Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Fuerzas Venezuela! Son un ejemplo para toda Latam, para que nunca más se repita en otra región de nuestro bello continente algo así! Afuera las dictaduras de nuestra región!
Sinceramente desde Costa Rica 🇨🇷 les digo que esa mujer tiene toda la razón. El resto del mundo 🌎 estamos impactados ante lo que ustedes han logrado sin recursos. Venezuela ustedes son verdaderos héroes. Dios les bendiga y sigan con valor y firmeza con la ayuda de Dioa . Tenga fe 🙏🏿
Hermanos Venezolanos únanse en oración y hagan lo que hicieron los habitantes de Ninive. Pongan toda su fe y confianza en Dios padre y su hijo Jesús!!🙏🙏🙏
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Que energía que transmite María corina Machado hasta aquí en Los Ángeles California siento esa inmensa buena vibra a través de las pantallas de televisión
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Tiene más corazones y bien puesto Corina Machado que los de la OEA. No pudieron escuchar el llanto del pueblo venezolano. Claro si ellos están bien no les importa el sufrimiento de los hermanos venezolanos y los derechos humanos defienden a los delicuentes y corruptos menos los derechos de las víctimas.
Dios hará justicia en su tiempo perfecto. Ya basta de tanta dictadura tengo 75 años y primer vez que ando fuera de mi PAÍS por razones obvias. Ruego a DIOS me permita regresar a mi Patria Amada. No es fácil esto lo digo desde lo mas profundo de mí CORAZÓN 😢😢😢
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Que el TODOPODEROSO , proteja a todos los amados HERMANOS VENEZOLANOS , y a esta mujer tan valiente y amorosa con su pueblo . LA VERDAD siempre prevalece .
Por favor hermanos Venezolanos 😢cuiden a MCM una mujer de admirar… hermanos singan en la lucha por la libertad - que el Divino Niño los proteja y bendiga
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
En España tenemos la misma basura gobernandonos es más son los guardianes del dictador y compañeros de negocios corruptos.El socialismo es un cáncer mundial y que debe ser el mundo entero que acabe con esta mafia
Animo hermanos venezolanos, desde Guatemala los bendigo en el nombre se Jesús. Hagan valer su derecho constitucional pero vayan con una dirección y les recomiendo que escuchen al padre Luis Toro 📢
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
A EL PUEBLO LO ELIGIO DIOS RINDETE MADURO NO JUEGUES CON LA VOLUNTAD DE DIOS CONTRA DIOS A DIOS NADIE LO PUEDE ENGANAR TODO LO SABE TODO LO VE NO TE ESCONDAS COBARDE PANAMA ESTA CON VENEZUELA YA ES TIEMPO DE LA INVACION INTERNACIONAL
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Desde Puerto Rico, les enviamos un inmenso abrazo lleno de amor, oramos por todos alla en Venezuela, deseamos lo mejor para este pueblo, la libertad de un pueblo que necesita un despertar a un pais lleno de paz para todos. Dios les bendiga.
Dios PADRE CREADOR TODOPODEROSO, los Bendigan...La Sangre de Cristo te cubra y libere de todo mal.❤❤❤ Maria Corina , Sr Presidente Edmundo González Urrutia LOS AMO... Gracias por darnos tanta Alegría y despertar la Fé ni solo de Venezuela...sino de muchos.
Por que los Presidentes Neutrales no vienen a ver Ellos mismo a ver lo que esta pasando a comprobar Señores Presidentes México, Brazil, Chile y Colombia … si tu que estas al lado ven y vean
Esos estan comprados con petroleo. Son unos sucios. Cuando los venezolanos logren su libertad total, espero que EDMUNDO LOS TENGA EN CUENTA Y CUANDO YA ESTE EN LA PRESIDENCIA NO AYUDE A NINGUNO DE ESOS 4 PAISES
Adelante Maria Corina. Desde Republica Dominicana estamos con ustedes.que entreguen el poder. Perdieron!! Ya esta bueno de abusar de ese maravilloso pais!
