TONANTZIN GUADALUPE Y EL RELATO DEL NICAN MOPOHUA

Les invitamos a conocer el punto de vista particular y creativo de Julián Cruzalta, acerca de uno de los símbolos nacionales más importantes de México y Latinoamérica: La virgen de Guadalupe.
Más allá de posiciones religiosas, la virgen morena se nos revela como una metáfora cargada de poesía, con múltiples significados, que a través de una lectura cuidadosa del “Nican Mopohua”, se manifiesta como un movimiento de resistencia frente a los poderes del imperio católico español en tiempos del virreinato mexicano.
Señalada como una figura de dominación para las comunidades sometidas, su dimensión no ha sido del todo comprendida aún, pues es todo lo contrario: es el principio de la resistencia mexicana frente a las políticas imperialistas del sacro imperio católico de aquella época. Aún hoy en día, representa el paño de lágrimas de los y las desposeídas de la tierra.
Tonantzin Guadalupe es un símbolo que trasmite como ícono. Las caras del símbolo son el ícono y el ídolo. El ícono siempre será transmisor de lo significado y el ídolo se comportará como lo significado, no pasa, no es vehículo, no es pista de despegar.
El ícono de Tonantzin Guadalupe trasmite valores de “humildad” y “audacia” para las personas y colectivos soguzgados y basurables.
Aquí se presenta argumentación de cómo actúa el método simbólico. Tonantzin Guadalupe es madre de quienes se atreven a levantarse, erguirse sabedor@s de su dignidad, es madre no de l@s sometid@s sino de l@s autoliberad@s.