CEMENTERIO DE TRENES (MINAS DE RIOTINTO) - HUELVA

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  • เผยแพร่เมื่อ 23 ต.ค. 2024
  • La provincia de Huelva puede presumir de tener un gran pasado unido al ferrocarril. Precisamente en este mes de octubre, los días 22-23 y 24 tendrá lugar en el Tinglado 1 y en las Cocheras del Puerto una importantísima exposición de modelismo ferroviario, con maquetas a todas las escalas, acompañadas de un ciclo de conferencias y audiovisuales, impresionante evento organizado por el Club Ferroviario de Huelva, con el gran Paco, su presidente, el alma máter, el incombustible Paco, dedicado en cuerpo y alma para que no se escape ningún solo detalle.
    La zona industrial Zarandas-Naya se encuentra en el término municipal de Riotinto, en la provincia de Huelva, en la comarca denominada Cuenca Minera. En esta zona industrial, de 992 Ha, la compañía británica Rio Tinto Company Limited realizaba las labores de transformación del mineral procedente de la gran mina explotada a cielo abierto llamada Corta Atalaya y que llegaba a estas instalaciones a través de túneles, como el famoso “Túnel 16”. En este complejo industrial se procedía a la trituración, cribado, clasificación y preparación de los minerales para su carga en los distintos trenes que partían desde esta zona hasta el puerto de Huelva (Muelle del Tinto) para su posterior distribución a los distintos mercados minerales.
    La cuenca minera de Riotinto-Nerva conforma un territorio representativo de la actividad minera, muy intensamente explotada a partir de 1873 por medio de la Rio Tinto Company Limited, en uno de los enclaves mineros más relevantes a nivel mundial, y su marco cultural y paisajístico es testigo de ello. El paisaje excepcional, distinto, único, ha sido moldeado por una decidida y prolongada acción antrópica en torno a la explotación del subsuelo, un subsuelo de gran riqueza minero-metalúrgica producto de un sustrato paleozoico formado por pizarras y grauvacas con sílice y cuarcitas asentado sobre un geosinclinal de origen volcánico que arrojó masas de azufre, hierro y cobre, así como oro y plata.
    Vamos a realizar un recorrido por la comentada zona industrial para contemplar sus ruinas y abandono, así como el paisaje que ha generado. Comenzamos por recorrer los abandonados trenes mineros, con sus vagones de carga. Aquí se inicia el famoso “Túnel 16”. Por sus entrañas un vaivén de locomotoras transportaba a la planta de machaqueo el mineral extraído de la majestuosa Corta Atalaya, y éste es el punto de partida del ferrocarril inaugurado en 1875, obra del ingeniero británico de la compañía antes mencionada, George Barklay Bruce, de 83 km de longitud, que unía las minas de cobre de Riotinto con el muelle de la capital. Como otros ferrocarriles de la provincia de Huelva, el de Riotinto responde al modelo típico de ferrocarril colonial británico “de mina a puerto”.
    En esta antigua planta de tratamiento del mineral solo quedan ruinas, todo es silencio. La estación de tren se ha convertido en un improvisado cementerio de herrumbre, una estación fantasma de trenes. Durante décadas el progreso viajaba en primera, dentro de esos amasijos que observamos en las imágenes; la gloria no fue eterna.
    En 1984 circuló el último tren hasta puerto, dejando una imagen romántica de multitud de máquinas que un día pararon en seco sobre sus propios raíles. Máquinas que no llegarán al destino, vagones que ya no cuentan historias, esqueletos de locomotoras y ruedas retorcidas por el tiempo yacen repartidas en una amplia playa de vías en medio del olvido y de la indiferencia. Trenes horadados y famélicos que solo silban cuando el fuerte viento se cuela entre los agujeros de la chatarra.
    El escenario que contemplamos, donde yacen estos antiguos trenes mineros, no constituye un museo oficial, con sus debidos cuidados, se trata de una escombrera de hierros y metales condenados a la indiferencia, una especie de pena y lamento de lo que un día fue gloria y ahora eterna decadencia.
    Dejamos los rojos y taciturnos trenes y vagones de carga abandonados y repartidos por la playa de vías para observar el paisaje que lo rodea, con un contraste de colores espectacular. La zona está rodeada de un buen bosque de pinos de repoblación que aporta el verdor a un escenario donde los colores propios de la mina son predominantes (grises, ocres, blancos rojos…). También observamos algunas estructuras mineras como la casa de vías, algún pequeño puente o un edificio en actividad que oteamos en el horizonte. Se trata del depósito ferroviario de Zarandas, donde se restaura el material móvil, estando en servicio algunas locomotoras de vapor y diesel que se utilizan para la realización de trenes turísticos por la Fundación Rio Tinto.
    Y el viejo Tinto atraviesa todo este complejo minero, siempre engalanado de rojos y ocres, sin perder ojo a todo cuanto ocurre en este entorno. Fue nuestro fiel compañero en este corto y romántico recorrido, y nos contó muchas historias…

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