Tristeza de que México no declare a Edmundo Gonzales, presidente legítimo de Venezuela. Pero lo que importa es que la mayoría de los mexicanos sí lo reconocemos como tal y apoyamos al pueblo Venezolano, ÁNIMO HERMANOS
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Desde Honduras Dios bendiga la libertad de Venezuela que el señor Jesucristo le acompañe siempre que el señor Jesús les dé la fuerza infinita para luchar levántese Venezuela dios esta con todos ustedes
Ganamos, Edmundo González es nuestro Presidente y nuestra lider libertadora de Venezuela Dios los Bendiga, queremos presos a todos los del régimen ya🙏🏻
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Libertad para Venezuela con blusa y camisa Blanca en todos los países del mundo .. Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Chile, COLOMBIA BRAZIL ETC.. LOS BUENOS SOMOS MÁS ! 🙏🙏🙏🙏🙏🙏Con Dios QUE VENCERÁ EL mal .. Luchar con La Virgen Maria ! Que destruye el Mal y nos proteje !! Venezuela 🇻🇪
@teodosiacruz2494 Porque a Chile lo mencionas dos veces, te informo que la emigración venezolana más grande de Latinoamérica después de Colombia es Perú, y tú ni lo mencionas.
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor. Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social. El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina). Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina. La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado. El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad. Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador… Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales. Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”. En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California. 1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
MARIA CORINA PRECIOSA, tú, eres una mujer de Hierro y LIBERTADORA DE VENEZUELA. PUEBLO VENEZONANO, AHI TIENEN A SU LIDEREZA, APOYENLA, CUIDENLA, DE IGUAL MANERA A SU PRESIDENTE DOMINGO GONZALES.
Libertad para VENEZUELA. Grande y guerrera Maria Corina. Estoy contigo y con Edmundo como presidente. ARRIBA LOS VENEZOLANOS❤🥰💪
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Queremos libertad nuevas oportunidades para los venezolanos...🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Fuerza Venezuela 🇻🇪 no se rindan luchen duro
woow estoy viendo EL PUEBLO EN MAREA, QUE HERMOSOOO ,YA ELIGIERON SU PRESIDENTE, VAMOOOS VENEZUELA , HABLANDO SU LIDER👏🏻👏🏻👊🏻🇻🇪🕊LIBERTAD
Dios proteja y que la Virgen María los.cubra con su Santo manto a todos los que han salido "pasificamente"
LIBERTAD PARA VENEZUELA ÁNIMO HERMANOS VENEZOLANOS ❤❤❤❤❤ DESDE ESPAÑA
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
¡Venezuela LIBRE!!! 💛💙❤
María Corina nuestra Manuela Beltrán para latinoamérica eres nuestra verdadera heroína saludos desde Colombia
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Dios los bendiga a todos.Venezuela libre.
EL empuje de Edmundo gonzales y Maria Corina es demaciado GRANDE VIVA
VEBEZUELA LIBRE,Quiero viajar a Venezuela,,,
Libertad para Venezuela 🇻🇪 desde cuba luchen maría y Edmundo por una 🇻🇪 libre 🗽
❤❤❤❤🎉🎉🎉🎉🎉cuanto los admiro por tanta valentía fuera la dictadura 🗽 para venezuela y cuba .🇳🇮 viva la 🗽 para todos
Desde Panamá 🇵🇦deseo para los hermanos venezolanos 🇻🇪Venezuela libre 🙏
Diosito protege a todos venezuela los necesita. Dios te cuide y bendiga siempre MCM
Mi saludos y bendiciones para el pueblo venezolano.. libre 🇻🇪🇻🇪🗽🇺🇸
Esperemos en Dios que venzuela este bien y EU, No saque el país de su petróleo y su oro
@@columbaramirez1176Pretextos de los comunistas , hace rato EUA 🇺🇸 compra petróleo a Venezuela 🇻🇪 😅
Vamooooooos Venezuela libre!!!! Orando desde México
Dios bendiga siempre mi querido pais Venezuela que pronto será libre con la bendición de mi Diosito ❤😊
Dios bendiga a Maria Corina Machado y a Venezuela 🙏🏼🙏🏼🙏🏼🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Tienen que pedír es que cesen los bloqueos
Fuerzas Venezuela! Son un ejemplo para toda Latam, para que nunca más se repita en otra región de nuestro bello continente algo así!
