A un Ruiseñor - Alfonso de Elías

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  • เผยแพร่เมื่อ 6 ก.พ. 2025
  • A un ruiseñor
    Composición musical: Alfonso de Elías, compositor neoromántico
    Poesía: José de Espronceda
    Publicado en la revista El Pensamiento
    el 30 de junio de 1841.
    Forma fija: Soneto
    Función dominante: Alegoría
    A medida que el poema avanza, pasa de un pasado algo genérico y feliz a algo más específico, y el poema comienza a desarrollar los detalles de la juventud pasada como un paraíso perdido casi edénico.
    El paisaje edénico es parte de una reescritura distintivamente romántica y post-rousseaana de la infancia y la juventud. El surgimiento histórico de este paradigma durante los siglos XVIII y XIX es complejo, pero las evocaciones románticas de una niñez inocente y feliz resuenan contra el telón de fondo de una "edad adulta" distintivamente moderna. Dentro de un marco ampliamente rousseauniano, la naturaleza se convierte aquí en una figura de un estado de naturaleza aún ajeno a la dureza de la civilización moderna. El paso de la felicidad juvenil al sufrimiento adulto es claramente individual, pero basta recordar que, en los mismos años de la madurez literaria de Espronceda, Auguste Compte ya publicaba su Curso de Filosofía Positiva (1830-1842), donde proponía que lo colectivo, lo humano, el desarrollo debe entenderse de manera similar, como una progresión de edades (la teológica, la metafísica y la positiva)
    Asimismo, lo que puede leerse como vitalidad adolescente a nivel del individuo encuentra un correlato en la imagen tácita de una nación cuyo momento "juvenil" de la gloria está en el pasado. La imagen del pasado triunfo naval adquiere un tipo particular de patetismo en el contexto histórico de las espectaculares derrotas navales que se habían convertido en signos de la decadencia imperial española: la armada invencible de 1588, sin duda, pero también de manera más cercana, y dentro de la vida. recuerdo de muchos lectores a mediados de siglo- la derrota de 1805 en la Batalla de Trafalgar. El poema de Espronceda no trata expresamente de estos hechos, pero esta historia, no obstante, se cierne sobre la imaginería de esta estrofa, apuntando a una especie de nostalgia imperial que a menudo acompaña a la melancolía romántica en España. Solo unos años antes del poema de Esproneda, Mariano José de Larra había equiparado el poder literario y el poder imperial para expresar su propio sentimiento de desesperación por la disminución imperial de España.
    En la tradición literaria occidental son reconocibles ciertas imágenes poéticas asociadas a seres naturales. Codificamos de forma elemental, por vía de esa tradición, la corneja como símbolo de la buena o mala suerte; el cuervo, asimilado a lo ominoso; la lechuza, y su pariente el búho, portadores de la sabiduría; el ruiseñor y el jilguero, emblemas del canto y de la poesía.
    Una tradición que proviene de las Geórgicas de Virgilio, de los poetas elegíacos latinos, de Petrarca y los petrarquistas italianos y españoles, identifica el ruiseñor con el canto y la poesía (por antonomasia, con la armonía, y por asociación, con la belleza, el amor, o con el ansía de estos bienes y, coherentemente, con los sentimientos de frustración o goce que los acompañan). En cambio, el mito ovidiano de Progne y Filomela (Metamorfosis, Libro VI) apunta un perfil más primitivo y otra inquietud antropológica. La armonía, quizá, ya está rota desde siempre y su remedo (sonoro, poético) no es sino un gesto trágico.
    Habríamos de emprender, para este propósito, una lectura de Metamorfosis atendiendo a las ornitogonías ovidianas, para destacar en especial el mito de Filomela-ruiseñor, como cifra de la escritura poética, y el mito del Fénix, que entendemos como su continuación natural. Y aventurarnos en una cierta zona de literatura comparada, que recogerá las transformaciones de los mitos ovidianos operadas por Quevedo, en tres momentos: uno, aun en diálogo petrarquesco, cifrado en la décima al ruiseñor.
    El rasgo de la expresión ya hemos sugerido que es el eje en que se mueven los cambios de humanos a formas animales, y en particular a aves. Las aves se asocian a indicios, símbolos, expresión de mundos no humanos con poderes ocultos y luminosos. Destaca en Metamorfosis el paralelismo entre el proceso de apropiación apolínea de la poesía y del canto de las aves. Sin embargo, el ruiseñor, símbolo solar y apolíneo, expresa también el lado oscuro, báquico y el fuego primigenio, cuyo símbolo es el fénix.
    Bibliografía
    García, Salvador, "El Pensamiento", de 1841, y los amigos de Espronceda, Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2019, Edición digital a partir de Boletín de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, año 44, núms. 1, 2, 3 y 4 (enero-diciembre 1968), pp. 329-353
    Ernst Robert Curtius, Literatura europea y Edad Media latina, I, trad. de Margit Frenk y Antonio Alatorre; México: FCE, 1955.

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