Es una historia real de la guerra civil española Querida madre, no sé cómo empezar esta carta pero te escribo con mi rostro bañado en lagrimas, caen por la soledad, tristeza, dolor y sufrimiento que vivo día tras día aquí. Lo primero que tengo que decirte es Te Quiero y aunque no lo demuestre con frecuencia, Te quiero con locura, para mi eres la persona más importante, siempre has estado ahí apoyándome y protegiéndome, haces que las cosas malas parezcan buenas, tus consejos están llenos de sabiduría y siempre me has llevado por el buen camino. Ahora ya soy mayor de edad, tengo dieciocho años, puedo afrontar yo solo las cosas… pero la verdad es que no puedo madre… Perdóname, os echo mucho de menos, ¡no quiero estar aquí! Sé que desde casa junto a padre y mis hermanos os sentís orgullos de mi, podéis presumir de tener un hijo en el frente. Lo siento por ser un cobarde madre pero tengo miedo, más del que puedo aguantar. No entiendo esta guerra, no se cual es el bando bueno, no sé por qué lucho, no entiendo nada de lo que pasa, solo acato ordenes. El incesante sonido de los fusiles se mezclan con los gritos y llantos de la gente torturando mis oídos día y noche, vivo con una melodía continua de ametralladoras y lluvias constantes de bombarderos. Ya ni hablo, ni pienso porque otros lo hacen por mí, solo me hace falta una frase para salir del paso aquí, “a la orden”. Dicen que el amor es suficiente para seguir adelante, que hay que luchar por nuestras familias, demostrar lo que valemos, pero ya no tengo el valor para estar en la batalla, las piernas me tiemblan sin parar, no duermo, me cuesta respirar, lloro a escondidas porque no puedo demostrar lo que siento delante de mis compañeros, se fuerte y lucha me repito constantemente, pero las palabras se pierden en mi mente como las vida de la gente que está a mi alrededor, soy la marioneta de un tirano titiritero. Anoche nos lanzaron en paracaídas a una zona nueva de batalla, dicen que somos la mejor compañía jamás vista, la fuerza de los ochos nos llaman. La octava compañía paracaidista, siempre al frente luchando por su patria, por los ideales de un estado, viviendo el conflicto con lealtad y valor. Somos soldados valerosos, abrimos brechas en las filas enemigas, causamos bajas en ellos como si fueran animales y no tenemos remordimientos, pero todo es mentira pura mentira, solo fachada, una apariencia; los rostros de la gente demuestran lo contrario, sus caras se han tronado sombrías y pálidas, muestran el temor, horror y desamparo que se vive aquí, pero como nos repiten una y otra vez, “¡soldados o ellos o ustedes!”. Madre para lo que realmente te escribo es para contarte lo que me ocurrió anoche. Me encontraba en el campo de batalla resguardándose del fuego cruzado y la metralla. Como siempre acataba órdenes, teníamos que superar una cota para llegar hasta un punto estratégico que nos serviría de base, para ello era necesario abatir al contrario con toda nuestra fuerza, no escatimamos en munición, ni violencia… Madre, anoche en las trincheras vía al enemigo correr hacia mí, le apunte con mi fusil y sin darle tiempo a reaccionar le disparé; algo raro pasó en ese momento, ya había matado a más gente antes pero en aquel chico había algo distinto, una luz ilumino su rostro, la cara del enemigo al que asesinaba… madre era mi amigo José, mi compañero de la escuela, nuestro vecino, el hijo de Francisca, mi mejor amigo, con quien tanto yo jugué a soldados y a trincheras. Madre, ahora el juego es verdad, no hay risas, solo oscuridad y llantos, no volveremos a jugar jamás, ¡lo están enterrando! Lo siento muchísimo, te pido perdón madre pero ya no aguanto más aquí, me quiero morir, estoy harto de esta guerra, ¡no se dan cuenta que no va a ganar nadie joder! Tal vez te vuelva a escribir, pero la próxima que lo haga será desde el cielo, donde encontrare a José y jugaremos de nuevo. Madre ten por seguro que si mi sangre fuera tinta y mi corazón tintero, con la sangre de mi venas, te escribiría un “TE QUIERO”. Hasta siempre. “ (fin de la carta)