Afuera las dictaduras de nuestra región!
Sinceramente desde Costa Rica 🇨🇷 les digo que esa mujer tiene toda la razón. El resto del mundo 🌎 estamos impactados ante lo que ustedes han logrado sin recursos. Venezuela ustedes son verdaderos héroes. Dios les bendiga y sigan con valor y firmeza con la ayuda de Dioa . Tenga fe 🙏🏿
Hermanos Venezolanos únanse en oración y hagan lo que hicieron los habitantes de Ninive. Pongan toda su fe y confianza en Dios padre y su hijo Jesús!!🙏🙏🙏
Estamos en eso 🇻🇪🙏🏻
Esta es la mejor forma para eliminar a las dictaduras mis más felicitaciones para el pueblo de Venezuela.
VIVA EL PUEBLO DE VENEZUELA..LIBERTAD
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
El expresidente de Chile Piñera, no murió en un accidente, fue asesinado en un sabotaje. Cortesía de los amigos de maduro.😊
Que energía que transmite María corina Machado hasta aquí en Los Ángeles California siento esa inmensa buena vibra a través de las pantallas de televisión
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Venezuela Libre 🇻🇪🇻🇪🇻🇪❤❤🙏🙏🙏
Vamos marchen todos juntos, Dios va delante con fe que el dará su libertad.
Dios bendiga a María Corina y Edmundo González y al bravo pueblo de Venezuela que luchan contra un régimen por su libertad
Tiene más corazones y bien puesto Corina Machado que los de la OEA. No pudieron escuchar el llanto del pueblo venezolano. Claro si ellos están bien no les importa el sufrimiento de los hermanos venezolanos y los derechos humanos defienden a los delicuentes y corruptos menos los derechos de las víctimas.
Dios hará justicia en su tiempo perfecto. Ya basta de tanta dictadura tengo 75 años y primer vez que ando fuera de mi PAÍS por razones obvias. Ruego a DIOS me permita regresar a mi Patria Amada. No es fácil esto lo digo desde lo mas profundo de mí CORAZÓN 😢😢😢
Dios puso a chaves y a maduro....😅
Que cara dura eres.
Venezuela ,Panamá , te quiere libre carajo 🇵🇦🇻🇪❤
Arriba Venezuela. VIVA la Libertad. Edmundo presidente, Ma Corina vicepresidente. Con Simón por Latinoamérica. Desde🇨🇺, Valor Venezuela!!!
Felicidades al pueblo de Venezuela, por esa valentía y que logren derrocar a ese régimen que tanto a hecho sufrir al pueblo.
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Libertad para Venezuela. Dios bendiga América
😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂
@@marymoreno428eres una miseria humana nunca debes reírse del dolor ajeno
@@marymoreno428Mari ríete , búrlate del dolor y la sangre del pueblo derramada , ningún culpable pasará por inocente antes los ojos de Dios 🔥🔥
jajajajajajajaja😂😂😂
LA VERDAD TIENE QUE TRIUNFAR ❤ VIVA EL PRESIDENTE ELECTO EDMUNDO Y MARIA C MACHADO🙌🫶🗽🫶💔🇻🇪🫶🇻🇪🫶
FELICIDADES A MARÍA CORINA Y A LOS VENEZOLANOS QUE LA APOYAN.
Mujer hermosa y valiente, apóyenla y cuídenla mucho hermanos venezolanos. Dios bendiga al pueblo de Venezuela. Un abrazo fraterno desde México.
Libertad para Venezuela ❤❤
Venezuela es mujer!!!! Y pario una LIBERTADORA!!!! Dios te bendiga mujer!!!! 🙏🏻 contigo hasta el final!!!! ❤🙏🏻🇻🇪🇻🇪🇻🇪🙌🏻
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
No toquen a corina💌💌💌💌💟💟💟💟💟💟💟
Que el TODOPODEROSO , proteja a todos los amados HERMANOS VENEZOLANOS , y a esta mujer tan valiente y amorosa con su pueblo . LA VERDAD siempre prevalece .
