivo(a). Solo Jesucristo se puede comunicar con nosotros, porque San Mateo 28:1-6 nos dice que Dios le resucitó espiritualmente. LA BIBLIA EN NINGÚN LUGAR DICE QUE ALGUIEN MÁS YA HA SIDO RESUCITADO(A) POR DIOS. Los demonios de Satanás son los que maliciosamente contestan las oraciones dirigidas a María, a las vírgenes falsas y a los verdaderos santos y santas; y ellos las contestan para mantener engañados a los que se dejan engañar por ellos. Satanás y sus demonios hasta hacen milagros para engañar a las gentes. Así los que son engañados se convierten en propiedades de Satanás. Los que son engañados por los demonios, el día que mueran los mismos demonios conducirán sus almas al infierno; porque los ángeles de Dios no los buscarán por haber confiado en entidades espirituales falsas, por no haber obedecido cuando Dios nos ordenó que clamáramos a él (solamente) y por otros pecados que conducen al infierno. Cuando Cristo regrese, Dios le dará un cuerpo glorificado a cada uno de sus hijos salvos por Jesucristo; luego Dios unirá ese cuerpo glorificado con su alma y espíritu originales; causando así la resurrección espiritual. Por eso la Biblia, PRIMERO, en 1 Corintios 15:52 nos dice: ««En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados»» SEGUNDO, en 1 Tesalonicenses 4:16-17, la Biblia también nos dice: ««Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor»» Pero para resucitar para pertenecer al Reino de Dios, se necesitará que la persona haya sido salva por nuestro Señor Jesucristo. Por eso cada uno de nosotros debe buscar y aceptar a Jesús como su Salvador personal, ya que al cielo de Dios no nos vamos automáticamente. Consulte en una Biblia los versículos mencionados en este escrito y SALVE SU ALMA; porque el infierno no es en nada agradable. Que Dios nos siga bendiciendo. 💗😅
Tremenda exhortación de la palabra de Dios.
Muy clara donde se ve que no es revelado de ningún ser humano sino por gracia de Dios.
Hola Adrián. Lamento que ya halla diferencia de fe y creencia entre usted y yo. Pues, nada se puede hacer al respecto. Los asuntos de Dios es por fe. Solo deseo que al final de nuestro caminar, por el océano de de creación, llegue la ocasión cuando usted y yo nos demos un abrazo espiritual por haber llegado a la meta final. Que Dios bendiga a usted grandemente.
Gracias hermano y espero verle ala final trompeta cuando Cristo venga en gloria y disculpeme por la indiferencias doctrinales que tenemos ambos
Bendiciones..
@@adriansarangocondo8157 Muy bien dicho hermano. Los asuntos de Dios es por fe; usted sabe de Dios por lo que usted ha aprendido; y lo mismo me sucede a mí. Mientras tanto, Dios demanda OBEDIENCIA A ÉL de parte de nosotros, y a través de Jesucristo. Que así sea hermano; que un día nos veamos usted y yo, a la final trompeta, cuando Cristo venga en gloria. Amén. Mientras tanro, que Dios siga bendiciendo a usted ricamente. Lea y medite acerca de Apocalipsis 20:10, donde se describe el final de los desobedientes a Dios.. Roguemos para que ni usted ni yo sea uno de los que tendrán un final horrendo, como el que se describe en Apocalipsis 20:10.
¿Digame una cosa aun sigue el buen ladron en el paraíso y no en el cielo?
Así es, el alma del buen ladrón todavía está en al Paraíso, pero su espíritu puede que Dios lo tenga en el cielo (ver Eclesiastés 12:7). El buen ladrón tiene que resucitar primero, antes de ser conducido íntegro por Jesús mismo al Cielo. Por eso, 1 Tesalonicenses 4:16-17 dice: ««Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor»» Después que estemos a la altura de las nubes juntos con Cristo para siempre, Él nos guiará al Cielo. Por eso, Jesús dice: ««Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí»» (en Juan 14:6). Cristo es el único que nos puede presentar delante del Padre Dios. Porque Cristo es el Camino; Él es el Único guía.
@@polito0524 hasta donde yo se el aliente de vida ruaj neshaman simplemente es el aliento de vida eso vuelve a dios
¿Osea que el ladron no fue al cielo sino al paraiso que esta debajo de la tierra muy conocido como seno de Abraham?
