Romería en Tonosa. Malagueña con niñas. Tonosa (Almería, España), 07-02-1993

En amplias comarcas del sureste de España, la presencia de las cuadrillas de ánimas (los grupos musicales que dan soporte a los rituales festivos y religiosos, preferentemente en zonas rurales), ha sido una constante en los últimos siglos. Después de periodos de decadencia, o incluso desapariciones -durante el siglo XX-, en muchos lugares se reactivaron o tomaron nuevos impulsos en el último cuarto de ese siglo, pues constituyen un firme enlace simbólico con el pasado de las comunidades, devuelven algo de dignidad a sus habitantes y otorgan identidad propia a poblaciones campesinas muy menguadas por las emigraciones masivas del siglo XX. En concreto en los campos de las comarcas aledañas entre las provincias de Murcia y Almería, se produjo un importante movimiento en torno a las ermitas de los lugares, con reactivación de fiestas y romerías en las que la presencia de la cuadrilla de animeros era imprescindible para el ritual religioso-festivo y el baile (con músicas de tradición oral por lo general), y a donde acudían, desde diversos puntos a estos ahora casi despoblados lugares, antiguos habitantes y sus descendientes para disfrutar de un día de asueto y encuentros con familiares y amigos.
Pero, además, no era raro que, en los años rayanos entre los siglos XX y XXI, asistieran algunos jóvenes y niños practicantes de las músicas del terreno, pues, además de algunos pocos que aprendían de la tradición oral y gestual de sus mayores y como producto de la moda de retorno a la valoración de lo tradicional de la época, existían escuelas de folclore musical por la zona que adiestraban a los pequeños en esos usos musicales, que luego exhibían en festivales, encuentros y otras ocasiones festivas. Y una romería tradicional era precisamente un buen lugar para lucir en público las enseñanzas recibidas.
De todo ello aportamos un ejemplo a la Colección Memorias de la Tradición
/ antropologoclemente
con imágenes tomadas en la aldea de Tonosa (Vélez-Rubio, Almería, España), el domingo 7 de febrero de 1993. En la romería que se celebró ese día, se cumplió con el ritual animero típico de sacar en procesión la imagen divina, en este caso de la Virgen de la Asunción, patrona del lugar (aunque la romería se celebra en las fechas de la Virgen de La Candelaria) y subastar las andas cada ciertos tramos, a fin de recaudar fondos para el sostenimiento de la ermita. Posteriormente, y como cualquier romería de la zona que se precie, se realizó un baile suelto en el que tocó una cuadrilla diversas piezas: malagueñas (modalidad de fandangos), parrandas (variedad de seguidillas) y jotas.
En este caso se toca y canta una malagueña (variedad de fandango de la zona que se toca por Fa#), para que una niña -Encarnita-, la cante y la bailen otras niñas: Eva, Regina, Isabel y Maribel, todas de la escuela de baile que tenía en el lugar de Los Torrentes (Vélez Rubio, Almería) Antonio Contreras Muñoz, el Chato, hijo de José, el Chato de Puerto Lumbreras. Mientras, realiza la música la cuadrilla, que se compone de diversos músicos de la comarca buscados para el momento por el mayordomo, ya que no suele ser un grupo estable. En esta ocasión se ve participando en la música, entre otros, a Tomás el Pelao, pandereta; Juan Gázquez Romera, el Carujo, violín; Hilario Ayén Aránega, guitarra; Antonio Andreo Gázquez, el Cucharón, guitarro; Juan Gázquez Martínez, guitarra; José Ayén Aránega, laúd; … y la niña Encarnita al cante.
Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez.
Agradecemos las amables indicaciones de Pedro Cabrera Puche y Antonio Contreras Muñoz, el Chato.
Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA
En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección formando parte de una explicación general.
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