El gallo de Buena Vista

Una entrevista con la biznieta de Gustavo E. Urrutia, acerca de una de las más atractivas personalidades de la negritud cubana
Atado a la brutalidad política de Batista, la importancia de Urrutia se diluye en su susceptibilidad ideológica; y aún sin el atractivo intelectual de Morúa Delgado o político de Juan Gualberto Gómez, lo interesante en él residiría en su sorprendente negritud. Urrutia exhibe su origen real y a la vez que esclavo, como los judíos en la base de Occidente; y mantiene su cosmología, con unas prácticas en las que proyecta a la sociedad, invirtiendo el exceso de Yarini, como el Gallo de Buena Vista.
Para entender a Urrutia, hay que primero entender la peculiaridad de su conservadurismo; que confluye con el convencional, pero del que se distingue en la peculiaridad étnica. No importa si se trata de la aristocracia de una burguesía negra, es todavía la expresión de una precariedad económica; que propia de su raza como estamento social, le hace cauteloso en la inversión de esos precarios recursos políticos suyos.