Prueba de normalidad

La prueba estadistica de normalidad se realiza en dos pasos. En primer lugar, se debe visualizar la distribución de los datos mediante un gráfico como un histograma o un diagrama de caja para tener una idea general de la forma de la distribución. Si la distribución parece aproximarse a una campana simétrica, es posible que siga una distribución normal.
El segundo paso es realizar una prueba formal de normalidad para confirmar si los datos siguen una distribución normal o no. Hay varias pruebas estadísticas que se pueden utilizar para esto, como la prueba de Shapiro-Wilk, la prueba de Kolmogorov-Smirnov, la prueba de Anderson-Darling, entre otras.
En general, estas pruebas evalúan la simetría y la curvatura de los datos, y comparan los valores observados con los valores esperados bajo una distribución normal. Si los valores observados no se ajustan a los valores esperados, se concluye que los datos no siguen una distribución normal.
Es importante tener en cuenta que la prueba de normalidad no siempre es necesaria. En muchos casos, se puede asumir
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