Buenos días, el Paraíso no está debajo de la tierra; el Paraíso está en el Tercer Cielo. Pero estar en el Paraíso, no es estar en el Cielo de Dios. El ladrón no fue conducido al Seno de Abraham, sino al Paraíso. Cristo, durante los 3 días que estuvo sin resucitar, también visitó al Paraíso, pero antes de subir al cielo. Por eso, Cristo, después de resucitar, dijo a María Magdalena: ««No me toques, porque aun no he subido a mi Padre»» (en San Juan 20:17). Jesús subió al Cielo unos 40 días después de esta escena con María Magdalena ( ver Hechos 1:9-11).
@@polito0524 osea el ladron no esta con dios?
que??? donde dice eso que jesus en su muerte inmediatamente viajo al padre?
@@adriansarangocondo8157 Antes que todo, debemos entender que los asuntos de Dios no son como la iglesia a la que usted pertenece quiere que sean o como su iglesia ha enseñado como ella quiere que sean. Los asuntos de Dios son como Dios los describe en la Biblia de Dios. Una persona viva está compuesta de un cuerpo, un alma y un espíritu.
En Eclesiastés 12:7, la Biblia nos dice: ««Tu cuerpo vino de la tierra, y cuando [tú] mueras, regresará a la tierra. Pero tu espíritu vino de Dios y cuando mueras, regresará a Dios»» (Biblia: Palabra de Dios para Todos - PDT). ¿Qué nos revela la Biblia aquí? Que, al morir los hijos de Dios salvos por Jesucristo, sus cuerpos físicos vuelven al polvo de la tierra; el espíritu de cada uno de ellos vuelve donde Dios y el alma de cada uno de ellos, ángeles Dios la lleva a reposar al Paraíso. ¿Por qué al Paraíso?
En San Lucas 23:43 en la Biblia, Jesús dijo a un ladrón crucificado junto a Él: ««En verdad te digo: hoy [tú] estarás conmigo en el Paraíso»» Por más vueltas e interpretaciones que demos a este versículo, Jesús le prometió diciendo: ««ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO»» El espíritu de este hombre regresó a donde Dios, y su alma es la que está en el Paraíso; y estará allá hasta el momento cuando Cristo regrese a esta tierra. Esto mismo le sucede a todos los que alcanzan la salvación de Cristo y mueren antes de Cristo regresar a esta Tierra. Este destino espiritual del ladrón, la Biblia no dice que fue algo especial para él; de modo que esto sucede a todos los hijos de Dios salvos por Cristo.
¿Qué le sucede a una persona bien mala delante los ojos de Dios? Su espíritu también vuelve donde Dios como nos dice Eclesiastés 12:7 y su alma es transportada por demonios al infierno. En el alma es donde están las emociones y los sentimientos de una persona.
Por otro lado, en San Juan 3:13 en la Biblia, Jesucristo dice: ««Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo»» Aquí «EL HIJO DEL HOMBRE» es el mismo Jesucristo.
Cristo es el Único de los que vivieron en este mundo que ha subido al cielo; y también es el Único que hasta hoy ha sido resucitado espiritualmente por Dios, como leemos en Gálatas 1:1. Su resurrección es espiritual porque cuando Él fue resucitado por Dios, Él continuó y está continuando existiendo en el ambiente espiritual de Dios. En la actualidad Cristo está junto al Padre Dios reinando como ««REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES»» (ver Apocalipsis 19:16, en la Biblia). Así como ocurrió a Jesús, es necesario que los hijos de Dios (aprobados por Dios como hijos), a su tiempo, resuciten como Jesús resucitó por voluntad de Dios.
Vemos arriba que, a excepción de Jesucristo, ninguna otra persona que vivió en carne y huesos en este mundo ha estado en el Cielo de Dios después que murió. Ni Abraham, ni Moisés, ni María la madre de Jesús, etc. se fue al Cielo de Dios. Los espíritus de ellos puede que Dios los tenga en el Cielo como nos dice Eclesiastés 12:7, pero las almas de ellos están en reposo en el Paraíso de Dios. Una persona está formada de cuerpo, alma y espíritu. El alma es la que se va, ya sea al Paraíso o al infierno. El cuerpo físico se deshace en esta tierra.
