Luz Eterna

En estos últimos tiempos, es natural que surjan temores e incertidumbres. Sin embargo, la Palabra de Dios nos invita a confiar en Él, recordándonos que su presencia es nuestro refugio. En Salmos 46:1 se nos dice que Dios es nuestro amparo y fortaleza, siempre listo para ayudar en momentos de angustia.
Jesús también nos asegura en Juan 14:2-3 que en la casa del Padre hay un hogar eterno preparado para nosotros. Esta promesa nos brinda esperanza y paz, sabiendo que, sin importar las circunstancias que enfrentemos, nuestro destino final es un lugar de amor y seguridad.