🇵🇪
Viva VENEZUELA viva CORINA VIVA la DEMOCRACIA.
Desde Paraguay 🇵🇾 deseando una Venezuela 🇻🇪 Libre !!!
😢desde México estamos con ustedes venezolanos, el pueblo unido jamas será vencido
Dile a tu presidente que no sea tan cretino. Es aliado de Maduro y así llevará a tu pueblo.
Por favor hermanos Venezolanos 😢cuiden a MCM una mujer de admirar… hermanos singan en la lucha por la libertad - que el Divino Niño los proteja y bendiga
Amen Amen🙏Que asi sea👍💪
Cuídenla mucho venezolanos desde Estados Unidos estamos viendo sra residente
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
La Sayona vende patrias a la cárcel
Una mujer con intereses.
Le quiere vender todo a Estados Unidos.
Arriba Venezuela. Dios bendiga a cada venezolano valiente, que quiere libertad, y está en la defensa de su voto.🇲🇽
VALIENTES venezolanos los españoles de bien estamos a su lado!!!
En España tenemos la misma basura gobernandonos es más son los guardianes del dictador y compañeros de negocios corruptos.El socialismo es un cáncer mundial y que debe ser el mundo entero que acabe con esta mafia
También queremos a Sánchez fuera, abajo el comunismo.
Manden la flota real
@@Treserito3 Gracias a ti y a España por apoyarnos
@@puramartin1493 Gracias a España y su habitantes de bien
Animo hermanos venezolanos, desde Guatemala los bendigo en el nombre se Jesús. Hagan valer su derecho constitucional pero vayan con una dirección y les recomiendo que escuchen al padre Luis Toro 📢
No soy venezolano Quiero la libertad de Venezuela
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Arriba VENEZUELA en el nombre de Dios 🙏 🙌 💪
Cuiden y vigilen los edificios, no te arriesgues mucho Corina 🙏✨
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Que alegría más grande, vivan los Venezolanos ha luchar con Edmundo y Maria Corina por la LIBERTAD
❤❤❤Dios" les ayude fuera Maduro México con ustedes
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Mi apoyo total a Venezuela 🇻🇪 abajo Maduro, la justicia tiene que llegar
Vamos Corina machado SOS un ejemplo de MUJER SOS un luz de esperanza para Venezuela
La verdad es que es uy valiente esa mujer
Cerco de protección sobre Ella, Edmundo y los Venezolanos.
jajajalalalalaja😂😂😂😂y el mudo Gonzalez... perdon Edmudo!!!
gracias por retransmitir el evento. Venezuela libre! ❤️🤗
QUE DEUS TENHA MISERICÓRDIA DESTE POVO!!! 🙏🏼🙏🏼🙏🏼
Seguimos con ustedes , apoyándolos desde Chile. Oramos a diario y a cada instante por vuestra LIBERTAD!!!!
Chile grande Venezuela ejemplo
Venezuela Libre tienen una Patria Nueva ❤❤❤
A EL PUEBLO LO ELIGIO DIOS RINDETE MADURO NO JUEGUES CON LA VOLUNTAD DE DIOS CONTRA DIOS A DIOS NADIE LO PUEDE ENGANAR TODO LO SABE TODO LO VE NO TE ESCONDAS COBARDE PANAMA ESTA CON VENEZUELA YA ES TIEMPO DE LA INVACION INTERNACIONAL
Guarda bajo Tu sombra Señor Dios Todopoderoso a Venezuela y a su pueblo, te suplicamos por Tu misericordia.
No ha servido mucho dios a venezuela
Amén
🇻🇪🇹🇼🇲🇾🇬🇷🇩🇪🇨🇱🇧🇷🇦🇲 todos los Países te apoyamos EDMUNDO
🇵🇪
Perú
República Dominicana.
CUBA, siempre estará con Venezuela libre y democrática.