Por tanto, a excepción de Jesucristo, una persona que vivió en carne y huesos en esta tierra y fue salva por Jesucristo, su cuerpo volvió al polvo; su alma está en el Paraíso y su espíritu regresó a donde Dios como nos dice Eclesiastés 12:7. La integridad de esa persona está repartida en tres lugares: 1) El cuerpo volvió al polvo de la tierra; 2) el alma fue trasladada al Paraíso; 3) y su espíritu volvió donde Dios. Por eso, cada hijo de Dios salvo por Jesucristo no puede comunicarse con nosotros. María, los verdaderos santos y santas no pueden escuchar oraciones porque la integridad como persona de cada uno de ellos está repartida en tres lugares.
Después que Dios resucite a María, entonces debemos esperar que ella se manifestará como la mujer más sublime, más destacada, más sobresaliente y más grande entre las mujeres que vivieron en este mundo; y debemos esperar que se va a cumplir lo que San Lucas 1:42 en la Biblia dice de ella: «¡BENDITA TÚ ENTRE LAS MUJERES!» La grandeza de Cristo se manifestó después que Dios le resucitó; y lo mismo le va a suceder a María; que la grandeza de ella se manifestará después que Dios la resucite; y Dios en la Biblia dice que resucitará a sus hijos, incluyendo a María, al momento de Cristo regresar de nuevo. Pues así lo dicen 1 Corintios 15:52 y 1 Tesalonicenses 4:16-17 en la Biblia.
Si usted escucha que por ahí murió un niño o niña de 4 años o menos, los ángeles de Dios conducen el alma de ese niño(a) al Paraíso donde estará descansando (en reposo) hasta que Cristo regrese; y el espíritu de ese niño(a) volvió donde Dios. No es descansando en el Paraíso de un cansancio físico, sino que Dios allá induce a descansar espiritualmente. De esto nos habla Apocalipsis 6:10-11 en la Biblia. Ese niño(a) no puede comunicarse con las personas con las cuales convivía mientras estaba vivo(a). Solo Jesucristo se puede comunicar con nosotros, porque San Mateo 28:1-6 nos dice que Dios le resucitó espiritualmente. LA BIBLIA EN NINGÚN LUGAR DICE QUE ALGUIEN MÁS YA HA SIDO RESUCITADO(A) POR DIOS.
Los demonios de Satanás son los que maliciosamente contestan las oraciones dirigidas a María, a las vírgenes falsas y a los verdaderos santos y santas; y ellos las contestan para mantener engañados a los que se dejan engañar por ellos. Satanás y sus demonios hasta hacen milagros para engañar a las gentes. Así los que son engañados se convierten en propiedades de Satanás. Los que son engañados por los demonios, el día que mueran los mismos demonios conducirán sus almas al infierno; porque los ángeles de Dios no los buscarán por haber confiado en entidades espirituales falsas, por no haber obedecido cuando Dios nos ordenó que clamáramos a él (solamente) y por otros pecados que conducen al infierno.
Cuando Cristo regrese, Dios le dará un cuerpo glorificado a cada uno de sus hijos salvos por Jesucristo; luego Dios unirá ese cuerpo glorificado con su alma y espíritu originales; causando así la resurrección espiritual. Por eso la Biblia, PRIMERO, en 1 Corintios 15:52 nos dice: ««En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados»»
SEGUNDO, en 1 Tesalonicenses 4:16-17, la Biblia también nos dice: ««Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor»» Pero para resucitar para pertenecer al Reino de Dios, se necesitará que la persona haya sido salva por nuestro Señor Jesucristo. Por eso cada uno de nosotros debe buscar y aceptar a Jesús como su Salvador personal, ya que al cielo de Dios no nos vamos automáticamente. Consulte en una Biblia los versículos mencionados en este escrito y SALVE SU ALMA; porque el infierno no es en nada agradable. Que Dios nos siga bendiciendo. 💗😅
@@adriansarangocondo8157 Jesús no fue inmediatamente al Padre. Jesús fue al Padre unos 40 días después que resucitó (ver Hechos 1:9-11).