El amor de mi vida (fragmento), de Rosa Montero: “Cuando nos gusta un libro, siempre nos parece que sus páginas nos hablan directamente al corazón, que sus palabras son nuestras y sólo nuestras. Y en alguna medida es cierto que es así, porque al leer completamos la obra, la interpretamos, la enriquecemos con nuestra necesidad y nuestra pasión. Ahora bien, aunque la experiencia de la lectura es única, lo cierto es que gracias a los libros nos hermanamos. Cuando yendo en el metro, o en un avión, veo a alguien ensimismado en una novela que a mí me ha gustado siento una instantánea afinidad con esa persona. De algún modo, me encuentro dentro de ella y sus emociones. Yo también he estado allí y he vivido lo que él o ella está viviendo. Gracias a los libros compartimos nuestros sentimientos, aprendemos de los demás y nos sentimos acompañados. No solo en nuestra pequeña existencia sino en algo mucho más general, mucho más grande que nosotros. Algo que nos engloba a través del tiempo y del espacio. ¿No es prodigioso poder vibrar con las palabras de alguien que lleva muerto un siglo, por ejemplo? Cuanta esperanza hay en el acto de leer. La esperanza de poder entender a otro ser humano. De sumarte a su fugaz trayecto por la vida”.
Muy nutritiva esta conferencia, aunque algo desactualizada, hablando que los clubs de lectura pueden ser en video llamada grupal o video conferencia. Pero aun así agarré muchas cosas que me pueden servir.
Buena la charla pero hay que hacer un tremendo esfuerzo para entenderle, tanto por el vocabulario tan local en la era de la aldea global (veo desde Chile) como por el micrófono tan inadecuado para el ambiente utilizado.
El amor de mi vida (fragmento), de Rosa Montero:
“Cuando nos gusta un libro, siempre nos parece que sus páginas nos hablan directamente al corazón, que sus palabras son nuestras y sólo nuestras. Y en alguna medida es cierto que es así, porque al leer completamos la obra, la interpretamos, la enriquecemos con nuestra necesidad y nuestra pasión. Ahora bien, aunque la experiencia de la lectura es única, lo cierto es que gracias a los libros nos hermanamos. Cuando yendo en el metro, o en un avión, veo a alguien ensimismado en una novela que a mí me ha gustado siento una instantánea afinidad con esa persona. De algún modo, me encuentro dentro de ella y sus emociones. Yo también he estado allí y he vivido lo que él o ella está viviendo. Gracias a los libros compartimos nuestros sentimientos, aprendemos de los demás y nos sentimos acompañados. No solo en nuestra pequeña existencia sino en algo mucho más general, mucho más grande que nosotros. Algo que nos engloba a través del tiempo y del espacio. ¿No es prodigioso poder vibrar con las palabras de alguien que lleva muerto un siglo, por ejemplo? Cuanta esperanza hay en el acto de leer. La esperanza de poder entender a otro ser humano. De sumarte a su fugaz trayecto por la vida”.
Qué charla tan fantástica!
Qué valioso todo lo que comparte!
Muy nutritiva esta conferencia, aunque algo desactualizada, hablando que los clubs de lectura pueden ser en video llamada grupal o video conferencia. Pero aun así agarré muchas cosas que me pueden servir.
Buena la charla pero hay que hacer un tremendo esfuerzo para entenderle, tanto por el vocabulario tan local en la era de la aldea global (veo desde Chile) como por el micrófono tan inadecuado para el ambiente utilizado.
Justo su video cayo antes de pandemia.