Brasil quer Venezuela livre
A las calles! A tomar Miraflores! Viva Venezuela Libre y Democrático!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Libre el país de Venezuela.... Dios está con uds ... desde Ecuador muchas bendiciones.
Hay que ganar ésta lucha, fuerza venezolanos!!! ... Estamos con ustedes, desde Costa Rica. 🇨🇷🇨🇷🇨🇷🇨🇷🇨🇷
Están como en cuba que no hay nada , fuerza venezolanos patria y vida
No nos compare con cuba
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
@@magdaraghassi2224No los compara, ambos sufren la tiranía del régimen. Sean empáticos si ambos sufren lo mismo.
Livertad para Los pueblos Venezuela's lucha arriva
No se rinda Venezuela 🇻🇪 Presidente Edmundo da Venezuela 🇻🇪 desde Brasil 🇧🇷
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
En Valencia Edo. Carabobo también está lleno y otras ciudades del pais❤
Vamos Venezuela, desde California. El mundo esta con ustedes, es hoy o nunca. Fuerza hermanos Venezolanos
Dios Bendiga a Venezuela
Desde Puerto Rico, les enviamos un inmenso abrazo lleno de amor, oramos por todos alla en Venezuela, deseamos lo mejor para este pueblo, la libertad de un pueblo que necesita un despertar a un pais lleno de paz para todos. Dios les bendiga.
Dios PADRE CREADOR TODOPODEROSO, los Bendigan...La Sangre de Cristo te cubra y libere de todo mal.❤❤❤
Maria Corina , Sr Presidente Edmundo González Urrutia LOS AMO... Gracias por darnos tanta Alegría y despertar la Fé ni solo de Venezuela...sino de muchos.
Dios los bendiga Venezuela 🙏
Por que los Presidentes Neutrales no vienen a ver Ellos mismo a ver lo que esta pasando a comprobar Señores Presidentes México, Brazil, Chile y Colombia … si tu que estas al lado ven y vean
Esos estan comprados con petroleo.
Son unos sucios.
Cuando los venezolanos logren su libertad total, espero que EDMUNDO LOS TENGA EN CUENTA Y CUANDO YA ESTE EN LA PRESIDENCIA NO AYUDE A NINGUNO DE ESOS 4 PAISES
Chile no está neutro está en desacuerdo
Do Brasil, meu abraço aos irmãos Venezuela pela liberdade❤
!LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD¡ ES LO UNICO QUE NOS HACE GRANDES EN MENTE Y CORAZON, HAY QUE LUCHAR POR LOS GRANDES IDEALES Y SER SIEMPRE LIBRES
Viva Venezuela libre carajo desde Caracas
Adelante Maria Corina. Desde Republica Dominicana estamos con ustedes.que entreguen el poder. Perdieron!! Ya esta bueno de abusar de ese maravilloso pais!
Tristeza de que México no declare a Edmundo Gonzales, presidente legítimo de Venezuela. Pero lo que importa es que la mayoría de los mexicanos sí lo reconocemos como tal y apoyamos al pueblo Venezolano, ÁNIMO HERMANOS
Soco de donde saca que la mayoría de los méxicas apoyamos ala oposición!!! ya nos contó!!! pequeña blasfema
vamos Venezuela por la libertad te mereces algo mejor que ese dictador de maduro
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Desde Honduras Dios bendiga la libertad de Venezuela que el señor Jesucristo le acompañe siempre que el señor Jesús les dé la fuerza infinita para luchar levántese Venezuela dios esta con todos ustedes
Pueblo unido jamas sera bencido
Estás imágenes valen más que mil palabras o comentarios.
Viva Venezuela y su líder María Corina y el Presidente Edmundo García.
Dios los Bendiga.
