El Puente de madera En la ciudad que fue
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- เผยแพร่เมื่อ 16 ต.ค. 2024
- Esta composición multimedia quiere ser evocación tempus fugit de una ciudad que fue y que acaso ya no es lo que había sido ni lo que deseábamos que fuera. El puente de Madera, soterrado hoy como quien trata de cubrir sus vergüenzas, es el símbolo de aquella ciudad con puente donde no hubo río, ni tampoco agua, como no sea la de Machado. O la nuestra. Nosotros mismos.
Yo naci en Juan Sebastian Elcano,, junto a la plaza de toros, mi jardinillos y mi feria. Chocolin chocolate. Las calles llenas de niños. Esas Navidades tan entrañables y tantas cosas queridas. Mis amig@s , la comba , los partidos quemados , y las niches de verano, todo los vecinos sentados en la calle , en grupos por portales y lis niños corriendo hasta que nos llamaban para ir a dormir. Y el sereno, que lo llamabas y enseguida aparecia para abrirte la puerta del portal. Tiempos muy felices sin apenas tener.
Yo nací en la calle más bonita de la ciudad más bonita como bonita fue mi madre.en río rosas de Albacete
Que recuerdos tan entrañable yo nací en la calle de la Cruz muy cerca del puente de madera que tiempos aunque con necesidades pero jugando en el patio de mi casa y una niñez muy feliz
Magnífico reportaje, Daniel
La pena es que pocos saben que el tren va lleno de versos y no hay nadie en el andén... " Ismael Belmonte ". Ojalá, Daniel, hubiese más gente como tú en este mundo... con esa sensibilidad y sabiduría... un saludo
Muchas gracias, querido Alberto. Me gustaría verte pronto, Hace tiempo que no te veo. espero que te encuentres bien. Un abrazo.
En la casa de la Misericordia íbamos a entrenar Baloncesto y nuestro entrenador era el Padre Luis Martínez San Juan...Vaya recuerdos aquellos y que en paz vivíamos sin tanta droga ni robos y hoy día ya no se puede handa ni por la calle ni estar tranquilos en nuestras casas por miedo a que nos tiren una bomba
Cada tiempo tiene sus contratiempos, pequeños o grandes. Bien está dar un tiempo a la nostalgia y recordar, pero, amiga Mari Carmen, de nada sirve llorar sobre la leche derramada. Es lo que nos aconsejala lechera del cuento.