Mecerreyes - Esencia de tradiciones - Pueblos con encanto en 4K

Mecerreyes, es una localidad burgalesa entre las comarcas del Arlanza y la Sierra, que se remonta al Neolítico, por las hachas de fibrolita, de la cultura del Bronce Atlántico, descubiertas por arqueólogos.
Los romanos también se asentaron cerca de Mecerreyes, en Valdarcos, de donde procede la estela funeraria romana del año 50, con el primer indígena conocido de Mecerreyes: Cayo Aerno.
El origen de Mecerreyes y su etimología puede venir de los siglos IX-X. Las primeras noticias escritas de su existencia son del siglo X, en el documento fundacional del Infantazgo de Covarrubias del año 978, y pertenecía al condado de Lara. El gentilicio de los habitantes de Mecerreyes es el de guiletos, con claras resonancias árabes.
El apego a las tradiciones de los vecinos de este pueblo se palpa por sus calles.
El monumento en bronce al hombre de Guileto, del artista local Ángel Gil, conocido en el pueblo con el sobrenombre del "torreño", fue realizado por subscripción popular en 1986 al cumplirse el 350 aniversario de la independencia de Mecerreyes de la villa de Covarrubias.
El escultor Ángel Gil tiene su casa al lado de un pilón y se le ocurrió con el permiso de la Asociación Cultural, realizar una escultura con unos niños jugando allí, con pantalones cortos, descamisados, con el tirachinas, el gato y la barrila.
Gustó mucho y cada año monta un pequeño taller, ayudado por los vecinos, para realizar una escultura basándose en los años 60. La asociación coordina todo el proyecto de las esculturas con Fidel Pastor, una persona muy creativa. Ángel lleva la parte artística y dirige la parte técnica, y para soldar, trabajar el hierro, o lo que precise, siempre hay alguien para ayudarle. Las esculturas cuentan el apoyo económico del Ayuntamiento, excepto la del Abuelo, que es propiedad del Mesón de Frutos o el Toro que es del autor.
La gran mano que homenajea al instrumento principal del trabajo en el campo, es la última incorporación a la colección de 12 esculturas que adornan por ahora las calles del pueblo.
Al hacer su recorrido las encontramos ubicadas en lugares, con un sentido y relación, siendo interactivas ya que se pueden tocar.
En Mecerreyes es costumbre la celebración de la fiesta del gallo el domingo de Carnaval, el canto de las marzas, las fiestas de gracias por la cosecha a finales de verano, un certamen de dulzaineros y las celebraciones de sus patronos en mayo, San Isidro, y noviembre San Martín.
En los locales de las antiguas escuelas está el Museo del Carnaval y el Gallo, pudiéndose acceder con un código facilitado en la web de “museos vivos”.
El Gallo de Carnaval, tras perderse desde la Guerra Civil, se recuperó a inicios de los 80.
La Fiesta comienza a las 9 de la mañana con la petición de aguinaldos para la merienda de los mozos por las casas del pueblo. Las Carnavaladas y Zarramacadas arrancan sobre las 13 horas. La asociación presta disfraces de su fondo, pero otros se hacen su propio disfraz, para participar en los pasacalles del carnaval. Entrevistando a los mayores han recuperado la apariencia de los trajes que se sacaban, recreando varios hasta lograr un fondo de 50 piezas, de los cuales, una veintena, podemos contemplar en este Museo.
Después de comer es la Corrida del Gallo. Los zarramacos y el Mozo Mayor se visten en el Ayuntamiento, y el Rey en su casa. En la plaza del Ayuntamiento se incorporan los danzantes, dulzaineros y alguaciles. El Mozo Mayor lee las normas, y los alguaciles vigilan que se respeten.
Mozos y mozas forman dos hileras, creando una calle con el Rey en el medio, que lleva el Gallo ahora de trapo, sujeto a una especie de rueca y defendido por el personaje más típico de esta fiesta, El Zamarraco, que intentará impedir que los mozos roben al gallo, golpeándoles con una tarrañuela, palo rajado de arriba abajo.
Luego llega el Entierro del Gallo en las eras del pueblo y al regresar, se subasta un gallo vivo, pues su cresta la entregaba a su novia el mozo que la pedía compromiso. Finalizándose con el Baile de la Rueda y el reparto de dulces típicos de Carnaval.
Al lado del museo está la Iglesia renacentista de San Martín de Tours, patrón de Mecerreyes, de mediados del siglo XVI, con una ampliación a mediados del XVII. Su templo románico primitivo fue convertido más tarde en la ermita de la Virgen del Camino.
En el año 1589 estaba construida la nave central y después se ampliaría con la torre, el coro, la sacristía, la nave del Cristo, la portada sur y la muralla exterior.
Es planta basilical de tres naves en dos alturas. En la nave norte están los altares de la Virgen del Rosario, del Pilar y de la Inmaculada. En la nave sur está la puerta de acceso al templo, el baptisterio y los retablos del Cristo y de las ánimas.
En Mecerreyes se aprecia la esencia y el apego a las tradiciones, con sus fiestas y celebraciones, y se recuerda las antiguas tareas diarias en la casa, la agricultura, el pastoreo o los oficios.