Carta real Querida madre, no sé cómo empezar esta carta pero te escribo con mi rostro bañado en lagrimas, caen por la soledad, tristeza, dolor y sufrimiento que vivo día tras día aquí. Lo primero que tengo que decirte es Te Quiero y aunque no lo demuestre con frecuencia, Te quiero con locura, para mi eres la persona más importante, siempre has estado ahí apoyándome y protegiéndome, haces que las cosas malas parezcan buenas, tus consejos están llenos de sabiduría y siempre me has llevado por el buen camino. Ahora ya soy mayor de edad, tengo dieciocho años, puedo afrontar yo solo las cosas… pero la verdad es que no puedo madre… Perdóname, os echo mucho de menos, ¡no quiero estar aquí! Sé que desde casa junto a padre y mis hermanos os sentís orgullos de mi, podéis presumir de tener un hijo en el frente. Lo siento por ser un cobarde madre pero tengo miedo, más del que puedo aguantar. No entiendo esta guerra, no se cual es el bando bueno, no sé por qué lucho, no entiendo nada de lo que pasa, solo acato ordenes. El incesante sonido de los fusiles se mezclan con los gritos y llantos de la gente torturando mis oídos día y noche, vivo con una melodía continua de ametralladoras y lluvias constantes de bombarderos. Ya ni hablo, ni pienso porque otros lo hacen por mí, solo me hace falta una frase para salir del paso aquí, “a la orden”. Dicen que el amor es suficiente para seguir adelante, que hay que luchar por nuestras familias, demostrar lo que valemos, pero ya no tengo el valor para estar en la batalla, las piernas me tiemblan sin parar, no duermo, me cuesta respirar, lloro a escondidas porque no puedo demostrar lo que siento delante de mis compañeros, se fuerte y lucha me repito constantemente, pero las palabras se pierden en mi mente como las vida de la gente que está a mi alrededor, soy la marioneta de un tirano titiritero. Anoche nos lanzaron en paracaídas a una zona nueva de batalla, dicen que somos la mejor compañía jamás vista, la fuerza de los ochos nos llaman. La octava compañía paracaidista, siempre al frente luchando por su patria, por los ideales de un estado, viviendo el conflicto con lealtad y valor. Somos soldados valerosos, abrimos brechas en las filas enemigas, causamos bajas en ellos como si fueran animales y no tenemos remordimientos, pero todo es mentira pura mentira, solo fachada, una apariencia; los rostros de la gente demuestran lo contrario, sus caras se han tronado sombrías y pálidas, muestran el temor, horror y desamparo que se vive aquí, pero como nos repiten una y otra vez, “¡soldados o ellos o ustedes!”. Madre para lo que realmente te escribo es para contarte lo que me ocurrió anoche. Me encontraba en el campo de batalla resguardándose del fuego cruzado y la metralla. Como siempre acataba órdenes, teníamos que superar una cota para llegar hasta un punto estratégico que nos serviría de base, para ello era necesario abatir al contrario con toda nuestra fuerza, no escatimamos en munición, ni violencia… Madre, anoche en las trincheras vía al enemigo correr hacia mí, le apunte con mi fusil y sin darle tiempo a reaccionar le disparé; algo raro pasó en ese momento, ya había matado a más gente antes pero en aquel chico había algo distinto, una luz ilumino su rostro, la cara del enemigo al que asesinaba… madre era mi amigo José, mi compañero de la escuela, nuestro vecino, el hijo de Francisca, mi mejor amigo, con quien tanto yo jugué a soldados y a trincheras. Madre, ahora el juego es verdad, no hay risas, solo oscuridad y llantos, no volveremos a jugar jamás, ¡lo están enterrando! Lo siento muchísimo, te pido perdón madre pero ya no aguanto más aquí, me quiero morir, estoy harto de esta guerra, ¡no se dan cuenta que no va a ganar nadie joder! Tal vez te vuelva a escribir, pero la próxima que lo haga será desde el cielo, donde encontrare a José y jugaremos de nuevo. Madre ten por seguro que si mi sangre fuera tinta y mi corazón tintero, con la sangre de mi venas, te escribiría un “TE QUIERO”. Hasta siempre. “ (fin de la carta)
Chale, no le dejaron cantar en paz xd
Este video es oro
No es oro es netherite
Silithur cantando de la muerte y la guerra y el rich poniendo withers
Miralo a Rich, el chabón ya va con la intención de matar a todos a explosiónes de Wither
quería escuchar la canción sin los demás de fondo :'v
Esta la de practica pero sin Chincheto de fondo
Aquí está
th-cam.com/video/VKw1wHCuoZg/w-d-xo.html
tambien puedes ponerte la oficial ''madre anoche en las trincheras'' y ya ^^
@@sergio17glp25 lo se,solo que la voz de sili es woow
sergio17glp ..
Me encanta como todos se quedan en silencio.... Bueno casi
Soy el único que piensa que canta bien xd?
