Lluvia de fuego y el bosque de Piedras - Ahuay

Cuentan los pobladores que existe una leyenda que narra que por esta zona pasaba parte del Qapaq Ñan en la época incaica, siendo así, había cierta comunidad en la que estaban de fiesta compartiendo comida, bebiendo y disfrutando de la algarabía del momento al que llegó un pobre anciano muy cansado y con mucha hambre, es entonces que uno de los invitados de la fiesta, al ver la presencia de anciano, da aviso al mayordomo quién apenas le vió le corrió del lugar aduciendo que ahí, el anciano, no tenia derecho de estar, y por más que suplicó un poco de agua y comida le corrió del lugar.
Triste y cansado el anciano se fue del lugar y llegó a un grupo de familia que estaban compartiendo una pequeña merienda quienes al ver al anciano le llamaron y compartieron con él lo poco que tenían. Entonces como agradecimiento por su bondad y generosidad con el anciano les indicó que tomaran el camino del Qapaq Ñan y se fueran del lugar ya que horas más tarde los habitantes de la comunidad serían castigados con una tormenta de fuego, reiterándoles no volteen a ver, pase lo que tenga que pasar de lo contrario se convertirían en una estatua de piedra.
Horas más tarde cuando el sol empezó a caer, se levantó una tormenta de lluvia a lo que recordaron las indicaciones del anciano y emprendieron el escape apenas empezaron a caer los primeros relámpagos dentro de la comunidad es entonces cuando deciden voltear a ver hacia atrás se convirtieron en piedra ya que solo parecía caer lluvia de agua lo que para los que estuvieron en la fiesta era una tormenta de fuego que los calcinó y desapareció a todos.