Monasterio de Santo Toribio de Liébana

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  • เผยแพร่เมื่อ 17 ก.ย. 2024
  • Liébana es una región de Cantabria limítrofe con Asturias, a los pies de los Picos de Europa. Cuando los musulmanes invadieron la Península en el año 711, los cristianos se replegaron hacia estas montañas cántabras.
    Tras la batalla de Covadonga (722), el inicio de la Reconquista y la constitución del reino asturiano, Don Pelayo repobló el territorio de Liébana con cristianos. Entre ellos vinieron monjes que fundaron monasterios; en Liébana llegó a haber más de una veintena de monasterios en los siglos VIII, IX y X. La comarca fue, en esos siglos, uno de los lugares más importantes de la Península.
    Se cree que fue a mediados del siglo VIII, una vez consolidada la Reconquista en la zona de Liébana, cuando se llevaron al monasterio de Santo Toribio los restos del obispo Toribio de Astorga y la reliquia del Lignum Crucis (“madera de la cruz”), que según la tradición él había traído de Jerusalén, para depositarlos en un lugar seguro como era este monasterio, que ya había adquirido mucho prestigio en el territorio cristiano. Con ello, en el siglo VIII el monasterio de Liébana se convirtió en un lugar notable: Albergaba el trozo más grande de la Cruz de Cristo y los restos de un santo al que se le atribuían milagros.
    Así, Liébana, lugar de paso hacia Santiago, era también, desde la Edad Media, lugar de peregrinación en sí mismo.
    Y a ello se añade que allí vivió un fraile benedictino, Beato de Liébana, que escribe, en este siglo, los “Comentarios del Apocalipsis” y el “O Dei Verbum”.
    Al hablar del monasterio de Santo Toribio de Liébana, hay que diferenciar entre Santo Toribio de Palencia, el monje fundador del monasterio, y Santo Toribio de Astorga, el obispo cuyos restos fueron trasladados al monasterio para protegerlos de la invasión musulmana. Santo Toribio de Palencia fue un monje del siglo VI que llegó a Liébana para apartarse del mundo y construyó un oratorio que posteriormente se convertiría en templo benedictino. Santo Toribio de Astorga fue un obispo del siglo V que, de joven, estuvo en Jerusalén custodiando las reliquias de Jesucristo y que obtuvo permiso del pontífice para llevar a su tierra un gran trozo de la Cruz de Cristo. Ante la invasión musulmana, tanto la reliquia como los restos del obispo fueron trasladados a Liébana.
    Sus actuales moradores son los franciscanos.

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