Pedir Libertad el no va a enseñar las actas el sabe que perdió esa es la pueba
Fuera el DICTADOR
Con todo respeto pero esta mujer vale oro cuidenla porque tiene ma huevos que una yguana
🆘🆘🆘 Medios Internacionales 🆘🆘🆘 CPI, OEA, ONU, UE, CIDH 🆘🆘🆘 COMANDO SUR 🆘🆘🆘 En 🇻🇪 Hay Un MegaFraude 🇻🇪🆘🇻🇪🆘
No sé hagan los ciegos vean al pueblo q quiere un cambio
Ganamos, Edmundo González es nuestro Presidente y nuestra lider libertadora de Venezuela Dios los Bendiga, queremos presos a todos los del régimen ya🙏🏻
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Hermanos venezolanos civiles y militares, familias completas, jóvenes, guerreros con armas o sin ellas todos a sacar de Miraflores a Maduro.
Desde aquí de ECUADOR CON EDMUNDO
SEÑOR PRESIDENTE DE ARENTINA MILIE US ES EL NUEVO LIBARASMO DEL SIGLO 21 Y LE FELICITO POR SUS AMPLIOS CONOCIMIENTOS DE ECONOMIA....
@@faustolazcano4448 👍🙏❤️🇦🇷🗽
Se merecen la Libertad. Un Pueblo Valiente. Venezuela es Libre de Alma. 👁️👁️👁️🇨🇺🇨🇺🇨🇺
Entregistas no cofundane eso no es valentia El valiente son los chavistas.viba maduro larga vlda desde mexico te apoyamos.
@@carlosmonzon3023 🐏🐑🐏🐑🐏🐑🐏🐑🐏🐑💩💩💩
Apoyo total venezolanos luchen por su país y saquen a ese nefasto de Maduro.
Libertad para mis hermanos venezolano desde Colombia
El problema es que los venezolanos están en otros países y no hacen fuerza para apoyar a los que está en Venezuela. De lejos no se puede pelear
No se rinda Venezuela 🇻🇪 Presidente Edmundo da Venezuela 🇻🇪 desde Brasil 🇧🇷
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Libertad para Venezuela con blusa y camisa Blanca en todos los países del mundo .. Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Chile, COLOMBIA BRAZIL ETC.. LOS BUENOS SOMOS MÁS ! 🙏🙏🙏🙏🙏🙏Con Dios QUE VENCERÁ EL mal .. Luchar con La Virgen Maria ! Que destruye el Mal y nos proteje !! Venezuela 🇻🇪
@teodosiacruz2494 Porque a Chile lo mencionas dos veces, te informo que la emigración venezolana más grande de Latinoamérica después de Colombia es Perú, y tú ni lo mencionas.
venezuela no está polarizada hoy más que nunca está unida..
Pedir. Libertad
A bríndale nuestro apoyo al pueblo de Venezuela, que está preso de una dictadura asociada con Cuba que es horror lo que pasa.
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Callapendejaaaaa😂😂😂
Allí van nuestros soldados verdaderos libertarios.....a favor del presidente electo el sr Edmundo 🗽🗽🗽🗽🇻🇪🇻🇪🇻🇪
Cuando en 1999 el Gobierno de los Estados Unidos desclasificó casi seis mil documentos del genocidio, producido por las dictaduras de la región, se demostró lo que todos sabíamos: que la garra del cóndor, de los gendarmes del mundo estaba detrás de la agresión a millares de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes por el sólo hecho de buscar un mundo mejor.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
El Gobierno norteamericano, encabezado por Richard Nixon, con su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en plena guerra fría, lanzó en Taiwán en 1969 una cruzada internacional: la Liga Anticomunista Mundial (W.A.C.L. su sigla en inglés). Una verdadera internacional del terror para imponer el capitalismo como forma de enfrentamiento al comunismo y a esa política tercermundista que asomaba de la mano de los “no alineados”: Gamal Abdel Nasser (Egipto), Sri Pandit Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Josip Broz Tito (Yugoslavia) y Juan Domingo Perón (Argentina).
Los servicios secretos de Corea, Taiwán, Sudáfrica, la contrainteligencia francesa de Argelia, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en su sigla en Inglés), harían el trabajo “de campo”, esto es, la localización y exterminio de los objetivos. Contarían con el apoyo y financiamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la ultraderecha europea, de la logia Propaganda 2, de la Iglesia de la Unificación del Reverendo Moon. Pronto se sumarían las Iglesias Evangélicas y el Vaticano durante el papado de Juan Pablo II.
