Culto y visita del pastor Moisés Pérez de la Iglesia Luterana de México
ฝัง
- เผยแพร่เมื่อ 9 ม.ค. 2025
- Esta semana compartimos la reflexión y el Culto que se celebró el 8 de octubre en la Congregación El Buen Samaritano, con la visita del pastor Moisés Pérez Espino de la Pastoral de Migración de la Iglesia Luterana de México (ILM).
El Evangelio comienza con la parábola de los labradores malvados, y termina con una discusión entre Jesús, los jefes de los sacerdotes y los fariseos, sobre a quiénes está destinado el Reino de Dios. El tema central del texto es el rechazo a Jesús (Mateo 21: 33-46).
La parábola enseña que Dios es el dueño de la viña y la da prestada a los trabajadores para que cosechen sus frutos. Como los labradores malvados se apropian de ella y matan a los enviados, al final Dios la recupera y la alquila otros.
La ambición de esos labradores es una visión distorsionada de la realidad, no muy distinta a la del ser humano que se cree dueño del mundo, sin que importe ni el cuidado de la naturaleza ni el de los más necesitados.
El Pastor Pérez meditó: “Le estamos diciendo a Dios (…) ‘vete, aquí no sirves’. Tu ley de amor, de misericordia, de justicia, de solidaridad, de perdón, de ayuda, de servicio, aquí no funciona. Y por eso escuchamos noticias (…) de que se hace de la migración un negocio, porque deja mucho dinero”.
“Le deja dinero a los gobiernos porque la gente se va, le deja a los comerciantes por donde van los migrante, le deja a los oficiales de migración de cada país porque extorsionan a los migrantes, y le deja dinero a los grupos delincuenciales que los secuestran. Y si llegan a donde quieren llegar son mano de obra barata, le cuesta muy poco a los empresarios pagarles, y además lo que ganan lo envían a sus familias y la economía va girando alrededor de ellos, usando a esas personas”, añadió.
“El final de la historia del Evangelio es ‘les voy a quitar la viña y se las voy a dar a otros que sí produzcan fruto’ (…) Y Jesús sigue haciendo la misma propuesta: ama, perdona, ayuda, sirve, sé solidario, sé justo, únete a las causas justas de este mundo. Lucha porque este mundo no se destruya (…) lucha por ello para que des el fruto que Dios espera”, exhortó.
“Que la locura del Evangelio nos anime a aceptar a Jesús en nuestra vida diaria, y que cada día podamos servir a Dios sirviendo a nuestros prójimos y a nuestras prójimas. Amén”