No jsjsjks
Si vas a la cancion original el original es orrible pero orrible de verdad compadara con esta
L
YBN_mati CPW canta bien
No canta bien canta hermoso
Sili después de la "boda" de Rich :v
jajajajjajajaja
Canta re piola
Me rompió el corazon
Descripcion grafica de lo que es Elite JAJAJAJAJA
Esta cancion me parece hipertriste
trata de la guerra civil española
Es que lo es x'DD
Es una historia real de la guerra civil española
Querida madre, no sé cómo empezar esta carta pero te escribo con mi rostro bañado en lagrimas, caen por la soledad, tristeza, dolor y sufrimiento que vivo día tras día aquí. Lo primero que tengo que decirte es Te Quiero y aunque no lo demuestre con frecuencia, Te quiero con locura, para mi eres la persona más importante, siempre has estado ahí apoyándome y protegiéndome, haces que las cosas malas parezcan buenas, tus consejos están llenos de sabiduría y siempre me has llevado por el buen camino. Ahora ya soy mayor de edad, tengo dieciocho años, puedo afrontar yo solo las cosas… pero la verdad es que no puedo madre… Perdóname, os echo mucho de menos, ¡no quiero estar aquí! Sé que desde casa junto a padre y mis hermanos os sentís orgullos de mi, podéis presumir de tener un hijo en el frente. Lo siento por ser un cobarde madre pero tengo miedo, más del que puedo aguantar. No entiendo esta guerra, no se cual es el bando bueno, no sé por qué lucho, no entiendo nada de lo que pasa, solo acato ordenes. El incesante sonido de los fusiles se mezclan con los gritos y llantos de la gente torturando mis oídos día y noche, vivo con una melodía continua de ametralladoras y lluvias constantes de bombarderos. Ya ni hablo, ni pienso porque otros lo hacen por mí, solo me hace falta una frase para salir del paso aquí, “a la orden”. Dicen que el amor es suficiente para seguir adelante, que hay que luchar por nuestras familias, demostrar lo que valemos, pero ya no tengo el valor para estar en la batalla, las piernas me tiemblan sin parar, no duermo, me cuesta respirar, lloro a escondidas porque no puedo demostrar lo que siento delante de mis compañeros, se fuerte y lucha me repito constantemente, pero las palabras se pierden en mi mente como las vida de la gente que está a mi alrededor, soy la marioneta de un tirano titiritero. Anoche nos lanzaron en paracaídas a una zona nueva de batalla, dicen que somos la mejor compañía jamás vista, la fuerza de los ochos nos llaman. La octava compañía paracaidista, siempre al frente luchando por su patria, por los ideales de un estado, viviendo el conflicto con lealtad y valor. Somos soldados valerosos, abrimos brechas en las filas enemigas, causamos bajas en ellos como si fueran animales y no tenemos remordimientos, pero todo es mentira pura mentira, solo fachada, una apariencia; los rostros de la gente demuestran lo contrario, sus caras se han tronado sombrías y pálidas, muestran el temor, horror y desamparo que se vive aquí, pero como nos repiten una y otra vez, “¡soldados o ellos o ustedes!”.
Madre para lo que realmente te escribo es para contarte lo que me ocurrió anoche. Me encontraba en el campo de batalla resguardándose del fuego cruzado y la metralla. Como siempre acataba órdenes, teníamos que superar una cota para llegar hasta un punto estratégico que nos serviría de base, para ello era necesario abatir al contrario con toda nuestra fuerza, no escatimamos en munición, ni violencia… Madre, anoche en las trincheras vía al enemigo correr hacia mí, le apunte con mi fusil y sin darle tiempo a reaccionar le disparé; algo raro pasó en ese momento, ya había matado a más gente antes pero en aquel chico había algo distinto, una luz ilumino su rostro, la cara del enemigo al que asesinaba… madre era mi amigo José, mi compañero de la escuela, nuestro vecino, el hijo de Francisca, mi mejor amigo, con quien tanto yo jugué a soldados y a trincheras. Madre, ahora el juego es verdad, no hay risas, solo oscuridad y llantos, no volveremos a jugar jamás, ¡lo están enterrando! Lo siento muchísimo, te pido perdón madre pero ya no aguanto más aquí, me quiero morir, estoy harto de esta guerra, ¡no se dan cuenta que no va a ganar nadie joder! Tal vez te vuelva a escribir, pero la próxima que lo haga será desde el cielo, donde encontrare a José y jugaremos de nuevo. Madre ten por seguro que si mi sangre fuera tinta y mi corazón tintero, con la sangre de mi venas, te escribiría un “TE QUIERO”. Hasta siempre. “ (fin de la carta)
XD el otro de atrás todo el rato nanana nanana nanana nana nana nanana nanana nananananan nanananna nanananna nananananan nanananna
Le preguntaron si podían hacer el coro y dijeron que si xD
Carta real