Es que la inminente derrota en Vietnam, Laos y Camboya y la aparición en Cuba de un líder que se proponía exportar la revolución en el patio trasero del imperio, ameritaba medidas drásticas aunque fueran al precio de un baño de sangre; total, las víctimas serían de esa raza semi-aborigen, mestiza, como es la América Latina.
La Escuela de las Américas primero en el Canal de Panamá, y luego en Fort Benning (Georgia), entrenó a los monstruos enseñándoles técnicas de exterminio, de tortura y de violaciones, de desaparición de personas, apropiación de niños, de sofocación de economías y las mil formas que tiene el Terrorismo de Estado.
El 10 de junio de 1976 el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Alte. César Gussetti, en el marco de la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile, se entrevistó con el Secretario de la Seguridad Nacional de Gerald Ford, el todopoderoso Henry Kissinger, para pedirle su permiso y bendición para iniciar las acciones: “¿Cuánto tiempo necesitan?”. “Y…un año…”. “Métanle para adelante pero terminen cuanto antes para volver al estado normal”. Argentina ya tenía la aprobación del imperio para el trabajo sucio del golpe que había comenzado tres meses antes. También era la garantía de impunidad.
Lo mismo pasó con poca diferencia de años en Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador…
Nada nuevo, salvo la ferocidad y el terror llevado a límites inimaginables, porque el motivo siempre fue político y económico: terminar con gobiernos populares, imponer el liberalismo económico, desmantelar los Estados, arrasar con el estado de bienestar y someter a cada país a impagables endeudamientos con los organismos financieros imperiales.
Las largas garras del Cóndor se hacían presentes una vez más, porque ya en 1823 la Doctrina Monroe había definido a América Latina como “esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica”.
En 1846 México debió ceder al imperio más de la mitad de su territorio: Nuevo México, Texas y California.
1901: la guerra con España le concedió una Cuba independiente pero políticamente subordinada y el arriendo de por vida de Guantánamo. El vencido debió entregar Puerto Rico, Guam y Filipinas.1903: Colombia pierde Panamá para que el imperio tenga el Canal. El país sería invadido cuatro veces más en el siglo.1912: El turno fue de Nicaragua, ocupada por Marines en defensa de los intereses de la United Fruit Company. Continuaría hasta 1933.1915: En Haití la invasión y protectorado llegó hasta 1934.1916: República Dominicana estuvo durante ocho años bajo dominación de los Marines.1924: Honduras: nueva invasión bananera.1932: El Salvador tuvo la ocupación y fusilamiento de Farabundo Martí.1934: En Nicaragua hubo apoyo a Somoza y asesinato de Sandino.1945: Argentina: ¡Braden o Perón!1954: En Guatemala la United Fruit Company y los Marines derrocan al Presidente Jacobo Arbenz.1961: En Cuba ocurrió la invasión de la CIA y los “gusanos” en Playa Girón (Bahía de los Cochinos).1981: En Panamá murió Omar Torrijos, líder de la revolución de ese país, en un “accidente” aéreo.1982: Argentina recupera las Islas Malvinas, pero Gran Bretaña contó con el apoyo de los Estados Unidos y la OTAN...eun en nuestros días continúa. Con otro nombre y otra forma, pero continúa la utopía neoliberal estadounidense!
Pero si el abuelo no habla 😂😂😂
MARIA CORINA PRECIOSA, tú, eres una mujer de Hierro y LIBERTADORA DE VENEZUELA.
PUEBLO VENEZONANO, AHI TIENEN A SU LIDEREZA, APOYENLA, CUIDENLA, DE IGUAL MANERA A SU PRESIDENTE DOMINGO GONZALES.
Dios con Uds🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻❤️
Que ⚾️⚾️tas tiene esa mujer 💪💪💪💪💪🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴
Vamos Venezuela!
LIBERTAD PARÁ VENEZUELA pedimos desde MÉXICO