Yo personalmente creo que la historia está lejos de terminar. Fukuyama asume que a partir de ahora el sistema preponderante será la democracia liberal y la economía de mercado en un escenario mundial dominado por USA. El problema con eso esq en principio, nada es para siempre. Si la historia nos ha enseñado algo esq por más próspera que sea una civilización, al cabo de un tiempo terminará por sufrir un desgaste interno y externo que gradualmente conducirá a su colapso. La prosperidad económica de la q muchos gozamos solo es posible bajo un crecimiento económico constante, pero la generación de jóvenes nacidos a partir del comienzo de este milenio y finales del siglo pasado posee mucho menor poder adquisitivo que nuestros padres. Puede que el riesgo de guerra, debido al efecto disuasorio que representa el armamento nuclear, no sea tan alto como en el pasado, pero las tenciones sociales existen y continúan intensificándose. La pandemia del coronavirus ha sacado a relucir estos problemas que ya existían desde hace décadas pero que ahora han adquirido una importancia abrumadora, y es que la creciente desigualdad y el estancamiento de la clase media están generando un descontento que ya está haciendo mella en las democracias liberales, y el propio USA ha visto su democracia tambalearse el día en que una horda de fanáticos arremetió contra su sede legislativa. El desplazamiento del polo económico hacia el sureste asiático, la entrada en la era de la inteligencia artificial, el envejecimiento demográfico de la humanidad, la concentración generalizada de la riqueza en manos de grandes conglomerados empresariales, el cambio climático, la inestabilidad en Medio Oriente y la polarización social que se cierne sobre buena parte del mundo occidental, son algunos de los puntos que indican que nos guste o no, la historia sigue su curso. Y si algo hemos podido presenciar a lo largo de la pandemia, es que el curso de los acontecimientos puede tomarnos totalmente desprevenidos.
Después de escucharos, pienso... ¿No sería más propio hablar del sistema menos malo en vez del mejor sistema? ¿De qué triunfo estamos hablando? Cierto es que los filósofos no son futurólogos y sin duda ambos, Huntington y Fukuyama, en algo tiene razón y en algo yerran, como siempre ha sido y siempre será. Hoy, en España, sufrimos a políticos que aún siguen propugnando el Comunismo mezclado con el populismo más cutre, y seguimos viendo a la ciudadanía votarles. Y hemos sufrido las filosofías de un presidente paleto como Rodríguez Z. que por llevar la contraria a Huntington se inventó aquello de la "Alianza de Civilizaciones". De todos modos es interesante leer el libro. Se me ocurre que al posthumano preconizado por Fukuyama lo que le corresponde es una posthistoria, lo que claramente conllevará el fin de la historia. Es como una película de ciencia ficción...
Después de escucharos, pienso... ¿No sería más propio hablar del sistema menos malo en vez del mejor sistema? ¿De qué triunfo estamos hablando? Cierto es que los filósofos no son futurólogos y sin duda ambos, Huntington y Fukuyama, en algo tiene razón y en algo yerran, como siempre ha sido y siempre será. Hoy, en España, sufrimos a políticos que aún siguen propugnando el Comunismo mezclado con el populismo más cutre, y seguimos viendo a la ciudadanía votarles. Y hemos sufrido las filosofías de un presidente paleto como Rodríguez Z. que por llevar la contraria a Huntington se inventó aquello de la "Alianza de Civilizaciones". De todos modos es interesante leer el libro. Se me ocurre que al posthumano preconizado por Fukuyama lo que le corresponde es una posthistoria, lo que claramente conllevará el fin de la historia. Es como una película de ciencia ficción...
¡Gracias por aporte! , me ha servido mucho.
gracias me sirve para entender la historia sin objeto
Yo personalmente creo que la historia está lejos de terminar. Fukuyama asume que a partir de ahora el sistema preponderante será la democracia liberal y la economía de mercado en un escenario mundial dominado por USA. El problema con eso esq en principio, nada es para siempre. Si la historia nos ha enseñado algo esq por más próspera que sea una civilización, al cabo de un tiempo terminará por sufrir un desgaste interno y externo que gradualmente conducirá a su colapso. La prosperidad económica de la q muchos gozamos solo es posible bajo un crecimiento económico constante, pero la generación de jóvenes nacidos a partir del comienzo de este milenio y finales del siglo pasado posee mucho menor poder adquisitivo que nuestros padres. Puede que el riesgo de guerra, debido al efecto disuasorio que representa el armamento nuclear, no sea tan alto como en el pasado, pero las tenciones sociales existen y continúan intensificándose. La pandemia del coronavirus ha sacado a relucir estos problemas que ya existían desde hace décadas pero que ahora han adquirido una importancia abrumadora, y es que la creciente desigualdad y el estancamiento de la clase media están generando un descontento que ya está haciendo mella en las democracias liberales, y el propio USA ha visto su democracia tambalearse el día en que una horda de fanáticos arremetió contra su sede legislativa. El desplazamiento del polo económico hacia el sureste asiático, la entrada en la era de la inteligencia artificial, el envejecimiento demográfico de la humanidad, la concentración generalizada de la riqueza en manos de grandes conglomerados empresariales, el cambio climático, la inestabilidad en Medio Oriente y la polarización social que se cierne sobre buena parte del mundo occidental, son algunos de los puntos que indican que nos guste o no, la historia sigue su curso. Y si algo hemos podido presenciar a lo largo de la pandemia, es que el curso de los acontecimientos puede tomarnos totalmente desprevenidos.
Después de escucharos, pienso... ¿No sería más propio hablar del sistema menos malo en vez del mejor sistema? ¿De qué triunfo estamos hablando? Cierto es que los filósofos no son futurólogos y sin duda ambos, Huntington y Fukuyama, en algo tiene razón y en algo yerran, como siempre ha sido y siempre será. Hoy, en España, sufrimos a políticos que aún siguen propugnando el Comunismo mezclado con el populismo más cutre, y seguimos viendo a la ciudadanía votarles. Y hemos sufrido las filosofías de un presidente paleto como Rodríguez Z. que por llevar la contraria a Huntington se inventó aquello de la "Alianza de Civilizaciones".
De todos modos es interesante leer el libro. Se me ocurre que al posthumano preconizado por Fukuyama lo que le corresponde es una posthistoria, lo que claramente conllevará el fin de la historia. Es como una película de ciencia ficción...
Después de escucharos, pienso... ¿No sería más propio hablar del sistema menos malo en vez del mejor sistema? ¿De qué triunfo estamos hablando? Cierto es que los filósofos no son futurólogos y sin duda ambos, Huntington y Fukuyama, en algo tiene razón y en algo yerran, como siempre ha sido y siempre será. Hoy, en España, sufrimos a políticos que aún siguen propugnando el Comunismo mezclado con el populismo más cutre, y seguimos viendo a la ciudadanía votarles. Y hemos sufrido las filosofías de un presidente paleto como Rodríguez Z. que por llevar la contraria a Huntington se inventó aquello de la "Alianza de Civilizaciones".
De todos modos es interesante leer el libro. Se me ocurre que al posthumano preconizado por Fukuyama lo que le corresponde es una posthistoria, lo que claramente conllevará el fin de la historia. Es como una película de ciencia ficción...