Querida madre, no sé cómo empezar esta carta pero te escribo con mi rostro bañado en lagrimas, caen por la soledad, tristeza, dolor y sufrimiento que vivo día tras día aquí. Lo primero que tengo que decirte es Te Quiero y aunque no lo demuestre con frecuencia, Te quiero con locura, para mi eres la persona más importante, siempre has estado ahí apoyándome y protegiéndome, haces que las cosas malas parezcan buenas, tus consejos están llenos de sabiduría y siempre me has llevado por el buen camino. Ahora ya soy mayor de edad, tengo dieciocho años, puedo afrontar yo solo las cosas… pero la verdad es que no puedo madre… Perdóname, os echo mucho de menos, ¡no quiero estar aquí! Sé que desde casa junto a padre y mis hermanos os sentís orgullos de mi, podéis presumir de tener un hijo en el frente. Lo siento por ser un cobarde madre pero tengo miedo, más del que puedo aguantar. No entiendo esta guerra, no se cual es el bando bueno, no sé por qué lucho, no entiendo nada de lo que pasa, solo acato ordenes. El incesante sonido de los fusiles se mezclan con los gritos y llantos de la gente torturando mis oídos día y noche, vivo con una melodía continua de ametralladoras y lluvias constantes de bombarderos. Ya ni hablo, ni pienso porque otros lo hacen por mí, solo me hace falta una frase para salir del paso aquí, “a la orden”. Dicen que el amor es suficiente para seguir adelante, que hay que luchar por nuestras familias, demostrar lo que valemos, pero ya no tengo el valor para estar en la batalla, las piernas me tiemblan sin parar, no duermo, me cuesta respirar, lloro a escondidas porque no puedo demostrar lo que siento delante de mis compañeros, se fuerte y lucha me repito constantemente, pero las palabras se pierden en mi mente como las vida de la gente que está a mi alrededor, soy la marioneta de un tirano titiritero. Anoche nos lanzaron en paracaídas a una zona nueva de batalla, dicen que somos la mejor compañía jamás vista, la fuerza de los ochos nos llaman. La octava compañía paracaidista, siempre al frente luchando por su patria, por los ideales de un estado, viviendo el conflicto con lealtad y valor. Somos soldados valerosos, abrimos brechas en las filas enemigas, causamos bajas en ellos como si fueran animales y no tenemos remordimientos, pero todo es mentira pura mentira, solo fachada, una apariencia; los rostros de la gente demuestran lo contrario, sus caras se han tronado sombrías y pálidas, muestran el temor, horror y desamparo que se vive aquí, pero como nos repiten una y otra vez, “¡soldados o ellos o ustedes!”.
Madre para lo que realmente te escribo es para contarte lo que me ocurrió anoche. Me encontraba en el campo de batalla resguardándose del fuego cruzado y la metralla. Como siempre acataba órdenes, teníamos que superar una cota para llegar hasta un punto estratégico que nos serviría de base, para ello era necesario abatir al contrario con toda nuestra fuerza, no escatimamos en munición, ni violencia… Madre, anoche en las trincheras vía al enemigo correr hacia mí, le apunte con mi fusil y sin darle tiempo a reaccionar le disparé; algo raro pasó en ese momento, ya había matado a más gente antes pero en aquel chico había algo distinto, una luz ilumino su rostro, la cara del enemigo al que asesinaba… madre era mi amigo José, mi compañero de la escuela, nuestro vecino, el hijo de Francisca, mi mejor amigo, con quien tanto yo jugué a soldados y a trincheras. Madre, ahora el juego es verdad, no hay risas, solo oscuridad y llantos, no volveremos a jugar jamás, ¡lo están enterrando! Lo siento muchísimo, te pido perdón madre pero ya no aguanto más aquí, me quiero morir, estoy harto de esta guerra, ¡no se dan cuenta que no va a ganar nadie joder! Tal vez te vuelva a escribir, pero la próxima que lo haga será desde el cielo, donde encontrare a José y jugaremos de nuevo. Madre ten por seguro que si mi sangre fuera tinta y mi corazón tintero, con la sangre de mi venas, te escribiría un “TE QUIERO”. Hasta siempre. “ (fin de la carta)
Esto es igual de triste que la historia de hachico
Arriba españa 🇪🇸🇪🇸
Casi lloro xd
capoeira fooerte
lo que costó encontrar este video...
Que fachero el Carpincho que tenés de foto de perfil
@@ElReyTilin el suyo se le ve bastante fresco
Pongan la velocidad 1.25
0:38
0:40
Alguien sabe que programa usa para tener su voz con eco?
Usa un software específico para ese micrófono, pero cualquiera parecido a autotune sirve
Usa una mesa de mezcla (una tabla xd) una xr8 o algo así dijo
pobreza
Pucha la wea triste :(
Porqué volviste a subir el mismo video? xD
No es el mismo, en otro en el que también canta es con menos perdonas...
Tío quien es el que canta por detrás?
tonacho xd
es chincheto
Luh
Luh
Gona